El Atayde lanza un SOS

“En México, donde el apellido Atayde es sinónimo de circo, el Atayde Hermanos debería ser considerado patrimonio nacional, como la poesía de Octavio Paz o la fotografía de...

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22 abril,2018 11:19 am
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Texto: Apro / Foto: Adolfo Vladimir, Cuartoscuro
Ciudad de México, 22 de abril de 2018. El Circo Atayde Hermanos, que cumplirá 130 años el próximo 26 de agosto, no sólo enfrenta a los espectáculos piratas que utilizan su nombre, así como el alejamiento del público, el nulo apoyo del gobierno, poco interés de los medios de comunicación, y la violencia, ya que las bandas criminales han intentado cobrarle “derecho de piso”.
Ésas son las principales dificultades que enfrenta esta empresa mexicana de artes escénicas fundada en 1888, según afirma Alfredo Atayde Chávez, uno de los socios, y quien forma parte de la cuarta generación de la familia que sigue con la tradición circense creada por su bisabuelo Aurelio Atayde Guízar.
Confiesa en entrevista que este arte es su vida, pasión y amor:
“Tuve la fortuna de nacer y pertenecer a este legado que fundó mi bisabuelo en un corralito en Mazatlán, Sinaloa, el cual ha permanecido por más de un siglo porque la familia lo ha respetado, y también porque ha habido una unión familiar.”
El Circo Atayde Hermanos ofrecerá una corta temporada del viernes 27 de abril al 6 de mayo en la Carpa Astros, Calzada de Tlalpan 855 (junto al Metro Villa de Cortés), lugar que ocupará por última vez desde 1954. Además, Alfredo manifiesta su deseo de llevar el espectáculo a teatros, auditorios y otros espacios públicos. A la Carpa Astros acudieron un sinnúmero de artistas, como María Félix y Jorge Negrete e incluso aquí Germán Valdés Tin Tan filmó con el Atayde la película El cofre del pirata (1958), de Fernando Méndez, con Irma Dorantes y Sonia Furió.
Para el aniversario 125 del circo (2013), se publicó un libro ilustrado de Creática Editorial, prologado por Vicente Leñero, donde escribió:
“Desde la infancia, desde la memoria que revive el pasado y también desde el presente, por supuesto, el circo es siempre un paraíso…” (Proceso, 1917).
La satanización
Alfredo ya no le pone peros a la ley que prohíbe espectáculos circenses con animales, la cual impulsó en México el Partido Verde Ecologista y se aprobó en agosto del 2014 (Proceso, 1967). Lamenta tan sólo que “nos satanizaron, no nos gustó esa parte, eso fue lo malo, que generalizaron”. Y argumenta:
“En nuestro caso, siempre cumplimos con todas las normas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a la par. ¿Qué sucedió? Empezaron a generalizar y la gente nos volteaba a ver como gitanos asesinos, cuando el verdadero asesino fue el partido que propuso esa legislación porque jamás se preocupó por los animales. Nosotros tuvimos la fortuna de acomodarlos en buenos santuarios, en buenos zoológicos, y con años de anticipación, pero otros compañeros de circos no tuvieron esa misma fortuna y murieron sus animales por culpa de este partido, y eso no lo denunciaron los medios informativos. Fue un movimiento político muy fuerte que nos perjudicó en imagen.”
Pero el mal más grave que afronta la empresa mexicana del circo clásico “es la cantidad de Ataydes piratas que existen en todo México”. Y eso, subraya, “nos afecta mucho más que nos hayan quitado incluso los animales”.
Luego explica que actualmente el Atayde Hermanos cuenta con cinco franquicias en la República mexicana:
“Por la misma situación de la piratería, para cerrarle un poco las puertas a ese conflicto, se impulsaron esas licencias. Nuestro país cuenta con las mejores leyes, pero desafortunadamente no se aplican. Llevamos combatiendo con esta situación de la piratería más de cuarenta años.”
Poca valoración
“En México la gente nos sigue viendo como lo último, como un espectáculo meramente infantil, cuando es el único espectáculo familiar por excelencia, y es cultura. Asisten a los circos extranjeros, es lo preocupante, y el boleto cuesta tres o cuatro veces más, pero nunca vienen al Circo Atayde Hermanos. Dicen que no les gusta porque es para niños. ¡Que vengan, juzguen, critiquen y saquen sus conclusiones!
“El Cirque du Soleil, en lo personal, a mí me gusta mucho, es la empresa de espectáculos más grande del mundo porque el gobierno canadiense lo apoya, lo toman como cultura, y por ello muchas empresas le inyectan dinero. Lo triste es que en México ni siquiera nos voltea a ver un patrocinador; en cambio, el gobierno de México puso más de 80 millones de dólares para la creación de un parque temático del Cirque du Soleil en Nuevo Vallarta, Nayarit.”
No obstante, resalta entusiasmado:
“Somos la empresa de espectáculos mexicana más antigua del país, y somos un show reconocido en Europa y en otras partes del mundo, pero en México la gente nos sigue viendo hacia abajo.”
En el verano del 2004, el Circo Atayde Hermanos fue distinguido con la presea Pista de Oro, el más importante reconocimiento a nivel mundial otorgado por el Festival Internacional de Circo de Montecarlo. En 1998, en ocasión de su 110 aniversario y su primera gira por Estados Unidos, el periodista Kevin Baxter, de Los Angeles Times, escribió: “En México, donde el apellido Atayde es sinónimo de circo, el Atayde Hermanos debería ser considerado patrimonio nacional, como la poesía de Octavio Paz o la fotografía de las películas de Gabriel Figueroa”.
Sin embargo, añade el entrevistado, “el buen circo mexicano sí está en crisis y me atrevo a decir que somos el único circo mexicano actual con calidad, presentando opciones que sí vale el boleto. El circo no va a terminar, puedes acudir a cualquier pueblito o localidad y existen muchos, cobran veinte o treinta pesos, pero las personas salen defraudadas, decepcionadas. México sí es un país muy cirquero, es un negocio muy noble, pero el buen circo sí está en crisis. El boleto más caro del Atayde es de quinientos pesos y el más económico de ciento cincuenta. No podemos cobrar veinte o treinta pesos porque no podríamos presentar un espectáculo de calidad.
“Si el Soleil cobrara lo que nosotros, no podría traer esa producción. No los actos, porque muchas veces los artistas son free-lancer que trabajan en diferentes empresas. Lo que vende el Soleil son millones de dólares en producción y lo hace muy bien. A nosotros nos duele el no poder estar al alcance de todos, pero no podemos, la competencia es desleal. Lo que le pedimos a los gobiernos es que le cierren las puertas a los Ataydes piratas. Cualquier circo debe ir a un municipio para poder rentar un terreno, entonces les deben pedir los documentos. Nosotros gastamos mucho en abogados… encarcelan a los que realizan esos espectáculos, pero enseguida salen.”

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