En abril del año pasado, una mayoría de los turcos votó en un referéndum por la introducción del sistema presidencialista. Luego de la votación, el sistema comenzó de forma escalonada....
Texto: DPA / Foto y video: EFE. En la imagen de portada, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acompañado por su esposa, quien ganó las elecciones este domingo. Estambul, Turquía, 25 de junio de 2018. En abril del año pasado, una estrecha mayoría de los turcos votó en un referéndum a favor de la introducción del sistema presidencialista propuesto por el jefe de Estado, Recep Tayyip Erdogan.
Después de la votación, el sistema comenzó a ser introducido de forma escalonada. Con las elecciones presidenciales y parlamentarias celebradas el domingo, la transición al nuevo sistema ha sido completada.
Los críticos temen que el nuevo sistema pueda alumbrar un Gobierno donde una sola persona concentre el poder. Los expertos de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa advierten que la reforma puede traer consigo un “peligroso retroceso en la tradición democrática constitucional de Turquía”. Un hombre lee el periódico Porta, que tiene como titular “Erdogan, gana”.
He aquí los cambios más importantes que implica la introducción del nuevo sistema:
El presidente puede ser miembro de un partido político. En mayo de 2017, Erdogan volvió a incorporarse al Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), una formación conservadora islamista que él mismo había cofundado. En el mismo mes fue elegido nuevamente presidente del partido.
El presidente ejerce una mayor influencia sobre la Justicia. El jefe de Estado puede nombrar a cuatro de los 13 miembros del Consejo de Jueces y Fiscales (HSK). El Parlamento elige a otros siete miembros. Miembros permanentes del Consejo son el ministro de Justicia y su secretario de Estado, que también son designados por el presidente. Entre otras competencias, el gremio está encargado del nombramiento de jueces y fiscales. En el antiguo sistema, los propios juristas tenían la mayoría de los entonces 22 miembros del gremio.
Se eliminan los tribunales militares.
El Parlamento y el presidente son elegidos el mismo día para un mandato de cinco años. La celebración simultánea de las elecciones presidenciales y las legislativas aumenta la posibilidad de que el partido del presidente cuente con la mayoría en el Parlamento.
El presidente ejerce también la jefatura de Gobierno. Se elimina el cargo de primer ministro. Su sustituto ya no es el presidente del Parlamento sino un vicepresidente. El presidente tiene la facultad de nombrar y destituir a un número de vicepresidentes y ministros que él mismo puede determinar y de todos los funcionarios del Estado de alto rango. El Parlamento no participa en la toma de estas decisiones. Los miembros del gabinete no pueden ser diputados. Quien presente su candidatura a la presidencia no puede buscar al mismo tiempo un mandato como diputado.
En los ámbitos del poder ejecutivo, el presidente puede emitir decretos con fuerza de ley que entran en vigor con su publicación en el boletín oficial del Estado. Los decretos no necesitan ser aprobados por el Parlamento. Los decretos presidenciales no pueden restringir los derechos constitucionales ni afectar a normas legalmente establecidas. Solo el Parlamento puede presentar proyectos de ley.
El número de diputados aumenta de 550 a 600. Las interpelaciones parlamentarias solo deben dirigirse por escrito a los vicepresidentes y ministros.
Tanto el Parlamento como el presidente pueden convocar nuevas elecciones. El Parlamento necesita a tal efecto una mayoría de tres quintas partes. En ambos casos, tanto el Parlamento como el presidente son elegidos nuevamente y al mismo tiempo, independientemente de cuál de las dos partes haya convocado nuevas elecciones.
Al igual que antes, el presidente solo puede ejercer dos mandatos. Sin embargo, si el Parlamento convoca nuevas elecciones durante el segundo mandato del presidente, este puede volver a presentar su candidatura.
En virtud del nuevo sistema presidencialista, el número de mandatos comienza a contarse desde cero. Por tanto, tras su victoria electoral, Erdogan inicia su primer mandato y teóricamente puede mantenerse en el poder hasta el año 2033.
La Justicia puede investigar al presidente no solo por alta traición como ha sido el caso hasta ahora sino por todos los delitos. Sin embargo, se necesita una mayoría de dos tercios de los diputados para que el Parlamento pueda solicitar a la Justicia una investigación.
