Tuvo México comicios letales, con 136 asesinatos

Además de los asesinatos, más de otros 400 casos de agresiones contra políticos fueron reportados esta temporada, incluyendo intentos de asesinato, amenazas, intimidación y secuestros, de acuerdo con...

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9 julio,2018 10:06 am
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Además de los asesinatos, más de otros 400 casos de agresiones contra políticos fueron reportados esta temporada, incluyendo intentos de asesinato, amenazas, intimidación y secuestros, de acuerdo con Etellekt.

Texto: Agencia Reforma / Foto: Archivo El Sur-Israel Flores
Chilpancingo, Guerrero, 9 de julio de 2018.  Su campaña electoral para el Congreso estatal llevaba apenas unas horas cuando empezó a recibir las amenazas. Algunas veces llegaban por mensaje de texto, otras veces en llamadas telefónicas.
Los mensajes siempre eran los mismos: abandona la contienda o morirás.
Abel Montúfar Mendoza se mostraba desafiante, dijo su hermano, diciendo a quienes lo atormentaban: “no les tengo miedo”. Pero el 8 de mayo, con nueve días de campaña en el estado de Guerrero, en la costa del Pacífico, su cuerpo fue encontrado en su camioneta tipo van. Le habían disparado seis veces.
Aunque el asesinato de Montúfar aún no ha sido resuelto, sus familiares no tienen duda de quiénes fueron los responsables: criminales que apoyan a un candidato rival.
El domingo 1 de julio, Andrés Manuel López Obrador fue electo Presidente de México, en una victoria aplastante. Los ciudadanos votaron también por más de 3 mil 400 puestos locales, estatales y federales, lo que la convierte en la elección general más grande en la historia. Y también fue quizá la temporada electoral más violenta en la historia mexicana moderna.
Montúfar fue uno de los al menos 136 políticos y operarios políticos que fueron asesinados en México desde el pasado otoño, de acuerdo con Etellekt, firma de análisis de riesgos en México.
Más de una tercera parte eran candidatos o potenciales candidatos, la mayoría contendiendo por cargos locales. Otros eran funcionarios electos, miembros de partidos y trabajadores de campañas.
Gran parte del enfoque nacional e internacional estuvo en la contienda presidencial. Sin embargo, para los millones de personas que viven en las partes más violentas del país, las elecciones para cargos locales quizá hayan tenido el mayor impacto en su vida cotidiana.
Y los grupos del crimen organizado prácticamente decidieron muchos de esos resultados.
Veintenas de personas abandonaron sus candidaturas, temiendo por sus vidas. Algunos partidos ni siquiera postularon candidatos.
La colusión entre políticos y organizaciones criminales en México no es nueva. Pero en la última década, los criminales han buscado manipular la política local al tratar de influir en el proceso electoral, usando la violencia para elegir candidatos.
Al contar con funcionarios cooperadores en cargos locales clave, los grupos criminales han podido proteger mejor y crecer sus empresas ilegales al ejercer control sobre las fuerzas policiacas locales.
Además de los asesinatos, más de otros 400 casos de agresiones contra políticos fueron reportados esta temporada, incluyendo intentos de asesinato, amenazas, intimidación y secuestros, de acuerdo con Etellekt.
Se reportaron casos en al menos 346 municipios de todo el País.
Esta campaña en las sombras por parte del crimen organizado, casi completamente no obstaculizada por los débiles y corruptos sistemas judicial y de imposición de la ley en la Nación, llegó en medio de una violencia récord en el País, que, a su vez, fue un tema central en la contienda presidencial.
“Si el Estado mexicano no es capaz de garantizar que se respete la voluntad del pueblo, entonces no se tiene democracia”, dijo Antonio Orozco Guadarrama, secretario general del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Guerrero, uno de las entidades más pobres y violentas de México.
Durante mucho tiempo, el gobierno ha tenido la estrategia de atacar a los grupos del crimen organizado capturando a los capos. El enfoque se basaba en la creencia de que al cortar la cabeza de la organización criminal, el cuerpo moriría.
Sin embargo, la táctica, en lugar de ello ha servido para fragmentar empresas criminales grandes en grupos más pequeños que son más violentos y más locales.
Antes, los grupos grandes estaban principalmente enfocados en la producción y contrabando de drogas, pero los grupos más pequeños y más volátiles se han diversificado a una variedad más amplia de delitos, como la extorsión, el secuestro, la prostitución, las apuestas ilegales y el robo de combustible.
“Para los cárteles más antiguos que se dedicaban principalmente al contrabando de drogas a Estados Unidos, no les importaba en lo más mínimo quién era el alcalde siempre y cuando éste no se entrometiera o intentara impedir sus negocios”, dijo Alejandro Hope, un analista en la Ciudad de México. “Pero en este nuevo mundo de más bandas criminales locales, controlar los gobiernos locales es un bien crucial”.
Asegurar influencia sobre los mecanismos de la gobernanza local y la política se volvió crucial para los nuevos grupos criminales con enfoque local, y comenzaron a buscar control sobre el proceso electoral.
Guerrero fue una de las regiones más fuertemente afectadas. Al menos 14 candidatos y potenciales candidatos fueron asesinados, muchos más que en cualquier otra entidad, reportó Etellekt.
Alejandro Martínez, alto directivo en Guerrero del Partido Acción Nacional de centro-derecha, dijo: “Tienes que estar un poco loco para contender por un cargo aquí”.
(En la imagen: El extinto candidato a la diputación local por el distrito 17 de la coalición Transformando Guerrero (PRI, PVEM), Abel Montufar Mendoza, en el su arranque de campaña. Foto: Israel Flores)

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