Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano/ Foto: El Sur
Acapulco, Guerrero, 17 de julio de 2018. La visión del mundo, el sentir lástima de uno mismo, el arrepentimiento, el perdón o la muerte fueron algunas de las disertaciones de la puesta en escena Martes con mi querido profesor que se presentó el pasado sábado por la noche en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, del Centro de Convenciones Acapulco.
Ante unas 400 personas, los actores guerrerenses Dagoberto Gama y Rafael Aparicio dieron cuenta de la relación entre un viejo profesor de sociología y un estudiante vuelto con el tiempo en un famoso periodista deportivo luego de no verse por 14 años y tras haber cultivado una profunda amistad que decantaría en reuniones extraclase los días martes.
No obstante, es una enfermedad terminal del maestro (Esclerosis Lateral Amiotrófica) lo que los reúne para reiniciar el ciclo de reuniones.
Así, y viendo la posibilidad de despedirse finalmente, es como dichas reuniones son grabadas por el periodista quien forzadamente tiene que reflexionar sobre su historia personal al retomar sus lecciones acerca de la vida.
De esa manera, las visitas al maestro, cada una más difícil que la anterior por el avance de la enfermedad, se convierten en grandes encuentros, dejándonos ver que día a día necesitamos una persona que nos guíe incluso después de la muerte de esa persona, cosa que ocurre con el periodista quien seguirá frecuentado a su profesor aún en la tumba.
Martes con mi querido profesor es un texto original de Jeffrey Hatcher y Mitch Albom, que fue traducido y adaptado por Rafael Maza y dirigido por Rina Rajlevzky bajo la producción de Anna Cupfer y Rafael Aparicio.
