Zacarías Cervantes
Chilpancingo
En el noveno aniversario del asesinato del diputado Armando Chavarría Barrera, 26 organizaciones y organismos de derechos humanos pidieron al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, que reconsidere su llamado de “olvido no, perdón sí”, que ha enarbolado en los foros de pacificación realizados en otros estados del país.
Asimismo, en los diferentes actos con motivo de los nueve años del asesinato del diputado perredista, familiares y dirigentes de organizaciones exigieron que cese la impunidad, esclarecimiento del homicidio y castigo a los responsables.
En el documento leído por la viuda Martha Obeso Cázares y respaldado por 26 agrupaciones, en las instalaciones del Congreso local, se hace referencia a que es evidente el rechazo de las víctimas al llamado de “olvido no, perdón sí” de López Obrador, “pues nadie puede perdonar el daño ajeno y no debe ser competencia del Estado llamar al perdón, sino hacer realidad la justicia”.
Las actividades con motivo del noveno aniversario del asesinato del presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, comenzaron a las 8 de la mañana en la tumba del panteón central, en donde familiares, amigos y políticos perredistas, participaron en una ceremonia religiosa. Después realizaron una ceremonia luctuosa en el busto, que se encuentra en el vestíbulo del Congreso local.
Además, después del mediodía colocaron una ofrenda floral en el parque Armando Chavarría, que se encuentra entre las colonias Periodistas y Pensadores de la Capital, y a las 6 de la tarde se ofició una misa en la parroquia la Asunción de María, del centro de la capital.
En todas las actividades se denunció la impunidad en que se encuentra el caso, que fue considerado como ejecución extrajudicial.
En la ceremonia que se realizó en el busto del finado perredista, en el vestíbulo del Congreso local, la viuda de Chavarría Barrera leyó el pronunciamiento de las agrupaciones, en el que reprochan que en Guerrero “se ha naturalizado la impunidad” y agregan que el asesinato de quien fuera el presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, “es uno más de los muchos que se encuentran en completa impunidad”.
Cuestionan que a pesar del insistente reclamo de justicia, la respuesta ha sido nula y que a nueve años del magnicidio “seguimos exigiendo el esclarecimiento del crimen y castigo ejemplar a los responsables”, pero que se sigue negando a los familiares y al pueblo de Guerrero el derecho a la verdad y a la justicia.
Denuncian que el expediente fue turnado al Tribunal Superior de Justicia por el ex fiscal Javier Olea Peláez, “con la aviesa intención de cerrar el caso y sellar la impunidad”.
Exponen que el próximo septiembre se cumplirá un año de que la Primera Sala Penal negó las órdenes de aprehensión solicitadas contra personas que presuntamente están implicadas, por no acreditarse su responsabilidad.
“A los familiares y a las organizaciones que los acompañamos, nos resulta insólito que el ex fiscal Olea Peláez haya decidido concluir la investigación, retomando una línea que pretende responsabilizar a la guerrilla, cuando esta línea había sido desechada por falta de pruebas desde 2010 por el Juzgado Séptimo de Distrito y ratificada por el Tribunal Unitario de Circuito”, acusan.
Agregan que, ahora, el TSJ “está entrampado, da la impresión de que no saben qué hacer con el expediente y dejan transcurrir el tiempo, como esperando que el olvido debilite nuestro justo reclamo de verdad y justicia”.
Reprochan, además, que a los familiares les hayan negado desde el principio copias certificadas del expediente, el derecho a la coadyuvancia, “además de encubrir y proteger durante nueve años a Zeferino Torreblanca Galindo, quien ha sido señalado en la investigación como el presunto autor intelectual del homicidio”.
Refieren que tres gobernadores y ocho fiscales han sido omisos en esta demanda de justicia, “todos ellos tienen responsabilidad y deben ser llamados para que responsan por la negación del derecho a la justicia”.
En el caso específico de Torreblanca Galindo, “exigimos que se le deje de brindar protección política y que se le investigue a fondo, por la probable responsabilidad en éste y en otros crímenes políticos cometidos durante su administración”.
Después demandan a los actores políticos en esta nueva coyuntura que se abre en la historia del país, que “se conduelan y, primero que nada, entiendan que el actual estado de impunidad en que vivimos es insoportable e inadmisible”. Concretamente, piden al presidente electo Andrés Manuel López Obrador que reconsidere su llamado de “olvido no, perdón si”, enarbolado en los foros de pacificación.
Consideran que es evidente el rechazo de las víctimas a este llamado de López Obrador, “pues nadie puede perdonar el daño ajeno y no debe ser competencia del Estado llamar al perdón, sino hacer realidad la justicia”.
Expresan que las víctimas, “con nuestro dolor a cuestas, buscamos verdad, justicia y memoria. Eso es lo que puede resarcir nuestros corazones destrozados, para poder retomar la vida día a día”.
Al término de la lectura del documento, los asistentes corearon: “Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos”.
Algunas de las 26 organizaciones que respaldan el documento son, además de la viuda de Chavarría Barrera, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan; el Centro Morelos; Centro de Atención a Víctimas Minerva Bello; Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad (CCTI); Colectivo de Víctimas de Chilpancingo; Organización Campesina de la Sierra del Sur; Organización Independiente Vicente Guerrero; Unión Campesina Independiente Emiliano Zapata; la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, Movimiento Nacional; el Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres; el Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG, y la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG).
En la ceremonia luctuosa, que se realizó a las 11 de la mañana, estuvieron el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Héctor Vicario Castrejón, quien después de realizar una guardia de honor con el presidente del Comité Ejecutivo Estatal del PRD, Ricardo Barrientos Ríos, se retiró sin hacer declaraciones.
También acompañaron a la viuda de Chavarría Barrera el ex dirigente estatal del PRD y actual diputado local electo, Celestino Cesáreo Guzmán; el veterano dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Hilario Mesino Acosta; la viuda del dirigente de Unidad Popular asesinado en 2013 en Iguala, Arturo Hernández Cardona, Sofía Lorena Mendoza; el presidente del Centro de Derechos de las Víctimas Minerva Bello, José Gilberto Velázquez Florencio, y la presidenta del Colectivo de Víctimas de Chilpancingo, Guadalupe Rodríguez Narciso. Así como integrantes de los sindicatos académicos de la UAG y del Colegio de Bachilleres.
En declaraciones, la viuda de Chavaría, Martha Obeso, informó que con el nuevo fiscal Jorge Zuriel de los Santos Barrila no ha tenido ningún acercamiento, pero declaró que espera que con la fiscalía que creará el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador haya la posibilidad de que se esclarezcan casos de ejecuciones extrajudiciales, como el de su esposo y muchos otros que ha habido en Guerrero.
Antes, a las 8 de la mañana, familiares y amigos del diputado asesinado participaron en una ceremonia religiosa en su tumba del panteón central, que fue oficiada por el “hermano” y director del Centro de Derechos de las Víctimas, José Gilberto Velázquez Florencio, quien dijo que el primer error del Estado fue el hecho de la injusticia por el asesinato de Chavarría Barrera y que ahora sigue con la impunidad al impedir que se aplique la justicia.
En este acto estuvieron, además, el integrante de la desaparecida Comisión de la Verdad (Converdad), Nicomedes Fuentes; los universitarios Germán Cerón y Mario Martínez; el ex presidente del Consejo Estatal del PRD, Mauro García Medina; el dirigente estatal del PRD, Ricardo Barrientos, y Jesús Basilio Goytia, quien interpretó temas musicales que le gustaban al diputado perredista asesinado.
Después del mediodía, familiares y amigos colocaron una ofrenda floral en el parque que lleva el nombre de Armando Chavarría, ubicado entre las colonias Periodistas y Pensadores, al poniente de la ciudad.
En ese lugar, la presidenta de la organización Aliadas por la Justicia, María Luisa Garfias Marín, acusó al gobierno estatal de ser omiso, por impedir que haya justicia en el caso del asesinato de Chavarría Barrera y en muchos otros que no han sido investigados.
En tanto, Sofía Lorena Mendoza, viuda de Hernández Cardona, exigió al gobierno que ya pare la violencia y las graves violaciones a los derechos humanos, y al nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador le reprochó que les pida a los familiares de las víctimas que perdonen a los victimarios, si antes no se les ha hecho justicia.
También habló la presidenta del Colectivo de Víctimas de Chilpancingo, Guadalupe Gutiérrez Narciso, quien pidió que los ciudadanos no se acostumbren a la violencia y que reclamen a las autoridades que frenen los asesinatos, las desapariciones y los secuestros, “porque todos estamos expuestos a ellos en estos tiempos”.
En las tres actividades se colocó una corona de flores con la leyenda: “Diputado Armando Chavarría Barrera, 3 mil 286 días de impunidad”.
A cada evento asistieron aproximadamente 50 personas, entre amigos y familiares del político perredista asesinado. La viuda de Chavarría Barrera fue acompañada siempre por dos de sus hijos: Omar e Inti.
Para culminar las actividades, a las 6 de la tarde se ofició una misa en la iglesia la Asunción de María, a la que asistió el presidente municipal electo de Chilpancingo, el perredista Antonio Gaspar Beltrán, y el ex diputado del partido Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), Efraín Ramos Ramírez, así como familiares cercanos de la familia Chavarría Obeso.
El vicario de la parroquia, quien ofició la misa, resaltó que a nueve años del asesinato de Armando Chavarría todavía no se sepa exactamente qué sucedió y cómo fue que sucedieron estas cosas.
Explicó que estas cosas suceden porque “habiéndonos materializado, no permitimos que alguien venga a ser distinto, y si alguien quiere romper estos caminos, sencillamente le apartamos del camino y se acabó”.