Texto: Redacción/ Foto de portada: Blog AyurVida Ibiza/ interna: Cortesía
Acapulco, Guerrero, 25 de agosto de 2018. Probablemente, al menos una vez, has escuchado la palabra “Ayurveda” y si no es así, aquí te decimos todo para que no te cuenten. Ciertamente, no es un término tan común y concurrido como la palabra “Karma”, que se ha convertido en la mejor manera de expresar que alguien obtuvo su merecido, pero es un hecho que el ayurveda está tomando un lugar importante en la medicina occidental.
Entendida como “la ciencia de la vida” (“ayu” vida, “veda” conocimiento), el ayurveda es un sistema holístico proveniente de la India, practicado desde los tiempos más antiguos. La base de esta medicina milenaria es el masaje, que promueve el equilibrio de tres elementos vitales: cuerpo-mente-espíritu. Siendo el desequilibrio, el origen de la enfermedad.
¿Demasiado subjetivo el planteamiento? Pensemos en un caso concreto: ¡el estrés! ¿acaso no es éste un padecimiento generalizado? Deja abierta la puerta de tus emociones y pensamientos al estrés y, en menos de lo que te imaginas, estarás enfermo del hígado, el páncreas, el colón, la mala circulación sanguínea, contracturas musculares y un pésimo sentido del humor, por decir lo menos.
Desde esta perspectiva, el masaje ayurvédico no es cualquier “alineación y balanceo”, se trata de una reorientación profunda de la energía y el humor que posee quien decide recurrir a sus bondades curativas. Más de 20 sustancias naturales son absorbidas por la piel a través de aceites esenciales calientes.
El desconocimiento de esta técnica de curación ha llevado a creer, inocentemente, que este tipo de masaje es un lujo innecesario, cuando deberíamos incluirlo como parte importante de nuestra vida por muchas razones: equilibrio energético, inhibe el estrés, elimina las toxinas que causan cambios en la piel como acné, manchas, líneas de expresión, fatiga, várices, celulitis, retención de líquidos, problemas digestivos, obesidad, depresión, entre otros.
Definitivamente, un masaje ayurveda es como un “pare de sufrir”—dicho de manera coloquial— y un aliado indispensable para revitalizar el cuerpo en todos los sentidos. Ideal para cualquier edad, una experiencia fuera de lo común, altamente recomendada.
