Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Lenin Ocampo Torres
Filo de Caballos, Leonardo Bravo, Guerrero, 26 de agosto de 2018. Autoridades de 18 pueblos amapoleros de la sierra de Leonardo Bravo y Eduardo Neri, reclamaron a enviados del equipo del próximo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que antes de un plan de desarrollo, proyectos productivos, obras, caminos y servicios básicos, lo que necesitan del nuevo gobierno es seguridad y paz en su territorio, y que se legalice el cultivo de la amapola con fines medicinales, pero con orden y con información a los productores, “y no de manera rápida ni a priori, como la iniciativa que aprobó el Congreso local”.
En el Encuentro Regional de la Sierra para Organizar el Inicio de la Cuarta Transformación en Guerrero y en México, en Filo de Caballos, municipio de Leonardo Bravo, los representantes de los pobladores dijeron que de nada sirven los proyectos productivos si no pueden siquiera ir a sus parcelas a cosechar lo que siembran, ante la inseguridad.
Este es el cuarto encuentro, después de los organizados en la Costa Grande, la Costa Chica y Acapulco.
Asistió el coordinador de los foros Escucha y de Pacificación para los estados de Guerrero, Oaxaca y Morelos del equipo de López Obrador, Álvaro Urreta Fernández; los coordinadores nacional y estatal del Movimiento Campesino Plan de Ayala Siglo XXI, Luis Patiño Pozas y Arturo García Jiménez; los secretarios técnicos de la misma agrupación, Héctor Manuel Popoca Boone y Jorge Melo Bahena; y los integrantes de la comisión coordinadora de la misma agrupación, Gregorio Juárez Zamora, Othón Ramírez Barragán y Carlos García Jiménez.
Al encuentro acudieron comisarios municipales de 18 pueblos de los municipios Leonardo Bravo y Eduardo Neri, y representantes de algunas comunidades del municipio de Chilpancingo.
El coordinador del Movimiento Campesino Plan de Ayala Siglo XXI, Arturo García Jiménez, dijo a las autoridades de los pueblos reunidos en la cancha techada del pueblo que se están creando las condiciones para lograr un cambio verdadero, porque añadió que “hoy en el mundo nos conocemos por la corrupción, por la violencia, el atraso, el analfabetismo, y somos de los últimos lugares de las cosas buenas”, dijo.
Agregó que López Obrador ha pedido que en el campo la planeación sea desde las comunidades, y que igual debe ser para elaborar el programa regional de la sierra.
Asimismo, prometió que los subsidios llegarán directamente a los productores de maíz, frijol, arroz, trigo y leche, además de que habrá precios de garantía para todos los productos del campo.
Dijo que a las familias de pobreza extrema se les entregará una canasta básica y que el fertilizante ya no se importará, sino que se elaborará en el país, y en Guerrero.
Recordó que López Obrador ha anunciado que se crearán 100 universidades, en las comunidades más marginadas, y les propuso que busquen que una de ellas se instale en la sierra.
Además, recordó que el presidente electo informó que se van a reforestar un millón de hectáreas, y les prometió que la sierra resultará beneficiada con ese programa.
García Jiménez expresó que, para que haya orden y paz tiene que haber desarrollo social, “y para eso nos tenemos que organizar desde abajo”.
Enseguida habló el coordinador nacional, Luis Patiño, quien anunció que López Obrador ha ofrecido que el 1 de enero entregará una tarjeta de débito a 2.5 millones de campesinos para el Programa de Rescate del Campo, y que ese recurso “lo podrán gastar en lo que les dé la gana”, o bien lo pueden ahorrar para que después lo utilicen como palanca de algún crédito.
Ofreció también, que los Centros de Apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), se convertirán en centros de atención del gobierno de la República para todos los campesinos organizados.
“Se trata de que los apoyos lleguen desde que barbechan hasta que comercializan, y para todo eso habrá apoyos. Sólo hay que ir pensando en cuál es el proyecto que más convenga a los campesinos, y se haga en asamblea para que todo sea público”, pidió.
Agregó que todas estas propuestas se van a materializar en una iniciativa de ley, en la que se incluirá un programa de desarrollo regional para toda la sierra.
“Hay que ponerse listos, el presupuesto se presentará el 8 de diciembre y tendrán de plazo hasta el 31 de diciembre, es importante que se contemple el apoyo para la sierra”, dijo.
Héctor Manuel Popoca, por su parte, recordó que el Movimiento Campesino Plan de Ayala Siglo XXI se constituyó para apoyar la candidatura de López Obrador y que éste firmó un pacto en Jerez, Zacatecas, con la organización, por lo que ahora, como presidente, está obligado a cumplir con la organización, misma que va a pugnar y a vigilar para que cumpla su palabra de rescatar el campo mexicano, en los términos establecidos por este movimiento.
Añadió que se debe aprovechar este compromiso para que desde ahora se identifiquen programas que sean aprovechados en la sierra, “que se llene una cédula por comunidad con las necesidades más urgentes en materia agropecuaria, y hay que dársela a AMLO en su gira de agradecimiento, que realizará por la segunda quincena de septiembre”, pidió.
Que las propuestas salgan de las asambleas de los pueblos, piden
Recomendó que todas las propuestas salgan de asambleas de los pueblos para que sean éstos los que determinen los beneficios que deben recibir.
A su vez, Carlos García habló de los cinco ejes para la reactivación del campo en Guerrero; medio ambiente, producción campesina, desarrollo de mercados y economía social, desarrollo de las capacidades de las personas para producir comercializar, y participación social.
Hasta allí, el encuentro transcurría ante unos 300 campesinos atentos, callados y hasta sumisos ante las largas intervenciones de los visitantes.
Pero enseguida siguió la intervención de los pobladores, y el representante del poblado de Tepozonalco, municipio de Leonardo Bravo, e integrante de la Unión de Comisarios de la Sierra, dijo a los representantes del futuro gobierno, y del Movimiento Plan de Ayala Siglo XXI, que “se oyen muy bonitos los proyectos que plantean para el desarrollo del campo, pero aquí, por la inseguridad no sirven para nada, porque no podemos ir a nuestras parcelas porque nos salen los grupos armados, y tampoco podemos sacar los productos que cultivamos”.
A su vez, el presidente de la Unión de Comisarios, David Barragán también reprochó que, “aquí el problema es de inseguridad, y el gobierno no hace nada, cultivamos y nada se vende, porque la gente tiene miedo de andar en el campo”.
Luego, el coordinador de la Policía Ciudadana de los municipios de Leonardo Bravo y Eduardo Neri, Crescencio Pacheco cuestionó que, “se habla de mercados, economía infraestructura, pero algo queda pendiente, nosotros venimos buscando una ruta de paz, seguridad y de encuentro social”.
Agregó que, “aquí somos nosotros los que nos organizamos para hacerle frente a los problemas, aquí no nos engañamos, vivimos de esa planta”, dijo, mientras señalaba con la mano unas masetas de amapola que servían de ornato a un lado del presídium, y agregó que por eso la delincuencia está entre los pueblos.
Que AMLO mejor les diga cómo organizarse para proteger a sus familias, piden campesinos
Después pidió que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, mejor le entre al tema de la pacificación, “y que nos diga cómo nos vamos a organizar para defender a las familias, no sólo de Guerrero, sino de México”, pero dijo que parecería que se pretende cortarle la vuelta a ese problema.
Sobre la legalización del cultivo de la amapola, dijo que así como fue aprobada la iniciativa por el Congreso local, puede traer problemas, “porque ahora resulta que serán senadores y otras personas las que se dediquen a sembrar, nosotros pedimos que se haga una legalización, pero que nos digan cómo se hará”.
Reprochó que el Congreso local aprobara la iniciativa, porque los productores no saben si en verdad les va a traer cosas buenas.
Agregó que, en la sierra se cultivan muchas otros productos, pero que se pudren, e insistió en que necesitan una ruta para que haya economía, pero más que eso quieren seguridad, “mucha gente no puede ir a sus huertas, muchas milpas se perdieron, por la inseguridad, les sale gente armada, hace sus desmanes y te privan de la vida”.
Lo secundó el comisario de Filo de Caballos, Alfonso González Pacheco, quien reclamó que sin paz ni seguridad, no se podrá avanzar jamás en la sierra, “y ustedes, como representantes de Andrés Manuel y del Movimiento, queremos que sean fuentes de diálogo y le digan a AMLO que realmente nos dé solución, tenemos tierras, frutos, pero sin seguridad no tenemos a donde trasladarlos”.
Indicó que la gente está desmoralizada porque aspira a una cosa mayor, “yo, como autoridad he pedido una solución para salir de este bache y ahora les pedimos, como parte de la Unión de Comisarios, que haya módulos de información y concientización a las familias para que avancemos, porque los comisarios tienen miedo de hacer frente a la situación de inseguridad, aun cuando estamos unidos”.
Denunció que los transportistas están preocupados porque no pueden prestar el servicio, mientras que en el hospital (básico comunitario de Filo de Caballos) “estamos sin médicos ni enfermeras, y hay el temor de que la próxima semana no haya clases en las escuelas por falta de maestros que tienen miedo de venir”, a pesar de que dijo que han instalado filtros de seguridad en Xochipala, Corralitos y Casa Verde.
“Aquí está nuestro pliego petitorio; queremos que el gobierno acabe con la inseguridad, ya no sabemos a quién acudir, porque a veces el mismo gobierno es corrupto, y no sabemos a quién tocamos, por eso son los pueblos los que se han organizado con sus policías comunitarios”.
En su oportunidad, Álvaro Urreta Fernández reconoció que la inseguridad se encuentra en otras partes del estado, y que también se lo habían plateado el viernes transportistas de la Costa Chica.
Pero dijo que la inseguridad no se va a resolver, si no se atiende antes el problema de la pobreza y la desigualdad, “si no hay construcción de comunidad y bienestar, para que los jóvenes se incorporen a actividades productivas, y que no estén en la violencia y la criminalidad”.
Expuso que para eso el presidente electo López Obrador inicio el programa de reconciliación nacional, “nos pidieron que ayudáramos al gobierno electo, y lo estamos haciendo en estados donde tenemos amigos”.
Informó que se están convocando diálogos como el del próximo martes en Acapulco, “serán de escucha, sin discursos de los funcionarios públicos, sino con las víctimas de la inseguridad y de compañeros que han sido privados de la libertad”.
Anunció que también se oirá a muchos campesinos e indígenas que están en las cárceles, a pesar de que son los que producen y los más pobres.
Adelantó que también tendrán la oportunidad de hablar los distintos grupos de policías comunitarias.
Finalmente, el coordinador del gobierno de López Obrador designado para la sierra, y ex comisario de Filo de Caballos, Arturo López Torres declaró que la propuesta de la gente de la sierra es legalizar la amapola con fines medicinales, y recordó que llevan cinco años planteando la propuesta, porque el cultivo es su principal fuente de ingresos.
Sin embargo, cuestionó la iniciativa que aprobó el Congreso local, porque fue muy “rápida, a la ligera y a priori”. Añadió que los productores piden que se haga con orden y les expliquen detalladamente cuál es el beneficio que les traería, porque de lo que se trata es de que los campesinos que se dedican al cultivo tengan un mejor futuro.
Argumentó que el cultivo de la amapola es consecuencia de más de 40 años de olvido en Guerrero, “y lo único que les enseñaron a los campesinos fue a sembrar amapola”. Adelantó que si se legaliza no todos los campesinos se van a dedicar a esa producción, “porque es una putiza”, y el trabajo es el triple del que se necesita para cultivos lícitos.
Añadió que muchos campesinos se van a seguir dedicando al cultivo del durazno, de la pera, aguacate, pero demandó que los apoyos del Gobierno realmente lleguen en proyectos viables.
