“El golpe de Estado de 1973 en Chile no era inevitable”: Francisco Estévez

Con una marcha de miles, organizaciones de derechos humanos y partidos políticos chilenos recordaron hoy a las víctimas de la dictadura que se instauró hace 45 años en...

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9 septiembre,2018 2:19 pm
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“Hoy existe un consenso fuerte, muy transversal —no es unánime, pero sí muy transversal— respecto de que en Chile no puede haber nunca más una dictadura que viole los derechos humanos”. Con una marcha de miles, organizaciones de derechos humanos y partidos políticos chilenos recordaron hoy a las víctimas de la dictadura que se instauró hace 45 años en el país.

Texto: Pedro Schwarze / DPA / Foto (Cartel de Salvador Allende): Twitter @AFEPChile
Santiago de Chile, 9 de septiembre de 2018. Para Francisco Estévez, director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile, existe una amplia mayoría en el país que entiende la importancia de defender la democracia y los derechos humanos, pese a que el recuerdo del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 pareciera seguir dividiendo a los chilenos.
“Hoy existe un consenso fuerte, muy transversal —no es unánime, pero sí muy transversal— respecto de que en Chile no puede haber nunca más una dictadura que viole los derechos humanos. Y hay una relación de causalidad: si hay dictadura, hay violación de los derechos humanos”, aseguró Estévez en entrevista con DPA, a propósito de los 45 años del derrocamiento del gobierno de Salvador Allende.
Precisamente el mes pasado el Museo de la Memoria estuvo en el medio de una controversia que le costó el cargo al ministro de Cultura, Mauricio Rojas, apenas cuatro días después de haber sido nombrado, y volvió a levantar un debate sobre las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y las causas que llevaron al golpe de Estado.
Todo eso por las palabras de Rojas en un libro de 2015, de conversaciones con el actual canciller Roberto Ampuero, donde aseguraba que el Museo de la Memoria “más que un museo (…) se trata de un montaje cuyo propósito, que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar”.
Ante la presión de amplios sectores, incluido el mundo de la cultura, el presidente Sebastián Piñera se vio obligado a aceptar la renuncia de Rojas. Sin embargo, esa polémica volvió a descubrir la existencia de sectores y dirigentes políticos de derecha, algunos de ellos en el gobierno, que parecieran acercarse a un tipo de negacionismo que aún hoy considera como inevitable el golpe de Estado de 1973.

(Foto: Twitter @MuseoMemoriaCL)

Consultado sobre las razones de que aún, 45 años después, existan esos grupos con peso e influencia políticas, Estévez sostuvo: “Esa gente hoy está en posición de minoría. De minoría cuantitativa pero también de minoría política. Si no fuera así, Mauricio Rojas no hubiese salido en cuatro días. La verdad es que lo que uno advierte es que existe un consenso político bastante transversal del cual no es ajeno el gobierno. Quiero ser muy claro en esto. No es que todo el gobierno de Piñera sea negacionista, en absoluto”.
Según el director del Museo de la Memoria, tras la designación fallida de Rojas “el gobierno ha tenido la inteligencia de nombrar como ministra de las Culturas a una persona (Consuelo Valdés) que representa lo opuesto del antiguo ministro. Una persona que conoce su oficio, sabe de museografía, por lo tanto va a poder entenderse bien con el mundo de la cultura. Porque lo que representaba el ex ministro era una amenaza para la cultura democrática”.
“Han pasado 45 años pero hoy en Chile hay una conciencia más extendida que antes sobre la importancia fundamental de los derechos humanos en un país democrático”, destacó.
La controversia Rojas-Museo de la Memoria ha terminado favoreciendo a la institución que apuesta por recordar las víctimas de la dictadura y a quienes lucharon por recuperar la democracia. Eso al punto que se ha duplicado el número de público que lo visita y lo blindó ante las intenciones de recortarle fondos por parte del gobierno y de la derecha, que lo ven como un ente incómodo.
“El museo no debería ser incómodo, a menos que la derecha no se haya hecho una autocrítica (sobre el pasado), y ese es el gran problema. Lo que la derecha le debe al país es una profunda autocrítica de porqué dejó caer la democracia y de porqué avaló las violaciones a los derechos humanos”, dijo.
En su opinión, la falta de autocrítica se debe a que la derecha “sigue pensando que el golpe era inevitable”. “Y uno puede suponer que siguen pensando que las violaciones a los derechos humanos fueron inevitables. Por ese este museo es incómodo. Porque este museo dice que el golpe no era inevitable y que tampoco era inevitable que se violaran los derechos humanos”, señaló.
(Foto: Twitter @MuseoMemoriaCL)

En medio de la controversia desde la derecha surgió el planteamiento de que el Museo de la Memoria no consideraba el “contexto” de lo que ocurrió en Chile, en referencia a las causas y antecedentes que llevaron al golpe de Estado; es decir, la polarización política y la crisis generalizada del país.
“Lo que ellos quisieran es que este museo mostrara lo que ellos llaman ‘el contexto’, y el contexto sería justificar la inevitabilidad del golpe. Lo que nosotros hemos sostenido es que el único contexto de las violaciones a los derechos humanos que este museo muestra es la dictadura, es decir, que si no hubiese habido golpe de Estado en 1973 y no se hubiese instalado una dictadura, no se hubiesen cometido las violaciones a los derechos humanos”.
Consultado sobre la idea, que Piñera volvió a reflotar en las últimas semanas, sobre levantar un museo de la democracia, que desde el centro y la izquierda lo consideraron como iniciativa “del empate”, Francisco Estévez discrepó de esa propuesta ya que “el Museo de la Memoria es también un museo de la democracia en el sentido de que muestra la importancia de la democracia y de cómo la gente luchó por la democracia y cómo se defendieron los derechos humanos”.
En su opinión resulta incompatible tener un museo de la democracia y, en directa crítica a Piñera, mostrarse indiferente ante un museo, como el Histórico Naval, que homenajea al almirante José Toribio Merino, uno de los impulsores del golpe de Estado y quien integró la junta militar de gobierno durante todos los años de la dictadura.
“Realmente hay un tema de concepción sobre qué vamos a entender por democracia. Para mí un museo de la democracia es incompatible con avalar la existencia de otro museo donde se justifica el accionar de la Armada, donde se habla de cómo participaron en el golpe de estado en Chile. No puedo aceptar que el valor de la democracia es propio de la derecha. El valor de la democracia es transversal, es válido para todos”, destaca.
 
(Foto: Twitter @MuseoMemoriaCL)

Marcha de miles recuerda a víctimas
de la dictadura a 45 años del golpe

Texto: EFE / DPA
Miles de personas participaron este domingo en la tradicional romería hacia el Cementerio General de Santiago para conmemorar el 45 aniversario del golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 derrocó al presidente Salvador Allende.
La marcha, convocada por organizaciones sociales y pro derechos humanos, se realizó bajo el lema “A 45 años del Golpe Militar, seguimos luchando por verdad y justicia”.
La romería comenzó en la Plaza Los Héroes y avanzó por el centro de la capital chilena hasta el Cementerio General, donde reposan los restos de Allende y hay memoriales que recuerdan las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Como ocurre casi todos los años, la jornada concluyó con disturbios y enfrentamientos entre manifestantes encapuchados y la Policía en las inmediaciones del cementerio, en el barrio capitalino de Recoleta.
Los incidentes, que incluyeron el uso de gases lacrimógenos por parte de los agentes antidisturbios de Carabineros, obligaron a cerrar dos estaciones del metro, informó la empresa.
Antes de los incidentes la manifestación transcurrió de forma pacífica y tranquila. Las agrupaciones y entidades que participaron portaban carteles y pancartas con llamados a acabar con la impunidad de los crímenes de lesa humanidad.
Los miembros de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, una de las entidades que convocó la movilización, marcharon con fotografías de las víctimas del régimen.
La conmemoración del golpe de Estado llega este año con el presidente conservador Sebastián Piñera y la Corte Suprema fuertemente cuestionados por temas relacionados con los derechos humanos.
La diputada opositora Carmen Hertz, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, consideró que la gestión de Piñera en la materia ha sido “lamentable”.
“Este gobierno se estrenó retirando el aporte reparatorio a los presos políticos víctimas de tortura. Después se hace una relativización evidente de los crímenes de exterminios, por lo tanto, el balance que podemos hacer en esta materia es mísero”, dijo Hertz a medios locales.
La destitución de un ministro recién nombrado por unas antiguas críticas al Museo de la Memoria puso algunas semanas atrás el tema de los derechos humanos en la agenda política y mediática.
En este contexto, autoridades de Gobierno y los partidos conservadores que lo respaldan plantearon la necesidad de analizar el contexto político y social de Chile antes del alzamiento militar liderado por Pinochet.
Esto fue interpretado por la oposición de centroizquierda y muchas organizaciones sociales como un intento de justificar el golpe de Estado.
Piñera, en unas declaraciones difundidas por el diario La Tercera este sábado, consideró que la democracia chilena estaba “gravemente enferma” antes del 11 de septiembre de 1973, aunque subrayó que eso no justifica las violaciones a los derechos humanos que se cometieron.
Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, acusó este domingo al mandatario de encabezar una “campaña de impunidad” junto a algunos jueces de la Corte Suprema que otorgaron la libertad condicional a agentes de la dictadura condenados por crímenes de lesa humanidad.
“Ver al presidente de la Corte Suprema reunirse con Piñera, que tiene un compromiso con militares condenados por violaciones a los derechos humanos, realmente demuestra que aquí no hay voluntad de los poderes del Estado de hacer justicia”, afirmó.
La Corte Suprema ordenó en julio pasado la excarcelación de siete antiguos represores de Pinochet que cumplían condena, una decisión muy cuestionada por la oposición y que llevó a un grupo de diputados a presentar una acusación constitucional contra tres jueces del máximo tribunal.
“Seguimos luchando por verdad y justicia”, se leía en uno de los grandes lienzos que se desplegaron durante el tradicional acto en el Memorial del Detenido Desaparecido y Ejecutado Político en el Cementerio General.
La marcha de este año, que se realizó dos días antes del 45 aniversario del golpe, estuvo marcada por la acusación constitucional contra tres miembros de la Corte Suprema que le otorgaron libertad condicional a un grupo de condenados por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La diputada comunista y presidenta de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, Carmen Hertz, calificó la gestión del presidente Sebastián Piñera en esta materia de “lamentable”.
Durante el recorrido se registraron algunos incidentes, aunque de menor gravedad en comparación con años anteriores. Grupos de encapuchados quemaron un local comercial, levantaron barricadas y se enfrentaron a militantes de las Juventudes Comunistas que intentaron controlar los disturbios.
Una vez terminado el acto se produjeron enfrentamientos con Carabineros en las afueras del cementerio, lo que obligó al cierre de dos estaciones del metro. Sin embargo, minutos después ya se había normalizado todo en el sector.

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