Madrid, España, 12 de septiembre de 2018. El actor español Willy Toledo, denunciado por insultar a dios y a la Virgen María, fue detenido hoy después de negarse a acudir a declarar en dos ocasiones ante el juez que investiga el caso, aseguró su defensa.
El polémico activista y actor de 48 años había adelantado que hoy acudiría a un acto de apoyo a su figura en un teatro de Madrid para exponerse al arresto, lo que finalmente ocurrió. “Me detienen”, aseguró el propio Toledo en Facebook. “Se nos jodió el guateque”.
En el mensaje publicado este lunes anunciando su asistencia al acto, el actor llamaba al “pueblo combativo” a la resistencia y avisaba: “Como pienso llevar mi acto de desobediencia hasta las últimas consecuencias (aceptando estas sean cuales sean), no me voy a entregar”.
La detención se produjo ocho días después de que el juez ordenara el arresto de Toledo y su puesta a disposición de la Justicia, donde está citado mañana jueves.
La medida se tomó después de que el actor no se presentase en las dos ocasiones anteriores en que había sido citado para declarar por una denuncia presentada contra él por la Asociación de Abogados Cristianos, una organización de juristas, por un presunto delito contra los sentimientos religiosos.
La polémica se remonta a julio de 2017, cuando Toledo escribió un indignado comentario en su perfil de Facebook que incluía la frase: “Yo me cago en dios y me sobra mierda para cagarme en el dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María”.
Criticaba así la apertura de un juicio oral contra tres mujeres que en una manifestación en 2014 recorrieron las calles de Sevilla con una enorme vagina a modo de virgen, en una acción satírica que denominaron “procesión del coño insumiso”. Monumento del “Santo coño insumiso” en el “Valle de las caídas”
Toledo, conocido por su participación en películas como El otro lado de la cama (2002) o Crimen perfecto (2004) y nominado dos veces a los Premios Goya del cine español, protagonizó en los últimos años diversas polémicas con fuertes declaraciones políticas y religiosas.
Su detención promete profundizar la creciente controversia que vive España por diversas actuaciones judiciales contra artistas, incluidas las condenas a raperos, tuiteros o incluso titiriteros por presuntos delitos de injurias a la Corona o enaltecimiento del terrorismo.
