Texto: Redacción / Foto: La Bandera Noticias
Ciudad de México, 2 de octubre de 2018. En el último mes, el gobierno de Estados Unidos reubicó a cientos de menores indocumentados en un campo en el desierto de Texas, en carpas.
Allí duermen en carpas con espacio para 20 personas, sin acceso a servicios educativos y en donde no reciben defensa legal de ningún tipo, esto con información de The New York Times.
Según el reportaje “Cientos de niños migrantes fueron trasladados silenciosamente a un campamento en Texas”, publicado ayer por el diario estadunidense, los niños que se encontraban en refugios de Kansas hasta Nueva York, fueron despertados a media noche y subidos a autobuses con apenas refrigerios y mochilas para hacer un hasta Texas.
Hasta el momento, los menores habían sido acogidos en casas privadas, en las que dormían dos o tres en una habitación, recibían clases de manera formal y tenían visitas de sus abogados asignados a casos de migración.
Sin embargo, con el traslado, ahora los niños están hacinados en carpas, en grupos de 20, separados por género, no reciben clases de ningún tipo y su acceso a servicios legales es limitado.
Estos viajes nocturnos se reproducen en diferentes sitios de Estados Unidos, pues el gobierno ya no sabe que hacer con los más de 13 mil niños migrantes que han sido detenidos, una cantidad que se ha multiplicado exponencialmente en el último año.
En el reportaje se explica como el campamento Tornillo a uno 50 kilómetros al sureste de El Paso en la frontera con México fue creada para funcionar durante 30 días, con una capacidad para 400 personas; sin embargo, en septiembre se amplió para recibir a 3 mil 800 personas y ahora se pretende que permanezca abierta la menos hasta que se termine este año.
Este movimiento masivo de los niños migrantes tiene encendidas las alertas de los defensores de derechos de los migrantes, que están cuestionando los largos periodos de tiempo que pasan los niños en la custodia federal, alejados de sus familia.
Según declaraciones de trabajadores de estos refugios, a los niños se les mueve de lugar en mitad de la madrugada y se les avisa unas horas antes, pues de esta forma se reducen las posibilidades de intentos de fuga.
La mayor parte de los niños detenidos han cruzado la frontera solos, sin un adulto que los acompañe; algunos cruzaron de forma ilegal y otros más buscan asilo en Estados Unidos.
Con la idea de poder procesar más rápido los casos de los niños los funcionarios migratorios dieron a conocer nuevas reglas entre las que destacan que los menores se presenten a la corte antes de cumplir un mes en detención y no cuando ya tienen 60 días detenidos.
Entre más tiempo pasan los niños detenidos hay mayores probabilidades de que se vuelvan ansiosos, se depriman, y tengan posteriores brotes de violencia o intentos de fuga.
Los médicos que examinan a los migrantes tienen historial delictivo
De acuerdo con otro reportaje del NYT, “Decenas de médicos que examinan a inmigrantes tienen historial delictivo, según un informe”, entre los doctores que el gobierno designa para revisar a los migrantes que solicitan la residencia permanente, hay muchos que tiene antecedentes penales por delitos graves, de acuerdo con los resultados que arrojó un estudio hecho por un organismo de control federal.
El análisis investigó a más de 5 mil 500 médicos de todo el país que el Servicios de Ciudadanía y Migración de Estados Unidos contrató desde 2017 para revisar a los migrantes que solicitan su residencia en ese país.
Se encontró que más de 130 tienes acusaciones graves como un médico acusado de explotación sexual de sus pacientes, y otro que quiso asesinar a un paciente que no estaba satisfecho con sus servicios.
El documento fue difundido la semana pasado por la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional y afirma que la falta de eficiencia al seleccionar a este personal médico, somete a los migrantes a “riesgos de abuso”.
Alma Rosa Nieto, una abogada de asuntos migratorios y vicepresidenta de medios de la Asociación de Abogados de Inmigración Americana declaró que los datos del informe eran “inquietantes y aterradores”, pues lo migrantes son en particular personas en vulnerabilidad, muy necesitadas que “están desesperadas por obtener su residencia permanente”.
Estos médicos forman parte de los evaluadores del gobierno y deben hacer estudios a los migrantes para determinar si tienen alguna enfermedad que puede ser una amenaza pública, si padecen de algún trastorno mental o si son adictos.
Sin embargo, en cuanto a los médicos no es posible saber si estuvieron vinculados a delitos ni si están en la lista aprobada por el gobierno.
En una muestra de 135 doctores, el 14% no contaba con la documentación necesaria, incluidos los certificados de grados de los doctores.
Del total del equipo médico de 5 mil 569 doctores, 132 fueron encontrados culpables de algún crimen, penalizados por las juntas médicas de los estados o enfrentados a alguna sanción.
Entre las acusaciones, se encuentran médicos que cometieron fraudes al servicio de salud, médicos que no pagaron préstamos o becas estudiantiles, y otros tantos relacionados con “conductas deshonestas, repugnantes y, en repetidas ocasiones, negligentes respecto del cuidado y tratamiento de los pacientes”.
