En el tercer día de la jornada “Escucha mi voz 43”, a una semana de que se cumplan tres años de la desaparición de sus hijos, agradecen a los estudiantes de Ayotzinapa su acompañamiento en las protestas pese a los riesgos
Texto: Lourdes Chávez / Foto: Jessica Torres Barrera. Asistentes a la presentación de la reconstrucción forense, del ataque a los normalistas de Ayotzinapa en la ciudad de Iguala, el 26 de septiembre del 2014.
Chilpancingo, Gro., 18 de septiembre de 2017. En el tercer día de la jornada de lucha “Escucha mi voz 43”, y a una semana de que se cumplan tres años de la desaparición forzada de los normalistas en Iguala, padres y madres agradecieron a los estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa el acompañamiento en las acciones de protesta el 26 de cada mes, pese a los riesgos.
En un mitin político en el teatro Hundido de la Alameda, la señora María, mamá del normalista desaparecido Miguel Ángel Martínez Hernández, lamentó que aún con las investigaciones independientes, documentales que evidencian la intervención de los militares, de los policías federales y municipales en el ataque del 26 y 27 de septiembre, “el gobierno no hace nada, “¡sí ahí están todas las pruebas!”, declaró.
Ante un centenar de jóvenes normalistas, principalmente hombres del internado, ratificó que los padres mantendrán su demanda de presentación con vida de los 43 estudiantes, “no queremos dinero, ni cosas materiales queremos a nuestros hijos, son nuestros, y me duele que cada vez que salimos a actividad, ustedes (los estudiantes de Ayotzinapa) van con nosotros, y no quiero que los ataquen otra vez”.
La señora Hilda Legideño, mamá de Jorge Antonio Tizapa Legideño, señaló que este ciclo escolar, sus hijos desaparecidos hace 35 meses, deberían estar cursando el cuarto grado de la licenciatura, a pesar del tiempo, ratificó que no van a abandonarlos, “es una necesidad de saber dónde los tienen”, dijo. Confirmó que no van a aceptar ninguna versión de las autoridades sin pruebas científicas.
Recordó que los padres y madres han sufrido mucho desde que las autoridades informaron del hallazgo de fosas en Iguala con 28 muertos, que el gobierno estatal quiso hacer pasar por los estudiantes desaparecidos, y después el gobierno federal dijo que estaban muertos y quemados en un basurero. Reconoció que sin la investigación del Equipo Argentino de Antropología Forense y de Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) no habrían podido evidenciar las mentiras.
Recordó que las autoridades responsabilizaron a la delincuencia organizada de los ataques indiscriminadamente violentos en Iguala, donde dos alumnos fueron asesinados a balazos, un tercero a golpes, y 43 detenidos-desaparecidos, “pero la delincuencia es el mismo gobierno. [El 26 de septiembre de hace tres años], ¡Iguala estuvo sitiada por policías federales, municipales de Iguala y de Huitzuco, así que continuaremos en pie, porque son nuestros hijos!, la lucha de los padres también es de los estudiantes y tenemos que salir adelante”, concluyó.
El señor Margarito Ramírez, papá de Carlos Iván Ramírez, uno de los 43 jóvenes desaparecidos de manera forzada, insistió en que fueron uniformados, no delincuentes quienes se llevaron detenidos a los 43 normalistas de Ayotzinapa: “este maldito gobierno francamente ha sido el agresor, el que asesina. Pero eso este mal gobierno hace y deshace, nosotros le decimos que vamos a seguir en la lucha, no se llevaron animales. Advirtió que no le deseamos mal a nadie pero este gobierno cualquier rato va a seguir desapareciendo gente, ¡¿no piensa que son seres humanos?!”
Llamó a los estudiantes, a los paseantes en la alameda Granados Maldonado, a levantarse con palos y piedras, defenderse con uñas y dientes, y “acabar con este gobierno podrido. Nacimos para morir —dijo el hombre de oficio campesino—, “pero no se vale que el mismo gobierno mate y desaparezca”.
En su intervención, el vocero de los padres de familia, Melitón Ortega, dijo que aún no pueden entender por qué los estudiantes fueron atacados con tanta brutalidad, por fuerzas policiacas y criminales.
Lo único que podría dar una explicación congruente es la protección del trasiego de droga de Iguala a Chicago, en el transporte público, que se pudo sentir amenazada, como señalaron los expertos independientes del GIEI, como una línea de investigación pendiente por profundizar.
Lamentó que la Procuraduría General de la República se dedique a palomear los puntos atendidos de las recomendaciones del GIEI, sin aportar resultados sustanciales, que permitan esclarecer los hechos y avanzar en la justicia.
Aseguró que los militares tienen toda la información de lo sucedido esa noche, y no niegan a aportar los datos que permitirían saber dónde están los jóvenes, y castigar a los responsables de tanta agresión.
Ayer, se tenía prevista la difusión del documental Mirar Morir, del periodista, fotográfo y documentalista que señala paso a paso las acciones de seguimiento de los militares a los normalisas de Ayotzinapa, desde la tarde del 26 de setiembre y la noche y madrugada del 27 de septiembre, presentada hace un año en Netflix.
Sin embargo, por problemas de la memoria digital que contenía el video se canceló la proyección, y seis padres de familia, campesinos y amas de casa, subieron a la tribuna a hacer su denuncia.
Melitón Ortega informó que también se programó la proyección de documentales en Tlapa, Atoyac, Ayutla, Ometepec, San Luis Acatlán, además de la Ciudad de México y otros estados de la República, donde los padres hicieron una recorrido para mantener la exigencia de presentación con vida de los 43. Ayer por la noche, se confirmaron acciones de apoyo a Ayotzinapa, al menos en Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo.
