“El Mayo” Zambada, el as bajo la manga de la defensa de “El Chapo”

El narco, que se encuentra prófugo de la Justicia y jamás ha sido arrestado, acaba de ser convertido por la defensa de El Chapo en su mejor baza en el juicio por narcotráfico que comenzó esta semana en Nueva York, que puede acabar con el narco en una cárcel estadunidense de por vida.
¿Quién es el mayor traficante de drogas de México? La pregunta la planteó Jeffrey Lichtman, uno de los abogados principales de Guzmán, en el alegato inicial el primer día del juicio.
Respondió mirando al jurado. El mayor traficante de México es “un hombre del que nunca han oído hablar hasta hoy: un hombre llamado Ismael Zambada, alias El Mayo. Mientras el mundo está fijándose en la figura mítica de El Chapo, el mundo no está fijándose en El Mayo Zambada”, dijo.
Intentó así sembrar la duda sobre la posición de Guzmán en el Cártel de Sinaloa. No negó que su cliente hubiera pertenecido a él, pero lo expuso como un mando intermedio al que el verdadero líder habría convertido en chivo expiatorio en colaboración con los Gobiernos de México y Estados Unidos. El Mayo, dijo el letrado, pagó sobornos millonarios al actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, y a su antecesor, Felipe Calderón, y así evitó ser arrestado, aseguró Lichtman sin presentar pruebas.
La fiscalía, que en su alegato inicial habló de El Chapo como el máximo líder del cártel y el mayor narcotraficante del mundo, ha pedido al juez Brian Cogan que desestime la exposición de Lichtman y ordene al jurado no tenerla en cuenta por “argumentación indebida” y “rumores inadmisibles”.
El Mayo Zambada, de 70 años, jamás ha caído en manos de las fuerzas de seguridad. Estados Unidos ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por él, la misma que ofreció por El Chapo las dos veces que escapó de sendas prisiones mexicanas.
Porque El Chapo, él sí, ha pasado tiempo en prisión. Y es probable que acabe sus días en una. Acusado de 11 cargos de narcotráfico, conspiración y lavado de dinero, a sus 61 años puede ser condenado a cadena perpetua solo con ser declarado culpable en uno de ellos. El principal es el de manejo de organización criminal. Sus abogados apuntan a desmontar ese cargo confiando en un efecto dominó sobre el resto.
La estrategia recuerda a la que Lichtman siguió en el caso por el que se hizo famoso, el del mafioso neoyorquino John A. Gotti. El letrado no negó entonces que su cliente hubiera pertenecido a la mafia, pero aseguró que hacía tiempo que la había dejado, atacando la teoría central de la fiscalía. El juicio acabó siendo declarado nulo y Gotti se salvó de ir a la cárcel porque la fiscalía tiró la toalla a la hora de buscar un nuevo proceso.
Es bastante probable que Lichtman tuviera razón al asegurar que el jurado nunca había oído hablar de El Mayo Zambada. Sobre él no se ha hecho una serie de televisión como la que hicieron Netflix y Univisión sobre El Chapo. Tampoco lo ha entrevistado el actor Sean Penn para la revista Rolling Stone. Ni hay muchas fotos de él. Pero en México es un viejo conocido.

Nacido el 1 de enero de 1948, se inició en el narcotráfico en el Cártel de Guadalajara. De ahí pasó al de Juárez. Pese a su importancia, siempre ha mantenido un perfil bajo. México lo sitúa al frente del Cártel de Sinaloa junto a El Chapo y Juan José Esparragoza Moreno El Azul. La presunta muerte de este último en 2014 y la captura de Guzmán lo habrían dejado al frente.
Tras la detención de El Chapo, se dice que intervino para frenar una guerra entre los hijos de éste y su supuesto heredero al frente de la organización, Dámaso López El Licenciado. Extraditado en julio a Estados Unidos, va a ser uno de los testigos cooperadores de la fiscalía contra El Chapo.
Jesús Reynaldo Zambada García, hermano de El Mayo, subió al estrado hoy. Allí se espera en las próximas semanas también a dos hijos de El Mayo, encarcelados en Estados Unidos y quienes presumiblemente verán sus condenas reducidas por testificar contra Guzmán.
A El Mayo Zambada lo conocen bien las autoridades de Estados Unidos, donde la primera acusación en su contra se presentó en 2003. Un año antes, en 2002, había sido incluido por el presidente George W. Bush en la “lista Kingpin”, la de los grandes narcotraficantes.
En 2009 llegó la acusación junto a otros cinco líderes del cártel de Sinaloa, entre ellos El Chapo. En 2014, Guzmán y Zambada fueron encausados juntos en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, que es donde está siendo juzgado ahora El Chapo.
Texto: Sara Barderas, DPA / Foto: redes sociales