“Ratifica su rechazo al cambio de sede” y enumera tres razones para justificar su postura. De la protesta, sin embargo, no se desprende que el equipo “millonario” tenga previsto no presentarse al encuentro.
Madrid, España, 1 de diciembre de 2018. La accidentada final de la Copa Libertadores de América sigue añadiendo capítulos a su saga. Hoy sábado, River Plate sumó un nuevo foco de conflicto al manifestar su enérgico rechazo a la decisión de la Conmebol de disputar en Madrid el partido de vuelta ante Boca Juniors.
“El club entiende que la decisión desnaturaliza la competencia, perjudica a quienes adquirieron su ticket y afecta la igualdad de condiciones a partir de la pérdida de la condición de local”, señaló el conjunto argentino en un comunicado.
La Conmebol (Confederación Sudamericana de Futbol) anunció esta semana que River y Boca definirán el título el 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu de la capital española.
El partido de ida acabó 2-2 en la Bombonera de Boca y la revancha prevista para el 24 de noviembre fue suspendida a raíz de los graves incidentes ocurridos en las inmediaciones del Monumental de River, donde el autobús que transportaba al plantel “xeneize” fue atacado con distintos objetos contundentes. Algunos jugadores de Boca, entre ellos el capitán Pablo Pérez, sufrieron heridas debido al episodio.
Hoy, en un comunicado, River señaló que “ratifica su rechazo al cambio de sede” y enumeró tres razones para justificar su postura. De la protesta, sin embargo, no se desprende que el equipo “millonario” tenga previsto no presentarse al encuentro.
En primer lugar, River consideró que la falla del operativo de seguridad del sábado 24 no es “de ningún modo responsabilidad del club”, sino de las autoridades del Estado, las cuales asumieron “abiertamente” su responsabilidad.
Además, se refirió a la situación de los “más de 66.000 asistentes al estadio (que) aguardaron pacientemente durante alrededor de ocho horas el día sábado y volvieron a concurrir por segunda vez al estadio el día domingo”.
“A esos mismos espectadores se les niega ahora -injustificadamente- la posibilidad de presenciar el espectáculo, en virtud de la evidente diferencia de costos y la distancia propia de la sede elegida”, argumentó River.
Por último, el club argentino consideró “incomprensible que el clásico más importante del futbol argentino no pueda desarrollarse con normalidad en el mismo país que en los días que corren se desarrolla un G20”.
“El futbol argentino en su conjunto y la Asociación del futbol Argentino (AFA) no pueden ni deben permitirse que un puñado de violentos impidan el desarrollo del Superclásico en nuestro país”, concluyó.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, defendió hoy en Buenos Aires la decisión de la Conmebol de trasladar el partido a Madrid.
“Se jugará en Madrid, que es también un poquito Sudamérica quizás. Pero que sea algo que marque un antes y un después por el futbol”, pidió Infantino tras participar como invitado en el G20, la cumbre que reúne a los mandatarios de los países más poderosos de mundo.
“La Conmebol es la que toma las decisiones. Todas las partes lo acordaron. La FIFA aprobó la decisión de la Conmebol y jugar el partido en España, no es el único partido en el mundo que no se puede celebrar. Tenemos en el futbol un problema de violencia que tenemos que erradicar”, indicó el directivo, que aseguró no conocer la postura contraria de River.
Mientras tanto, el inusual partido que se jugará en Madrid siguió generando hoy reacciones en el futbol español. “Es algo extraño, es como si la final de la Champions se jugara en Río de Janeiro o en Buenos Aires”, afirmó este sábado Ernesto Valverde, el técnico del Barcelona.
“Es cierto que son circunstancias especiales, que nos ha pillado a todos por sorpresa y que es un espectáculo para todo el mundo, pero se me hace extraño”, concluyó el entrenador azulgrana.
Su homólogo en el Real Madrid, Santiago Solari, lamentó el viernes que la revancha entre River y Boca tenga que disputarse en Madrid “porque una pequeña parte” de la sociedad argentina “esté abocada a romper todo”.
“Es una pena”, afirmó Solari, ex jugador de River. “No puedo dejar de aludir a las causas de que se tenga que jugar a un océano de distancia. Ha roto muchos corazones y es una lástima, sobre todo como ejemplo para los niños”.
Comunicado del River Plate
Texto: Tomás Rudich / DPA / Foto:
La Conmebol (Confederación Sudamericana de Futbol) anunció esta semana que River y Boca definirán el título el 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu de la capital española.
El partido de ida acabó 2-2 en la Bombonera de Boca y la revancha prevista para el 24 de noviembre fue suspendida a raíz de los graves incidentes ocurridos en las inmediaciones del Monumental de River, donde el autobús que transportaba al plantel “xeneize” fue atacado con distintos objetos contundentes. Algunos jugadores de Boca, entre ellos el capitán Pablo Pérez, sufrieron heridas debido al episodio.
Hoy, en un comunicado, River señaló que “ratifica su rechazo al cambio de sede” y enumeró tres razones para justificar su postura. De la protesta, sin embargo, no se desprende que el equipo “millonario” tenga previsto no presentarse al encuentro.
En primer lugar, River consideró que la falla del operativo de seguridad del sábado 24 no es “de ningún modo responsabilidad del club”, sino de las autoridades del Estado, las cuales asumieron “abiertamente” su responsabilidad.
Además, se refirió a la situación de los “más de 66.000 asistentes al estadio (que) aguardaron pacientemente durante alrededor de ocho horas el día sábado y volvieron a concurrir por segunda vez al estadio el día domingo”.
“A esos mismos espectadores se les niega ahora -injustificadamente- la posibilidad de presenciar el espectáculo, en virtud de la evidente diferencia de costos y la distancia propia de la sede elegida”, argumentó River.
Por último, el club argentino consideró “incomprensible que el clásico más importante del futbol argentino no pueda desarrollarse con normalidad en el mismo país que en los días que corren se desarrolla un G20”.
“El futbol argentino en su conjunto y la Asociación del futbol Argentino (AFA) no pueden ni deben permitirse que un puñado de violentos impidan el desarrollo del Superclásico en nuestro país”, concluyó.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, defendió hoy en Buenos Aires la decisión de la Conmebol de trasladar el partido a Madrid.
“Se jugará en Madrid, que es también un poquito Sudamérica quizás. Pero que sea algo que marque un antes y un después por el futbol”, pidió Infantino tras participar como invitado en el G20, la cumbre que reúne a los mandatarios de los países más poderosos de mundo.
“La Conmebol es la que toma las decisiones. Todas las partes lo acordaron. La FIFA aprobó la decisión de la Conmebol y jugar el partido en España, no es el único partido en el mundo que no se puede celebrar. Tenemos en el futbol un problema de violencia que tenemos que erradicar”, indicó el directivo, que aseguró no conocer la postura contraria de River.
Mientras tanto, el inusual partido que se jugará en Madrid siguió generando hoy reacciones en el futbol español. “Es algo extraño, es como si la final de la Champions se jugara en Río de Janeiro o en Buenos Aires”, afirmó este sábado Ernesto Valverde, el técnico del Barcelona.
“Es cierto que son circunstancias especiales, que nos ha pillado a todos por sorpresa y que es un espectáculo para todo el mundo, pero se me hace extraño”, concluyó el entrenador azulgrana.
Su homólogo en el Real Madrid, Santiago Solari, lamentó el viernes que la revancha entre River y Boca tenga que disputarse en Madrid “porque una pequeña parte” de la sociedad argentina “esté abocada a romper todo”.
“Es una pena”, afirmó Solari, ex jugador de River. “No puedo dejar de aludir a las causas de que se tenga que jugar a un océano de distancia. Ha roto muchos corazones y es una lástima, sobre todo como ejemplo para los niños”.
Comunicado del River Plate
Texto: Tomás Rudich / DPA / Foto: