La Fiscalía General de la República (FGR) abrió la carpeta de investigación FED/HGO/TULA/00028/2019 a fin de deslindar responsabilidades. La explosión dejó un cráter.
Tlahuelilpan, Hidalgo, 19 de enero de 2019. Enardecidos, pobladores de Tlahuelilpan, donde se registró la explosión de una toma clandestina —que dejó, hasta el momento 66 muertos y 76 heridos—, exigieron la búsqueda de sus familiares reportados como desaparecidos.
“Muchas gente corrió para todos lados, yo encontré un cadáver en la zanja, y eso que fue a 100 metros del ducto, corrieron en llamas y cayeron en varios lugares”, gritó uno de ellos.
Los inconformes rompieron tres cercos de seguridad de militares y entre empujones llegaron hasta la zona cero. Y la mañana de este sábado, al filo de las 08:45 horas, los habitantes de la zona aguardaban para empezar con el levantamiento de los cuerpos calcinados e iniciar con el proceso de identificación, mientras los peritos, seguían trabajando.
En el lugar se encontraban peritos forenses, elementos de la Agencia de Investigación Criminal y soldados, además de empleados de Petróleos Mexicanos (Pemex), entre otros. Y en el transcurso de las primeras horas de la mañana llegaban carros funerarios, mientras se informaba del hallazgo de llaveros en algunos de los restos y se daba a conocer que se colocarían listas con nombres de las víctimas que se fueran identificando.
Pero la noche del viernes, los habitantes de la zona corrieron entre sembradíos para llegar al punto de conflagración, que lucía humeante. Y los militares no pudieron impedir el paso de lo quejosos.
Familiares intentaron reconocer a sus parientes entre los cuerpos que quedaron carbonizados, cerca de la toma clandestina, donde figura una cráter por la explosión.
Entre lágrimas, mujeres intentaron en vano reconocer a sus familiares.
“No se sabe quién es quién”, soltó una vecina entre sollozos. Y otros advertían que la práctica –el robo de combustible– es muy común, que es una organización y que se convocan a través de las redes sociales. Son familias enteras, aunque nadie lo acepta.
Los vapores del combustible se percibían en la zona, por lo que personal de Pemex urgió a los pobladores a evacuar, mientras personal de seguridad pública acordonaba la zona.
“Tenemos que preservar el lugar, por favor salgan de aquí, hay líquido todavía”, clamó un general de Brigada.
El incendio fue ocasionado por una toma clandestina en el ducto Tuxpan-Tula, km 226.
La estrategia de combate al incendio incluyó, entre otros, 7 motobombas, 10 pipas con espuma y personal coordinados a través de un puesto de comando operativo en el sitio.
La Fiscalía General de la República (FGR) abrió la carpeta de investigación FED/HGO/TULA/00028/2019 a fin de deslindar responsabilidades.
Texto: Vicente Flores Hernandez / Agencia Reforma
Foto: Édgar Medel / Agencia Reforma
