El gobierno chino reclama el derecho a construir instalaciones militares en el archipiélago Spratly, un área de más de 400 mil kilómetros cuadrados, foco de un conflicto territorial entre China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam. La próxima reunión entre Trump y Xi podría celebrarse en Mar-a-Lago.
Washington, 11 de febrero de 2019. Dos destructores lanzamisiles estadunidenses, el USS Spruance y el USS Preble, pertenecientes a la Armada de EU navegan este lunes a 12 millas náuticas de las islas Spratly, una archipiélago objeto de un conflicto territorial entre China y varios países asiáticos, según informó la cadena de noticias norteamericana CNN.
La operación se lleva a cabo “para desafiar reclamaciones excesivas y preservar el acceso a las vías marítimas conforme al derecho internacional”, según ha explicado el portavoz de la Séptima Flota de Estados Unidos, Clay Doss. El portavoz subrayó que “Estados Unidos volará, navegará y operará donde lo permitan las leyes internacionales”.
“Eso es cierto tanto en el mar del Sur de China como en otros lugares del mundo”, añadió.
La maniobra que ha llevado a cabo este lunes es la segunda que Estados Unidos reconoce haber realizado en el Mar Meridional de China en lo que va este año. En enero pasado, el destructor USS McCampbell navegó a menos de 12 millas náuticas de las islas Paracelso.
Como consecuencia, el gobierno chino acusó a Washington de invadir sus aguas territoriales y aseguró que había desplegado misiles “capaces de atacar barcos medianos y grandes”.
Pekín reclama el derecho a construir instalaciones militares en el archipiélago Spratly, conformado por un centenar de islotes y arrecifes esparcidos en un área de más de 400 mil kilómetros cuadrados.
El archipiélago es el foco de un conflicto territorial entre China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam que reclaman partes o la totalidad de este territorio. También Brunéi ha marcado su presencia en algunos arrecifes del archipiélago, sin reclamarlos formalmente.
La Corte de Arbitraje Internacional de La Haya dictaminó en julio de 2016, a petición de Filipinas, que no existe una base legal para las reclamaciones que presenta Pekín en la zona marítima comprendida dentro de “la línea de nueve puntos” en el mar del Sur de China.
La próxima reunión entre Trump y Xi podría
celebrarse en Mar-a-Lago, según medios de EU
También en Washington, se informó este lunes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría reunirse en marzo próximo con su homólogo chino, Xi Jinping, en Mar-a-Lago, el club exclusivo que el mandatario estadunidense tiene en Palm Beach, Florida.
De acuerdo con el portal digital especializado en política Axios, citando dos fuentes de la Casa Blanca, ambos funcionarios citados han asegurado que la mansión de Mar-a-Lago es el lugar ” más probable” de la próxima reunión entre los líderes, que podría tener lugar a mediados del próximo mes. Al mismo tiempo, han dejado claro que nada está resuelto aún.
Una tercera fuente de la administración estadunidenses explicó que se habrían planteado otros puntos de encuentro, como Pekín, por lo que es muy pronto para anunciar de manera oficial dónde se va a llevar a cabo la reunión bilateral, que tampoco está confirmada.
Según los informes de Axios, la próxima reunión de Trump con el líder norcoreano Kim Jong-un que tendrá lugar a finales de este febrero en Vietnam, “ha complicado la logística” de la cumbre estadunidense-china.
Trump quería entrevistarse con Xi antes del 1 de marzo —fecha en la que termina la tregua en la guerra comercial entre ambos países—, pero tres fuentes familiarizadas con conocimiento directo del tema han explicado que las reuniones no han podido organizarse con tan poca antelación.
Pekín y Washington llevan enfrentados una guerra comercial desde que el presidente Trump impuso en junio de 2018 aranceles de hasta el 25 por ciento a las importaciones chinas por un valor de 50 mil millones de dólares, con el objetivo de aliviar el déficit desfavorable en el intercambio bilateral.
A principios de diciembre de 2018, en el margen de la cumbre del G-20 celebrada en Argentina, los líderes de las dos mayores economías del mundo acordaron una tregua en la guerra comercial. El líder chino, Xi Jinping, prometió corregir el desequilibrio importando más productos agrícolas, energéticos e industriales de EU.
Trump, por su parte, acordó suspender los planes para aumentar los aranceles a productos chinos por un valor de 200 mil millones de dólares del 10 al 25 por ciento para allanar el camino para las negociaciones con Pekín, pero advirtió que si estos esfuerzos no tienen éxito en un plazo de tres meses las tarifas serán establecidas según lo planeado.
Texto: Europa Press / Foto: Archivo El Sur-Ivanov Artyom / Zuma Press/ DPA
