La originalidad de “Roma” estriba en que no profundiza en ninguna de sus tramas: Jorge Ayala Blanco

No es una película sicológica, sino más bien estamos ante una pieza sobre la recreación de la memoria, dice en entrevista el crítico de cine y decano de...

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16 febrero,2019 8:00 am
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No es una película sicológica, sino más bien estamos ante una pieza sobre la recreación de la memoria, dice en entrevista el crítico de cine y decano de la UNAM.
El Sur / Ciudad de México, 16 de febrero de 2019. La película Roma, dirigida por el cineasta Alfonso Cuarón, podría ganar no sólo en la categoría de Mejor Película de Habla no Inglesa en la próxima entrega de los Oscar, a realizarse el 24 de febrero, sino imponerse en la categoría reina de la noche, pues está nominada también como Mejor Película.
Aun si no gana, Roma ya se convirtió en la primera cinta hablada en español en lograr el mayor número de nominaciones (10) en los premios de la Academia, incluyendo Mejor Director (Alfonso Cuarón), Mejor Guión, Mejor Fotografía, Mejor Actriz (Yalitza Aparicio) y Mejor Actriz de Reparto (Marina de Tavira).
En entrevista con El Sur en Ciudad de México, el prestigiado crítico de cine Jorge Ayala Blanco considera que la película tiene diversas cualidades, entre ellas el no profundizar en ninguna de sus tramas. Y que “todo es exterior”.
De hecho, es ahí donde radica la originalidad de Roma, considera el también profesor decano de la UNAM.
–Algunas personas critican que Cuarón nos cuenta muy poco sobre la vida el personaje principal, Cleo –se le comenta.
–Mira, yo creo que no es una película sicológica, sino más bien estamos ante una pieza sobre la recreación de la memoria. Lo único que sabemos de ella, interpretada por Yalitza, es la exterioridad. Eso es muy de cine y justo de esa época. Claro, hay que saber. La película recrea situaciones que vivió el propio realizador, y no tiene por qué profundizar en los personajes de una manera, digamos, de construcción de personajes. Más bien es lo que queda en la memoria. El espectador, tú, yo, adivinamos lo que vive la protagonista. Esa es la manera en que se aborda.
–¿Cada espectador se crea una idea de la película?
–Sí, de eso se trata. Y de crear momentos de gran intensidad dentro de ese fluir de un tiempo pasado. No hay ningún personaje en el que se abunde, como pasa con el de Marina (de Tavira). No sabemos mucho de ese personaje, ni del de Cleo, ni de ninguno de los otros. A ver, lo que recrea Roma son instantes vividos, y la interacción social entre ellos. La idea es no tener una trama construida como tal.
–¿Qué opina de la actuación de Yalitza Aparicio?
–A la protagonista la vemos trabajando en ese mundo de la necesidad. Es lo único que sabemos, y que está ahí con su paisana, interpretada por Nancy García. Una de las ideas generales es que hizo más visible el trabajo doméstico, reivindica la figura del servicio doméstico dentro de la sociedad mexicana. O sea, se trata precisamente de visualizarlo, pero se hace desde el punto de vista de la clase media, no desde esa clase social –la de Cleo– ni desde dentro del personaje principal, sino tal como lo vive la clase media. Un niño de clase media que es el propio Cuarón. También se trata del sitio que ocupa –la trabajadora doméstica– dentro de esa familia a la que finalmente está integrada.
“Fenómeno de marketing
Desde su primera exhibición, Roma tuvo el apoyo de los críticos, cuando se impuso en el Festival Internacional de Cine de Venecia, en donde ganó el León de Oro. Luego obtuvo el Globo de Oro en la categoría de Mejor Película Extranjera y Mejor Director.
Y está seleccionada para representar a México en la categoría de Mejor Película de Habla no Inglesa, en la edición 91 de los Oscar, aparte de otras nueve nominaciones.
Ayala Blanco, ganador del premio Fénix en 2015, escribió por primera y última vez sobre la película desde septiembre pasado para un periódico nacional y, ahora confiesa, no pensó que Roma se convertiría en un fenómeno.
“En ese momento, mi visión fue mucho más fresa. Me parece que, actualmente, ya está sepultado el asunto de las reacciones que provocó la película”
Fue un bombardeo impresionante, indica. “Bueno, lo sigue siendo, pues se ha gastado en la publicidad de la película mucho más de lo que costó, para promoverla. Es el negocio de Netflix, pero ese es otro tema: el bombardeo del fenómeno Roma, más que la película misma”.
El experto en cine vuelve por un instante a la actuación de Aparicio: “Nunca hubiera imaginado que Poncho (Alfonso Cuarón) encontrara una persona tan sensible, tan expresiva. Y sí, es evidente que está soberanamente dirigida. No se puede negar. Finalmente, es una creación del realizador. A Marina de Tavira la vi en un par de películas, no recuerdo cuáles, pero sí sé que en teatro es una persona muy respetada”.
–Se ha criticado que Roma romantiza el trabajo doméstico.
–No lo creo. Yo sostengo la idea de que nada se profundiza en la película de una manera directa, esa es la característica principal. Entonces todo el mundo puede, precisamente, sensibilizarse de diferente manera. Otro ejemplo, nos enfrentamos ante el tema del halconazo –la matanza de estudiantes del 10 junio de 1971–, pero no profundiza, para nada. Quién sabe qué entienda la gente que no está enterada de ese acontecimiento. Fuera de México, no sé cómo le recibieron o lo reciban.
Se podría decir –continúa Ayala Blanco– que aquí al menos reconocemos los lugares, o identificamos que se trata de una manifestación que fue reprimida. Me parece que ni siquiera tienes que explicárselo a los chavos, explicarles lo del halconazo o Jueves de Corpus, digo. Es parte de la recreación y sutileza de la película. Los que vivimos esa época, podemos memorizar. Desde ese punto de vista, hay mucho que explicarle a la gente. Es una película que puede ser la base para discutir diversos temas. Ha funcionado, se convirtió en un fenómeno rarísimo. Yo nunca me imaginé.
–Hay otra película que se llama Hilda (2015), que aborda temas similares: trabajo doméstico, clases sociales. ¿La vio? No tuvo la misma difusión. ¿El éxito de Roma es la mercadotecnia?
–Sí, exactamente, Hilda es una buena referencia de Roma. Escribí sobre ella. Y creo que el éxito de Roma en gran medida ha sido por la campaña de marketing, en efecto. Es un fenómeno de marketing. Claro que la película tiene su nivel, su fuerza, de otra manera no se hubiera conseguido nada. Por otra parte, la gente realmente se sensibiliza con la película, pues es una de esas que ve uno y se queda en la mente, obviamente depende de la sensibilidad de los espectadores. Es decir, les llega a quienes están acostumbrados a ver ese tipo de cine. Hay gente que espera la trama tradicional, y pues no, porque evidentemente no la tiene.
Texto: Guillermo Rivera / Foto: Cortesía de Pecime
 
 

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