Pide el arzobispo investigar y no dejar como “cosa cerrada” el caso de Obtilia Eugenio

Leopoldo González opina que la llegada de más efectivos de la Marina a Acapulco es una medida para establecer la seguridad, pero reitera que también es importante la...

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18 febrero,2019 5:46 am
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Leopoldo González opina que la llegada de más efectivos de la Marina a Acapulco es una medida para establecer la seguridad, pero reitera que también es importante la formación de las policías porque esa tarea es responsabilidad de éstas.
Acapulco, Guerrero, 18 de febrero de 2019. El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, afirmó que es “buena” la aparición de los integrantes de la Organización del Pueblo Indígena Me’phaa (OPIM), Obtilia Eugenio Manuel e Hilario Cornelio Castro, pero aclaró que si fue un secuestro no puede quedarse “como cosa cerrada”.
En su conferencia dominical, dijo que se debe hacer una investigación para llegar a la verdad del caso y dar con los responsables, para restablecer el orden jurídico.
Al comentario de un reportero, de que no fueron secuestrados sino se trató de otra situación, el prelado católico insistió en que también es necesario esclarecer y llegar a la verdad, porque esto es una tarea propia de la autoridad.
Sobre el caso de los dirigentes de la OPIM, el arzobispo Leopoldo González dijo que como en toda situación, donde se mira una acción delictuosa, se debe investigar y llegar a la verdad, “si se trató de un secuestro, se trató algo en contra de ellos. Pues como quien soy tengo la primera obligación de decir a los que secuestraron dejen de hacer el mal y recapaciten, porque no es dañando cómo se logra el bien”.
Añadió que si los dirigentes fueron golpeados, como algunas noticias dicen, “entonces mi cercanía para esas personas y decirles que me duele que los hayan golpeado”.
El jerarca católico subrayó que si se trató de un “secuestro”, reconocía a la sociedad civil, a las autoridades estatal y federal, pues no le ha tocado estar tan cerca de un momento “en que haya habido tanta colaboración para encontrar a algunas personas. Tal vez haya habido otras, pero no me ha tocado. Este ha sido el (caso) que he mirado con mayor fuerza para la búsqueda de estas personas”.
Como se informó en su momento, la desaparición de los dos líderes de la OPIM se dio el martes, cuando habrían sido raptados en la carretera de Tierra Colorada a El Ocotito, de acuerdo con lo denunciado en su cuenta de Twitter por el sacerdote Alejandro Solalinde. Al saber de la desaparición, se inició una fuerte búsqueda por tierra y aire y mostrando la foto de los dos dirigentes, casa por casa; mientras, organismos nacionales e internacionales exigían encontrarlos con vida.
Este sábado, el gobernador Héctor Astudillo Flores en su cuenta de Twitter informó que ambos dirigentes de la OPIM fueron encontrados con vida, que se encontraban bien y protegidos.
El arzobispo también habló de la llegada de más efectivos de la Secretaría de Marina a Acapulco, y opinó que la medida es para establecer la seguridad, pero reiteró que también es importante la formación de las policías porque es responsabilidad de ellas. Indicó que de acuerdo con las encuestas, la ciudadanía tiene alta confianza en la Marina.
Indicó que la situación de inseguridad y violencia que se vive en el país empuja para encontrar una solución, que en esa intención está la propuesta de la Guardia Nacional y calificó como buena la apertura del Senado, para escuchar a los que están a favor y en contra.
Consideró que es necesario agotar el diálogo hasta llegar a lo mejor para el país. Precisó que no está a favor o en contra y sí que haya un análisis que permita lo mejor.
Indicó el prelado católico que la presencia permanente de la Marina y el Ejército no entra dentro de las funciones propias de éstos, por lo que se tienen que mirar como una medida en este momento para buscar establecer la seguridad entre nosotros, pero “no dejo de señalar los procesos de formación de la policía, para que asuma esto que es propio de ella. Así fue como inició esta presencia del Ejército en las ciudades, como una medida en vista, para una formación de la policía y tomara este asunto que es propio suyo”.
Sobre la cadena perpetua al capo Joaquín El Chapo Guzmán, el arzobispo señaló que siempre es triste ver que a una persona se le condene, pues la misericordia siempre lleva a eso; sin embargo, en el orden del restablecimiento de la justicia es necesario, para que la persona no siga haciendo daño. Pueda recapacitar en su modo de vivir y luego poderse reintegrar.
Mientras que sobre la polémica por las guarderías infantiles, donde el recurso ya no se pretende dar a éstas sino a los padres de familia, el arzobispo comentó que lo que había leído es que había mala administración de los recursos, por lo que consideró que si el mal estaba en la administración, pues que se arregle pero que no se quite el servicio, porque son necesarias para las familias que no tienen quien les cuide sus hijos.
De entregar a los papás el recurso, dijo que de acuerdo con su experiencia, cree que no todos los papás invertirían en la guardería, “por decirlo de la forma más sencilla”.
En su mensaje dominical, el arzobispo Leopoldo Calderón señaló que si no se revierte la exclusión e inequidad dentro de la sociedad y entre los distintos pueblos, será imposible erradicar la violencia.
Dijo que la situación de Guerrero reclama fuertemente el esfuerzo por construir las condiciones fundamentales de justicia social, para tener seguridad y paz, pero precisó que no es un problema exclusivo del estado, sino nacional e internacional, por el modelo de desarrollo altamente excluyente que deja en la marginación a un gran número de personas.
Indicó que para que haya justicia social se debe terminar con las graves injusticias que se cometen contra la sociedad, como es el robo descubierto o encubierto, el cobro de cuotas o de piso, la extorsión, la tranza, el abuso de interés por la necesidad de las personas. Precisó que la justicia social es el conjunto de condiciones que permiten a las asociaciones y a los individuos obtener lo que le es debido.
Texto: Karina Contreras / Foto: Carlos Alberto Carbajal
 

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