Al no premiar a “Roma”, Hollywood prefirió galardonar a una cinta menor que a una obra maestra

Con su derrota frente a "Green Book", "Roma" pasó a formar parte del club en el que Hollywood renunció a la gloria y optó por la infamia.

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26 febrero,2019 7:09 am
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Con su derrota frente a Green Book, Roma pasó a formar parte del club en el que Hollywood renunció a la gloria y optó por la infamia.
Ciudad de México, 26 de febrero de 2019. En 1997, la Academia de Hollywood tuvo la oportunidad de entregar el Oscar al maestro sueco Ingmar Bergman como Mejor Director por su película Cara a Cara, protagonizada por su musa noruega Liv Ullman y en la que debutó otra actriz que también se convertiría en leyenda, Lena Olin.
Pero no. Prefirió darle la estatuilla a John G. Avildsen por… Rocky.
Roma no es el primer caso de una película hablada en lengua extranjera (distinta del inglés) considerada como una obra maestra y premiada por la mayoría de críticos serios, que es superada en la máxima ceremonia de la Meca del Cine por una obra considerada de mucho menor rango.
La obra de Alfonso Cuarón, ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia, sucumbió en la categoría principal del Oscar del pasado domingo frente a Green Book, película con tema racial dirigida por Peter Farrely, cuyos mayores éxitos son comedias como Loco por Mary y Una pareja de idiotas.
Una vez más, la comunidad cinematográfica más influyente del mundo desaprovechó la oportunidad de prestigiarse a sí misma condecorando a una joya de calidad, no importando su idioma extranjero. Una tendencia que ha sido frecuente en las nueve décadas de existencia de la estatuilla dorada.
De hecho, Bergman no fue el único extranjero al que noqueó Rocky. El boxeador interpretado por Sylvester Stallone venció en esa misma categoría a la directora italiana Lina Wertmüller, la primera mujer que compitió en esa categoría en toda la historia del Oscar con su cinta Siete bellezas, que también estuvo nominada como Mejor Película Extranjera, representando precisamente a Italia. En ambas perdió.
Un paisano suyo mucho más célebre, Federico Fellini, fue desairado las cuatro veces que compitió en la categoría de Mejor Director con igual número de obras maestras. Fue derrotado por realizadores cuyo nombre ha quedado en el olvido, si bien dirigieron obras importantes.
En 1962 se le nominó por La dolce vita, protagonizada por Marcello Mastroianni y Anita Ekberg; al final se impusieron Robert Wise y Jerome Robbins, responsables de la adaptación fílmica del musical Amor sin Barreras (West side story), estelarizado por Natalie Wood.
Dos años después, estuvo en la quinteta con 8 1/2, actuada por Mastroianni pero acompañado esta vez por Claudia Cardinale. Con esta otra clásica fue superado por Tony Richardson con la película Tom Jones, en la que actuó el recién fallecido Albert Finney. En 1971 aspiró de nuevo a la estatuilla con la sutil y deslumbrante Satyricon, pero ésta fue a parar a manos de Franklin J. Schaffner con el film guerrerista Patton.
Salvo en el caso de Richardson, que era británico, Fellini sucumbió fundamentalmente ante directores estadunidenses. La excepción se dio en su última nominación en 1976, con la monumental Amarcord (este título, curiosamente, ha sido citado como una de las inspiraciones de Alfonso Cuarón en Roma). Ese año recibió la estatuilla el recientemente fallecido realizador checo Milos Forma con Atrapado sin Salida, protagonizada por Jack Nicholson.
Otros legendarios directores de películas no habladas en inglés que se quedaron en el camino fueron Francois Truffaut, Akira Kurosawa y Pedro Almodóvar.
En la categoría de Mejor Película, en toda la historia del Oscar, sólo hay cinco películas que compitieron además en el rubro de Mejor Película en Lengua Extranjera. Todas ganaron este último galardón, pero fueron ignoradas en el principal.
La primera fue la franco-argelina Z del grecofrancés Costa-Gavras, superada en la ceremonia de 1970 por Vaquero de Medianoche. En 1999, la italiana La vida es bella de Roberto Benigni cayó ante Shakespeare enamorado. El tigre y el dragón, que en 2001 venció en la categoría de Mejor Película Extranjera a la mexicana Amores perros, perdió en la categoría principal ante Gladiador. Y la francesa Amour cedió en 2013 ante Argo, película dirigida por Ben Affleck, más famoso por su carrera de actor y por haber dejado hace poco el papel de Batman.
Con su derrota frente a Green Book, Roma pasó a formar parte del club en el que Hollywood renunció a la gloria y optó por la infamia.
Texto: Marco Gonsen / Foto: Twitter
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