Texto: Ana Laura Vásquez / Foto: Agencia Reforma
Tlaxcala, México, 23 de septiembre de 2017. El asalto a un tren, ocurrido ayer en el municipio de Huamantla, Tlaxcala, concluyó en un enfrentamiento a tiros entre presuntos ladrones y policías de diferentes corporaciones, que dejó dos heridos y una patrulla quemada.
El altercado ocurrió en la comunidad de Lázaro Cárdenas, que se ha convertido en zona de asaltos recurrentes al ferrocarril.
El tren iba cargado de perfumes y transcurría a la altura de la localidad referida, en donde una supuesta banda de asaltantes paró los vagones y subió a ellos para hurtar la mercancía.
Los productos fueron colocados en decenas de cajas y cargados en una camioneta, pero fueron sorprendidos por elementos policiales; fue en ese momento cuando inició el enfrentamiento.
Policías y ladrones intercambiaron disparos mientras llegaban al lugar los refuerzos de la seguridad.
Llegaron al lugar elementos de la Policía estatal y municipal de Huamantla, de la Policía Federal, de la Gendarmería y del Ejército Mexicano.
Al verse rodeados, los asaltantes escaparon, no sin antes incendiar una unidad del Cuerpo de Seguridad Auxiliar y Urbana del Estado de México (Cusaem), corporación encargada de la custodia de la empresa Ferrosur, la cual tiene la concesión del tren.
Durante el enfrentamiento resultaron heridos dos policías: un oficial de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), quien presenta una herida de bala, y otro de la Policía de Investigación adscrita a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quien recibió golpes de los delincuentes y que desembocó en un traumatismo craneoencefálico.
El estado de salud de ambos policías es estable y fuera de peligro; se recuperan en el Hospital Regional de Tzompantepec.
Una vez tomado el control de la zona por parte del personal policial, se procedió a retirar la unidad calcinada.
Asimismo, aseguraron tres camionetas pick up, en las que los delincuentes trasladaban la mercancía robada.
Cuando las corporaciones policiales concluían el operativo y salían de la localidad, un grupo de al menos siete mujeres quiso encararlos y retenerlos.
Armadas con pequeños palos y piedras, arremetieron contra los uniformados, quienes lanzaron gas lacrimógeno para dispersarlas.
“Hasta nos mentaron la madre, y por qué echan gas”, exclamó enardecida, una de las mujeres.
Policías a bordo de sus patrullas abandonaron el sitio junto con la mercancía y los vehículos asegurados.