Emite un documento en el contexto de la Tercera Asamblea Nacional del Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno. Dice que la Cuarta Transformación en realidad comenzó en el gobierno de Miguel de la Madrid.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador profundiza el neoliberalismo de sus antecesores, de acuerdo con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Señala que a los empresarios se les ofrece la tierra con la nueva Ley de Desarrollo Agrario y amenaza militarmente con la Guardia Nacional.
También se declara en contra de la instalación de todas las mineras en México y por la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos y justicia para los asesinados en los hechos del 26 de septiembre de 2014 en Iguala.
El EZLN publicó un pronunciamiento el pasado miércoles en conjunto con el Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno en el contexto de su Tercera Asamblea Nacional, que se realizó en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
En dicho documento se señala que el nuevo gobierno profundiza el neoliberalismo “pues se ha comprometido fielmente a dar continuidad a las políticas macroeconómicas de los anteriores gobiernos, estableciendo una austeridad y restricciones fiscales que no se veían desde el gobierno de Miguel de la Madrid; garantizando la autonomía del Banco de México, el respeto a las inversiones extranjeras y el impulso del libre comercio”.
Además, el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador “ofrece a los empresarios poner a su disposición la tierra con la supuesta nueva Ley de Desarrollo Agrario, para terminar de desmantelar la propiedad y organización colectivas, llamando desarrollo al robo descarado y a la destrucción, amenazando militarmente a nuestros pueblos con su Guardia Nacional y reconfigurando nuestro país”.
Señala que la llamada Cuarta Transformación en realidad comenzó en la presidencia de Miguel de la Madrid, el primer gobierno neoliberal del PRI, y sigue el mismo camino de las transformaciones anteriores que son la Independencia, Reforma y Revolución Mexicana, “aunque con más brutalidad y cinismo si posible fuera”.
En la primera transformación “fueron los explotadores locales, hijos de los invasores europeos, quienes tomaron el poder y se repartieron nuestras tierras, tratando de invisibilizar la existencia de nuestros pueblos sobre la base del discurso liberal que hasta el día de hoy es el discurso del Poder”.
En la Reforma las tierras comunales “fueron proscritas para entregarlas a los mismos saqueadores; las leyes de Reforma y las posteriores leyes de baldíos y colonización propiciaron el crecimiento de las grandes haciendas bajo el régimen porfiriano.”
En cuanto a la Revolución Mexicana, señala que “mientras arriba se repartieron el poder político, abajo con nuestra sangre defendimos y regamos la tierra. Mientras Madero y Carranza traicionaban y asesinaban a Zapata, nuestros pueblos exigían una radical y profunda transformación social y agraria que nunca llegó.”
Así, en cada “transformación se acrecentaron y recrudecieron la explotación, el despojo, la discriminación y el desprecio contra nuestros pueblos.”
También critica las consultas ciudadanas que se han realizado en los últimos meses al señalar que López Obrador se dirige a la sociedad mexicana “para preguntarle si está o no de acuerdo en la destrucción a la que viste de “progreso”. O sea, sus supuestas consultas no son más que la cosecha del odio y el miedo dejados por el capitalismo neoliberal. Esa cosecha es llamada democracia”.
Recuerda que el actual presidente de la República se pronunció en contra de la termoeléctrica en Huexca, Morelos en 2014 y 2018, y “hoy nos llama radicales de izquierda y conservadores señalando que es el dinero invertido en el proyecto la mayor razón para no parar la muerte que anuncia, sin importar el dolor y la rabia de nuestros pueblos”.
Por este proyecto fue asesinado el activista y opositor a dicho proyecto, Samir Flores, el pasado 20 de febrero y el EZLN dice que no sabe si el culpable fue el gobierno “si los empresarios, si sus cárteles delincuenciales, o, si los tres juntos”.
Señala que las consultas que el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas organiza actualmente en torno al Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024, el Tren Maya o el Corredor Transísmico son una “simulación para su convalidación”.
Respecto al Tren Maya dice que “la tierra está siendo robada a los pueblos, comprada por unos cuantos pesos y destruida por la explotación y contaminación transgénica en toda la región, fuertemente afectada por los agroquímicos.”
En cuanto al Istmo de Tehuantepec, “el mal gobierno capitalista anuncia la imposición del proyecto codiciado por los grandes capitales internacionales para el tránsito de sus mercancías y el saqueo de los bienes naturales y culturales del sur–sureste, donde habitamos un gran número de pueblos originarios, las principales selvas, bosques, ríos y la mayor zona de biodiversidad del país.”
Dicho proyecto es calificado por las organizaciones indígenas como “un muro de contención de la migración centroamericana y nacional a Estados Unidos, contratando a los migrantes con empleos precarios y mal pagados mediante la instalación de industrias maquiladoras, fábricas automotrices, la explotación forestal, megaproyectos energéticos, como los corredores eólicas, hidroeléctricos, así como la explotación de hidrocarburos mediante métodos convencionales y fracking, de explotación minera y de transporte de mercancías en toda la franja transísmica”.
En el documento también se señala que “el mal gobierno capitalista de López Obrador agudiza la guerra contra las mujeres de nuestro país, pues, con su apoyo redoblado a los poderosos, lleva al aumento de feminicidios, trata de mujeres, tortura y explotación.”
También exigen la cancelación de todas las concesiones mineras en el país.
Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Agencia Reforma
