El creador escénico Irving Marcelo Hinojosa lamenta que en Guerrero “estemos haciendo producción teatral, generando un proceso y sin escuelas de formación como las tiene Morelos, Oaxaca, la Ciudad de México y hasta Tlaxcala”.
Acapulco, Guerrero, 3 de abril de 2019. Para el director escénico Irving Marcelo Hinojosa, el teatro que se realiza en Guerrero se encuentra en la media nacional a pesar de no contar con escuelas de formación.
No obstante, quien dirige el grupo teatral De la Mancha y que con la obra 1970 y la noche del porvenir representa a Guerrero en la Muestra Regional de Teatro Zona Centro –que inició gira en febrero– dijo con optimismo: “yo creo que el nivel teatral en el estado se encuentra en proceso de crecimiento”.
En charla telefónica a Chilpancingo, donde radica, comentó que “creo que hay cosas muy interesantes que hacen algunos grupos por ejemplo (el grupo) Matrioska, de Acapulco que está haciendo cosas de muy buen nivel; José Uriel García Solís que anda también haciendo cosas muy buenas o Manuel Maciel, pero para la cantidad de habitantes, a lo grande del estado aún es muy poco lo que se hace”.
Si bien, dijo, Guerrero tiene todo el potencial para ser grande en cuestión de teatro, el trabajo actual “está sostenido por algunos grupos que estamos haciendo trabajo de manera constante y eso mantiene a Guerrero en la escena nacional con un nivel de producción que está en la media nacional.
“Ahora que hemos tenido la oportunidad de estar en la Muestra Nacional, en congresos de teatro, hemos visto similitudes con los demás estados; fuera de la Ciudad de México, Tijuana, Yucatán o Monterrey los demás estamos en la media”.
Ello, a pesar de que Guerrero no tiene escuelas de teatro, subrayó.
Y en ese sentido, lamentó que “estemos haciendo producción teatral, generando un proceso y sin escuelas de formación como las tiene Morelos, Oaxaca, la Ciudad de México y hasta Tlaxcala.
“Quienes nos hemos dedicado al teatro hemos salido del estado (para estudiar) y regresar además a formar cuadros”.
Lo único que hay relacionado con la educación artística formal es lo que oferta la Universidad Autónoma de Guerrero; “es una universidad que no tiene una escuela de especialización artística, tenemos una escuela de artes, sí, una licenciatura sí, pero hay más necesidad de perfiles y ahí es donde la universidad nos está quedando a deber pues ya hace falta una licenciatura en Teatro, una licenciatura en Danza, una en Música”.
Quien es licenciado en Cultura y Arte en la Universidad de Guanajuato, además de haber ganado el Premio al Mérito Juvenil 2015, agregó que “aún con las desventajas que tenemos no estamos tan mal; hay un cambio generacional en Guerrero con nuevos procesos”, celebró.
Mientras tanto, también celebró la existencia de las muestras estatales, regionales así como la nacional de teatro organizadas por el Fondo Regional para la Cultura y las Artes de la Dirección General de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura y los estados, y en la que actualmente participa con De la Mancha con la obra 1970 y la Noche del Porvenir representando a Guerrero.
Ello, luego de ganar su lugar en la pasada Muestra Estatal de Teatro 2018 llevada a cabo en agosto del año pasado en el Auditorio Sentimientos de la Nación, en Chilpancingo.
“La muestra es una plataforma, al igual que la muestra nacional, las muestras regionales que te permiten dialogar con los discursos escénicos que se generan en otros lados y te puedo asegurar que sí hay un antes y un después de las muestras en las que ha estado Guerrero y creo que para el proceso formativo y artístico ha sido fundamental (…) y en el momento en que tuvimos la oportunidad de salir y dialogar nos permitió tener una más amplia retroalimentación”.
Así, recordó que la gira “inició el 28 de febrero en Tlaxcala y luego el primero y dos de marzo en Puebla; de ahí fuimos a Oaxaca y estuvimos en Hidalgo y en Morelos”.
Será el sábado y el domingo próximos “que estaremos presentándonos en el Estado de México, en Guerrero en 15 días y cerraremos en la Ciudad de México”.
La obra, relató, es creación del dramaturgo Roberto Vázquez Montoya y se centra en la muerte del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos y la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, además de hacer una crítica a los medios de comunicación que se ven obligados a difundir las versiones oficiales de los hechos.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Cortesía
