Critican Elena Poniatowska, Martha Lamas, Blanche Petrich y Alejandra Frausto la oleada de denuncias anónimas desde la cuenta @metoomusicamx.
Ciudad de México, 3 de abril de 2019. Con el Guacarrock de fondo sonando desde un teléfono celular, así fue despedido Armando Vega Gil, el Cucurrucucú de Botellita de Jerez, quien se suicidó la madrugada del lunes, derivado de una acusación anónima de que acosó sexualmente a una niña de 13 años, en un hecho que habría ocurrido en 2005.
Su último adiós congregó a familiares y algunos amigos en una funeraria de la colonia Roma, entre ellos Rubén Albarrán, de Café Tacuba, Santiago Ojeda, ex integrante de los Botellos, Sergio Arau y la actriz Claudia Álvarez, así como integrantes de Caifanes, Víctimas del Doctor Cerebro y Panteón Rococó entre, otras bandas.
“Deseo que ahora mismo su mente se aclare y para todos los que lo amamos le mandamos buenos pensamientos para que se deshaga de ese dolor, preocupación, angustia y que vaya ligerito, que vaya contento, alegre, haciendo canciones, poemas”, dijo Rubén Albarrán.
A la funeraria llegaron amigos, conocidos, seguidores y familiares; sin embargo, al sepelio, el cual se llevó a cabo en Los Cipreses, en Naucalpan, Estado de México, sólo acudieron los más cercanos, como Sr. González y Francisco Barrios El Mastuerzo, su compañero de Botellita.
A las 14:30 horas, la carroza llegó al cementerio. Los arreglos florales ya esperaban la caravana que se congregó desde la Ciudad de México. El ministro Rodolfo Carretero ofició la misa.
Luego llevaron el féretro a su última morada. El celular de Daniel, hermano de Armando, fue uno de los que hizo sonar la música de Botellita de Jerez. En una sola voz corearon el coro de Guacarrock.
“Me quedo con todo. Todas sus canciones, sus anécdotas, sus chistes escatológicos. Un ser muy agradable, era noble, dedicado a sus causas y cosas”, dijo Ojeda, en entrevista.
Alrededor de las 4 de la tarde, rosas blancas adornaron la tumba mientras era acomodada en la fosa donde los restos del músico yacerán para siempre.
La triste despedida
La noche del lunes, hubo momentos de tristeza y dolor en la capilla C, de la funeraria Gayosso, de la colonia Roma, donde se velaron los restos del músico Vega Gil.
Familiares y amigos entre ellos Rubén Albarrán, dieron el último adiós al artista quien, entre aplausos, fue despedido del lugar para llevarlo a un panteón de Naucalpan, Estado de México.
“Lo recordamos así, con su alegría, su locura, su sonrisa, su desmadre. No nos despedimos es un hasta siempre. Deseo que ahora mismo su mente se aclare y, para todos los que lo amamos, le mandamos buenos pensamientos para que se deshaga de ese dolor, preocupación, angustia y que vaya ligerito, que vaya contento, alegre, haciendo canciones, poemas”, afirmó el vocalista de Café Tacuba, en entrevista al salir de la funeraria.
Los familiares directos del músico abordaron un autobús blanco, con el logo de la funeraria; acto seguido, la gente que acudió a despedirlo subió al mismo vehículo.
La mamá de Vega Gil prefirió irse aparte, en una camioneta negra Honda CRV.
Entre los que acudieron a dar el último adiós se encontraron famosos como Claudia Ramírez y Sergio Arau.
“Te pueden destrozar la vida”
Las denuncias anónimas y el peso de las redes sociales para tratar temas como el acoso sexual han cimbrado a varios músicos mexicanos, quienes consideran que esto puede pulverizar carreras y arruinar vidas en un minuto.
“Estoy entre enojada, sorprendida… abrumadísima. Por supuesto, siempre he sido defensora del género y siempre voy a defender a las mujeres y a los hombres. Pero hay que cuidar las declaraciones anónimas.
“Hay instituciones que te ayudan a denunciar de manera legal y a seguir pasos de manera eficiente, y no aventar un mensaje a las redes sociales”, reclamó la cantante María José.
Hace varios días surgieron en redes cuentas en Twitter para denunciar el acoso sexual en distintos ámbitos, como escritores, periodistas, en el cine mexicano y en el rock nacional.
La Josa aseguró que los acusados también tienen derecho a defenderse.
“Te pueden destrozar la vida. Sí, voy a defender siempre las injusticias, y que tengan cuidado estas (personas)… La muerte de él (Vega Gil) no le ayudó a nadie, ni a él, ni a su hijo. Nomás nos causó dolor a todos como sociedad”.
Arturo Arredondo, ex integrante de Panda, lamentó que el sistema judicial carezca de garantías para defender a las mujeres, pero agregó que no por ello deben denunciar de forma anónima.
“El anonimato te da pie a la duda, a la acusación sin fundamento, y están ocurriendo hechos que nunca acaban bien. El pueblo está tomando justicia, pero hay canales de denuncia… esto está encaminado a la tragedia, al odio. Siempre hay que apegarnos a la ley y la ley debe tomar cartas en el asunto”, señaló Arredondo.
La vocalista de María Daniela y su Sonido Lasser aceptó que el movimiento #MeToo ha dado cabida a expresiones revanchistas.
“Tengo muchos amigos a los que les han inventado cosas. Conozco, he escuchado, a chavitas que dicen: ‘Ah, no me pelas, pues te vas a arrepentir’. Y difaman en redes sociales. Es muy delicado. Necesitas pruebas para culpar a alguien de algo”, resaltó María Daniela.
Abulón, vocalista de Víctimas del Doctor Cerebro, ahondó en que el problema es incluso de cultura nacional.
“Para que las cosas mejoren, tienen que cambiar las idiosincrasias y costumbres de nuestro país en lo que a igualdad de géneros corresponde. No es sólo un sector en el arte o la música, es en la vida diaria de este país”, sostuvo.
El #MeToo “ha llegado demasiado lejos y se pasa de tueste”: Poniatowska
En su cuenta de Twitter, la escritora Elena Poniatowska publicó que es “lamentable y doloroso el suicidio de Armando Vega Gil, bajista del grupo Botellita de Jerez, por una denuncia anónima de acoso a una niña de 13 años”.
Dice que tiene razón la feminista Marta Lamas al decir que nos equivocamos al dar cabida a denuncias anónimas porque #MeToo ha llegado demasiado lejos y se pasa de tueste”.
Afirma que Armando Vega Gil “se suicidó a raíz de una acusación falsa y dijo que ya nadie lo iba a dejar en paz, Armando Vega Gil había escrito: ‘es correcto que las mujeres alcen la voz para hacer que nuestro mundo podrido cambie’”.
“Muchos textos incongruentes”
En un artículo que la periodista Blanche Petrich publicó en Facebook, dice que al principio el movimiento #MeToo “me emocionó. Pensé en todas esas chavitas que me causan admiración, las nuevas mujeres, las que hacen lo que se les da la gana, con imaginación desbordada y esa audacia de ir y venir en bici o en moto a todos lados.
Pero luego, “me dispuse a seguir los hilos de la plataforma en Twitter. Leí con muchos sobresaltos denuncias de todo tipo contra el acoso y el abuso de escritores, periodistas –mis colegas, mis amigos–, músicos, gente de cine, de la academia, del activismo social”.
Aunque encontró “narrativas dolorosas y los rasgos de vidas lastimadas por el abuso”, también hay “muchos textos incongruentes, palabras que no tenían el timbre de la sinceridad, relatos que confundían maltrato laboral con abuso sexual. Me pareció que muchas veces se confundían torpes e indeseados intentos de seducción con acoso, relaciones de pareja tóxicas con violaciones. Hubo denuncias con sabor a mentira, a exageración, a morbo, a revancha. A ratos #MeToo parecía un tribunal sumario, histérico, acrítico. Sé que a mí también me mandará a la hoguera ese coro de voces que bajo la fórmula de la solidaridad repite sin mucha reflexión: #Yotecreo”.
La también escritora cuestiona: “¿Cómo se filtraron y verificaron los mensajes para evitar que los testimonios de buena fe se contaminaran con los linchamientos y los falsos relatos? ¿Qué mecanismos de contención se dispusieron para dar cauce a las revelaciones y evitar dañar a inocentes? ¿Se midieron los riesgos de soltar en las benditas (o malditas) redes sociales todos estos demonios bajo el supuesto de “tirar” el machismo y el abuso contra las mujeres?.
Los latigazos de verdad, y los falsos, hirieron a los acusados, convertidos en villanos y violadores a nivel trending topic. Hubo consecuencias: despidos, heridas incurables, desprestigio, carreras truncadas, familias enteras lastimadas. Sólo hubo una rectificación de #MeToo: días después de lastimar el buen nombre de un defensor de derechos humanos, el mecanismo reconoció que la acusación era falsa”.
Señaló que ya para entonces veía claras señales de que el ejercicio, “que debía traer fuerza, salud y valor a la indispensable causa de asegurar a las mujeres una vida libre de violencia, se salía de cauce. Y llegó la sangre al río. El rockero Armando Vega Gil fue objeto de una acusación demoledora. Una niña de 13 años (…) Un hecho narrado de manera confusa. Él dijo que no era cierto. Pero se sintió acorralado. ‘Sé que en las redes no tengo manera de abogar por mí, cualquier cosa que diga será usada en mi contra’. Y segó su vida”.
Considera que ese “era el momento de callar” y a pesar de ello, el #MeToo “no supo reconocer el valor del silencio. Sobre el duelo y las lágrimas de la familia y los amigos del botellito de jerez hablaron las juezas ciegas: ‘Jugar con eso para salvarte de una demanda por pederastia e intentar limpiar tu imagen no solo es cobarde, es ruin’. Para mí, el #MeToo mexicano se hundió con esas palabras”.
Remata diciendo que “el #MeToo de Twitter se ha terminado para mí”.
Aboga Martha Lamas por la presunción de inocencia
Las impulsoras del movimiento #MeToo, que surgió en 2017 contra los abusos en la industria del entretenimiento de Estados Unidos, dieron la cara y nombres, recordó la socióloga y feminista Martha Lamas en una entrevista con la periodista Carmen Aristegui en su programa Aristegui Noticias.
“Cuando las denunciantes dan sus nombres y dan su cara le dan una fuerza a las protestas que no tienen las protestas anónimas”.
Remarcó que “el problema es qué se hace frente a un proceso, absolutamente legítimo de protesta si no se cumplen cierto tipo de requerimientos”.
Para la feminista es “un triunfo civilizatorio la presunción de inocencia de una persona acusada y por eso se requiere un debido proceso”.
También se dijo preocupada por “el tema de que el fin no justifica los medios. El fin de poner un alto a las barbaridades o las agresiones, los abusos que se están denunciando no se puede lograr si en el camino se vulneran una serie de derechos”, como el de la presunción de inocencia.
Pide Frausto debido proceso
Alejandra Frausto, Secretaria de Cultura, se pronunció a favor de respetar el debido proceso ante las denuncias de acoso o violencia, como las reveladas en el movimiento de redes sociales #MeToo.
“Eso es algo de lo que nunca debemos de alejarnos de cuál es el proceso de justicia y del debido proceso para dar una correcta salida a estas situaciones”, dijo.
Entrevistada en Palacio Nacional, la funcionaria lamentó la muerte del músico Armando Vega Gil, “me duele mucho su muerte, la lamentamos, lamentamos cualquier agresión a cualquier persona que haya sido objeto de violencia”, expresó.
“Lamentamos su partida y lamentamos cualquier agresión que haya sufrido cualquier mujer, cualquier niña, cualquier persona que haya tenido una agresión por parte de alguien en acoso”.
Frausto se pronunció en contra de la violencia y los abusos, tras asegurar que es necesario buscar una salida dialogada a la confrontación.
“Como lo refrendé desde los primeros días y desde el primero de diciembre, firmamos un compromiso de cero tolerancia a las violencias en nuestro ámbito de trabajo. Debe ser un ámbito seguro, confiable para mujeres, hombres, personas trans, de cualquier expresión”, dijo.
“Estamos absolutamente en contra de cualquier forma de violencia, de discriminación, de acoso y estamos comprometidos con abrir los espacios de encuentro, de diálogo, sobre todo la posibilidad de encontrar, en esta confrontación, una forma de salida y de diálogo para procesos de justicia, de debido proceso, de denuncia, que es muy importante y de absoluto compromiso con las personas vulneradas”.
Texto: Redacción / Juan Carlos García / Mario Abner Colina / Froylán Escobar / Claudia Guerrero / Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma
Entérate más
https://devtest.suracapulco.mx/2019/04/02/despiden-amigos-y-familiares-a-vega-gil/
