El Brexit, ¿colapsará las costas?

Calais/Rotterdam, 10 de abril de 2019. En ningún otro lado el Reino Unido está tan cerca del continente europeo e incluso en días de buen clima se pueden ver a simple vista las famosas formaciones calcáreas de Dover. El puerto francés de Calais sea el principal acceso a tierras británicas.
Por el estrecho de Dover, el punto más estrecho del Canal de la Mancha, cruzan más de 40 millones de toneladas de mercancías y dos millones de camiones cada año, según cifras del puerto francés.
Un Brexit sin acuerdo podría convertir todo en un gran embrollo, porque entonces el puerto de Calais se convertirá en la frontera exterior de la Unión Europea.
Esto significará que cada contenedor y cada camión desde y hacia el Reino Unido necesitará realizar el trámite aduanero, y enfrentar controles, restricciones de suministro y extensos atascos.
El jefe del puerto de Calais no quiere escuchar nada de esto. “No habrá ningún problema”, promete Jean-Marc Puissesseau.
Tiene un plan impreso en el que todo está detallado con precisión: un nuevo aparcamiento para los camiones en espera aquí, un área de control para animales allá.

“Nos preparamos desde hace un año para un Brexit sin acuerdo, estamos listos”, dice Puissesseau y se muestra convencido de que nadie debe contar con largos períodos de espera siempre y cuando los transportistas completen con anticipación los trámites aduaneros.
El plan es interrogar a los conductores de los camiones que viajan rumbo al Reino Unido si tienen sus papeles con ellos, señala Puissesseau. “Si dicen ‘sí’, confiamos en ellos. No habrá más controles que ahora, a lo sumo algunas pruebas”, agrega.
Para los camiones sin papeles de aduana habrá un nuevo aparcamiento con 200 lugares donde podrán completar los trámites. El jefe del puerto tampoco prevé problemas para el proceso de importación.
El puerto de Calais invirtió seis millones de euros (6.7 millones de dólares) en la nueva infraestructura. El Gobierno en París destinó otros 50 millones de euros para los puertos y aeropuertos franceses.
Se incorporarán cientos de nuevos funcionarios de aduana. Sin embargo, Calais ya está sintiendo los efectos de lo que podría avecinarse con el Brexit.
Desde hace semanas una huelga de celo de los agentes de aduana franceses genera largas esperas. Los funcionarios trabajan a reglamento y realizan controles minuciosos. La consecuencia: atascos kilométricos, incluso los trenes Eurostar que unen París y Londres se demoran o se cancelan.
Los agentes de aduana quieren demostrar que Francia aún no está lo suficientemente preparada para la salida de los británicos de la Unión Europea.
Y aun más interesante es que un año atrás reinaba un clima totalmente diferente en el puerto de Calais. Puissesseau advertía que podrían generarse extensos atascos. “Queríamos ser tomados en serio”, explica hoy el jefe del puerto.
Pero, ¿qué tan realistas son las promesas? “No hay que dejarse llevar por la histeria. Por supuesto, habrá atascos de tránsito. Creo que habrá retrasos significativos, pero no un caos”, dice el profesor Martin Schmidt-Kessel de la Universidad de Bayreuth, un abogado que se especializa en las consecuencias del ‘Brexit’.
El jefe del puerto estima que Calais seguirá siendo importante para el tránsito de mercancías de la región. “Somos el principal nexo con el Reino Unido”, subraya.
Pero si realmente se producen atascos gigantescos, los transportistas podrían optar por otros puertos. “Entonces serán las empresas las que decidirán si tiene sentido utilizar los ferris de Rotterdam o incluso Cuxhaven”, señala Steffen Behm, de la Cámara de Industria y Comercio alemana (DIHK, por sus siglas en alemán).
Simplemente es una decisión económica. “¿Qué es más barato? ¿Viajar más en ferri o esperar en el atasco de Calais?”, cuestiona.
¿Pero existe alguna otra opción más rápida? En el puerto de Rotterdam también se preparan desde hace rato para el “Brexit”. Los agentes reparten todos los días folletos de información en ocho idiomas a los choferes de camiones. Pero pese a la campaña masiva, allí son poco optimistas y no descartan que se produzca el caos tras el “Brexit”.
“Nos hemos preparado al máximo”, asegura el gerente Mark Dijk. “Pero tememos que esto esté lejos de ser verdad para todos los empresarios”. El puerto más grande de Europa parte del peor escenario y esto es un “Brexit” sin acuerdo, una salida desordenada.
Todos los exportadores deben registrar su carga en el sistema totalmente automatizado “Portbase” si quieren cruzar la nueva frontera exterior de la Unión Europea.
“La barrera permanecerá automáticamente cerrada para el chofer de camión que no haya sido autorizado en línea”, alerta el director de “Portbase”, Iwan van der Wolf. El puerto estima que a diario cerca de 400 camiones quedarán varados en alguna de las terminales de los ferrys británicos.
Como medida de precaución ya se han creado cinco espacios de estacionamiento de emergencia adicionales cerca de las terminales para un total de alrededor de 700 camiones.
Allí los conductores podrán esperar un máximo de 24 horas. El ministerio holandés de Transporte y los municipios temen el infarto total de tránsito no sólo en el área del puerto, sino también en las vías de acceso, en la ciudad y en los pueblos circundantes.
La Aduana holandesa contratará 900 empleados adicionales ya que estima que cada año deberán realizarse controles adicionales a más de 10 mil buques y diez millones de pasajeros. El experto alemán Schmidt-Kessel está seguro: “No será el fin del mundo, pero sí retumbará fuerte y costará realmente caro”.
Texto: Julia Naue y Annette Birschel, DPA / Fotos: DPA