Advierte doctor en Ciencias Ambientales que los huracanes, Katia, Irma y José son claro ejemplo de los cambios que se están operando en las temperaturas del planeta.
Carece el estado de un plan que contribuya a mitigar los efectos del cambio climático
Advierte doctor en Ciencias Ambientales que los huracanes, Katia, Irma y José son claro ejemplo de los cambios que se están operando en las temperaturas del planeta
A pesar de que el planeta está en el punto de “no retorno” para frenar las consecuencias del cambio climático, entidades como Guerrero carece de un plan estatal que contribuyan a mitigar los efectos de ese fenómeno causado por el hombre.
Es el mismo caso de los municipios de la entidad que no cuentan con dichos planes que ayuden a disminuir los gases de efecto invernadero que provocan el cambio de clima en el planeta.
Así lo dio a conocer el doctor en Ciencias Ambientales e investigador independiente en temas como el cambio climático, Eduardo Leyva Reus, quien advirtió que la presencia de tres fenómenos hidrometerológicos (los huracanes Irma, José y Katia) en el océano Atlántico son un ejemplo de las consecuencias del cambio de temperatura en el planeta.
El investigador guerrerense advirtió que la rápida evolución de nuevos meteoros impactará con mayor fuerza en las zonas costeras y las partes altas de la entidad, lo que modificará el entorno, y ensancharán las brechas de desigualdad en las comunidades.
Reprochó que durante tres administraciones estatales incluida la actual, ningún gobierno ha tenido el interés de terminar ese documento, que permitiría focalizar los pasos a seguir y continuarlos, porque en la actualidad todo lo relacionado con el Plan Estatal de Acciones ante el Cambio Climático “son medidas de protección civil reactivas y no preventivas, pero sobre todo deberían ser correctivas en adaptación y mitigación”.
Leyva Reus ha colaborado de manera independiente con el Programa de Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El también dictaminador y comentarista el año pasado del libro 21 Visiones de la COP 21, el Acuerdo de París: retos y áreas de oportunidad para su implementación en México sostuvo: “los huracanes son la consecuencia directa del calentamiento global, porque estos fenómenos son una forma de disipar el calor en la atmósfera, provocados por los gases de efecto de invernadero. A mayor cantidad de gases, aumenta la temperatura y hay huracanes cada vez más grandes y es más frecuente”, explicó.
“Lo que ocurrirá después, es que habrá una mayor cantidad de huracanes y cada vez serán más fuertes, y lo acabamos de ver con el trayecto estos tres huracanes, Katia, Irma y José, y desde que se han tomado datos meteorológicos no se había presentado esta situación; y es precisamente una consecuencia del calentamiento global”, observó.
En entrevista con El Sur, Leyva Reus mencionó que el cambio de temperatura lo perciben en Acapulco los mayores de 25 años, pues durante las temporadas de lluvia no había el mismo número de huracanes como en la actualidad.
“Las nuevas generaciones ya no conocieron eso porque niños de 15, 18 años y 20 nacieron con el cambio, por lo tanto para ellos es normal y no hay más. Estamos en el límite reversible”, advirtió.
El cambio climático, sostuvo, es una consecuencia de los hábitos de consumo porque nosotros hemos provocado el cambio climático, porque al desconocer el costo medioambiental preferimos combustibles fósiles al ser baratos, pero no pensamos en las consecuencias a largo plazo.
A nivel sociedad, destacó, el problema se puede detener y revertir cambiando los hábitos de consumo; fuera de lo que el gobierno pueda hacer, la sociedad sigue consumiendo combustibles fósiles y no vamos a tener un cambio en las emisiones de gases si lo seguimos haciendo en la misma medida.
En la actualidad Eduardo Leyva colabora junto con expertos de todo el mundo, como revisor del Primer Borrador del Informe Especial del Calentamiento Global de 1.5 ° C del IPCC Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático por sus siglas en inglés que será publicado el próximo año.
Destacó que en Guerrero se necesita el Plan Estatal de Acción ante el Cambio Climático, documento fundamental al tratarse de una de las entidades del país con mayor riesgo de recibir impactos por el cambio climático, tanto la zona costera, como la montaña, pues se trata de las más vulnerables socialmente hablando.
Advirtió que el uso de tecnologías debe estar enfocada a reducir el uso de combustibles fósiles y ponderar el uso de energías alternativas.
Como país, México mantiene compromisos voluntarios a mediano y largo plazo y uno de ellos contempla la reducción no condicionada del 22 por ciento de sus emisiones de gases de efecto invernadero al año 2030, el uso de combustibles fósiles, dado que mantiene un enorme potencial en el uso de energías como la solar y la eólica, geotérmica y cuya adopción permitirían reducir el consumo de combustibles fósiles.
Por medio del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), reformado por el actual gobierno federal, agregó el también ecólogo marino, se trabaja con un plan nacional de cambio climático, pues rige las políticas públicas en esos términos.
La opción como entidad, continuó, es que los estados presentaran un plan propio de cambio climático (PEACC) a partir del 2015 en que se mostraran acciones concretas de los gobiernos estatales y municipales.
Aunado a la falta de tales documentos, el científico lamentó que tampoco se diera continuidad al registro de datos en la Unidad de Medición de Gases, adquirida por el gobierno estatal durante la administración de Zeferino Torreblanca.
“La única unidad para medición de datos atmosféricos estatal la tuvo Semaren en la administración antepasada, la tiene actualmente Protección Civil, pero no sabemos si funciona y era una unidad completa de medición de la calidad del aire”, explicó.
Pidió a los gobiernos apoyar más la ciencia en los municipios y los estados porque se carece de presupuestos destinados a la observación y medición del medio ambiente.
“Se requiere un presupuesto real y práctico no sólo dinero para escritorios y papeleo”, reclamó.
A pesar de que el planeta está en el punto de “no retorno” para frenar las consecuencias del cambio climático, entidades como Guerrero carece de un plan estatal que contribuyan a mitigar los efectos de ese fenómeno causado por el hombre.
Es el mismo caso de los municipios de la entidad que no cuentan con dichos planes que ayuden a disminuir los gases de efecto invernadero que provocan el cambio de clima en el planeta.
Así lo dio a conocer el doctor en Ciencias Ambientales e investigador independiente en temas como el cambio climático, Eduardo Leyva Reus, quien advirtió que la presencia de tres fenómenos hidrometerológicos (los huracanes Irma, José y Katia) en el océano Atlántico son un ejemplo de las consecuencias del cambio de temperatura en el planeta.
El investigador guerrerense advirtió que la rápida evolución de nuevos meteoros impactará con mayor fuerza en las zonas costeras y las partes altas de la entidad, lo que modificará el entorno, y ensancharán las brechas de desigualdad en las comunidades.
Reprochó que durante tres administraciones estatales incluida la actual, ningún gobierno ha tenido el interés de terminar ese documento, que permitiría focalizar los pasos a seguir y continuarlos, porque en la actualidad todo lo relacionado con el Plan Estatal de Acciones ante el Cambio Climático “son medidas de protección civil reactivas y no preventivas, pero sobre todo deberían ser correctivas en adaptación y mitigación”.
Leyva Reus ha colaborado de manera independiente con el Programa de Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El también dictaminador y comentarista el año pasado del libro 21 Visiones de la COP 21, el Acuerdo de París: retos y áreas de oportunidad para su implementación en México sostuvo: “los huracanes son la consecuencia directa del calentamiento global, porque estos fenómenos son una forma de disipar el calor en la atmósfera, provocados por los gases de efecto de invernadero. A mayor cantidad de gases, aumenta la temperatura y hay huracanes cada vez más grandes y es más frecuente”, explicó.
“Lo que ocurrirá después, es que habrá una mayor cantidad de huracanes y cada vez serán más fuertes, y lo acabamos de ver con el trayecto estos tres huracanes, Katia, Irma y José, y desde que se han tomado datos meteorológicos no se había presentado esta situación; y es precisamente una consecuencia del calentamiento global”, observó.
En entrevista con El Sur, Leyva Reus mencionó que el cambio de temperatura lo perciben en Acapulco los mayores de 25 años, pues durante las temporadas de lluvia no había el mismo número de huracanes como en la actualidad.
“Las nuevas generaciones ya no conocieron eso porque niños de 15, 18 años y 20 nacieron con el cambio, por lo tanto para ellos es normal y no hay más. Estamos en el límite reversible”, advirtió.
El cambio climático, sostuvo, es una consecuencia de los hábitos de consumo porque nosotros hemos provocado el cambio climático, porque al desconocer el costo medioambiental preferimos combustibles fósiles al ser baratos, pero no pensamos en las consecuencias a largo plazo.
A nivel sociedad, destacó, el problema se puede detener y revertir cambiando los hábitos de consumo; fuera de lo que el gobierno pueda hacer, la sociedad sigue consumiendo combustibles fósiles y no vamos a tener un cambio en las emisiones de gases si lo seguimos haciendo en la misma medida.
En la actualidad Eduardo Leyva colabora junto con expertos de todo el mundo, como revisor del Primer Borrador del Informe Especial del Calentamiento Global de 1.5 ° C del IPCC Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático por sus siglas en inglés que será publicado el próximo año.
Destacó que en Guerrero se necesita el Plan Estatal de Acción ante el Cambio Climático, documento fundamental al tratarse de una de las entidades del país con mayor riesgo de recibir impactos por el cambio climático, tanto la zona costera, como la montaña, pues se trata de las más vulnerables socialmente hablando.
Advirtió que el uso de tecnologías debe estar enfocada a reducir el uso de combustibles fósiles y ponderar el uso de energías alternativas.
Como país, México mantiene compromisos voluntarios a mediano y largo plazo y uno de ellos contempla la reducción no condicionada del 22 por ciento de sus emisiones de gases de efecto invernadero al año 2030, el uso de combustibles fósiles, dado que mantiene un enorme potencial en el uso de energías como la solar y la eólica, geotérmica y cuya adopción permitirían reducir el consumo de combustibles fósiles.
Por medio del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), reformado por el actual gobierno federal, agregó el también ecólogo marino, se trabaja con un plan nacional de cambio climático, pues rige las políticas públicas en esos términos.
La opción como entidad, continuó, es que los estados presentaran un plan propio de cambio climático (PEACC) a partir del 2015 en que se mostraran acciones concretas de los gobiernos estatales y municipales.
Aunado a la falta de tales documentos, el científico lamentó que tampoco se diera continuidad al registro de datos en la Unidad de Medición de Gases, adquirida por el gobierno estatal durante la administración de Zeferino Torreblanca.
“La única unidad para medición de datos atmosféricos estatal la tuvo Semaren en la administración antepasada, la tiene actualmente Protección Civil, pero no sabemos si funciona y era una unidad completa de medición de la calidad del aire”, explicó.
Pidió a los gobiernos apoyar más la ciencia en los municipios y los estados porque se carece de presupuestos destinados a la observación y medición del medio ambiente.
“Se requiere un presupuesto real y práctico no sólo dinero para escritorios y papeleo”, reclamó.
Texto: Karla Galarce Sosa/ Foto: Carlos Alberto Carbajal
