Muchos Chautlas

Florencio Salazar

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28 mayo,2019 5:31 am
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Florencio Salazar
 
Guerrero padece una enfermedad crónica: la pobreza. Y la pobreza es el origen de muchos otros problemas y el principal de ellos es la violencia. Pobreza y violencia son la fórmula eficaz para anclar el atraso. El desafío de los guerrerenses es cómo salir de pobres. Teóricamente sabemos el cómo: impulsar el desarrollo integral y sustentable que permita a la población alcanzar niveles de bienestar a través de salarios remunerados y ofrezca puestos de trabajo a quienes se incorporen al mercado laboral.
Para lograr los objetivos referidos se requiere infraestructura física y social, como son vías de comunicación, electricidad, sistemas hídricos y vivienda, así también educación y salud, a través de la implementación de políticas públicas. Se debe disponer del piso necesario para aprovechar óptimamente los recursos naturales.
Salvador Allende dijo que un técnico valía por 100 socialistas. ¿A qué se refería el malogrado presidente chileno? Las necesidades de la población deben ser satisfechas y para que esto sea posible se requiere de obras que, en su planeación y programación, deben ejecutar técnicos en diferentes especialidades.
Los gobernantes identifican las necesidades y los técnicos las satisfacen. Se entiende que para que todo eso sea posible existen recursos presupuestales. El desarrollo económico, político y social no es café instantáneo. La programación tiene que ver con los flujos financieros, que se acompaña con la ejecución.
Las sociedades, en cualquier parte del planeta, han alcanzado la prosperidad a través de muchos años de esfuerzo sostenido. Obviamente hablamos de que los gobiernos cambian, se suceden los partidos en el poder, pero las políticas estructurales, las que van llevando dinero al bolsillo de la gente, se sostienen.
En los municipios, las entidades y el país, no todas las condiciones son iguales. Unas tienen mejores recursos y otras casi ni a recursos llegan. Para evitar los desequilibrios socioeconómicos los recursos deben tener un enfoque que trate en forma desigual a los desiguales. Es decir, dar más a los que menos tienen.
Escuché decir a don Jesús Reyes Heroles que había quienes querían que primero creciera el pasto y luego se repartiera. Cito de memoria: “Yo creo  que hay que repartir el pasto conforme crezca”. Claro, porque lo primero lleva a la concentración del capital, como ha pasado en México, y lo segundo a la distribución del ingreso, como ocurre en Suecia.
En la ancestral pobreza que vivimos los guerrerenses, ¿de dónde saldrán los recursos para el desarrollo? La tarea es descomunal y compete a todos: órdenes de gobierno, sector privado y sector social. La locomotora del Pacto Federal se supone funciona con el criterio de la equidad. Si la máquina se frena el desarrollo también lo hace. Imposible pedir milagros a los guerrerenses cuando 96 centavos de cada peso del presupuesto provienen de la federación.
Un empresario creyó encontrar la frase para la posteridad cuando dijo:  “El norte trabaja, el centro piensa y el sur descansa”. La frase es injusta. Los trabajadores guerrerenses están confinados en una economía de horizontes limitados. De una población de 3 millones 595 mil 537 habitantes, la población económicamente activa (PEA) es del 70.5 por ciento y la mayor parte en la agricultura, la pesca, la silvicultura, los servicios turísticos, el comercio, la minería y el gobierno.
La planta industrial es exigua, motivo por el cual la producción guerrerense mayoritariamente carece de valor agregado. Grandes proyectos de inversión han fracasado por gobiernos indolentes para asegurar la inversión pública y otros incapaces de atraer la privada. De eliminarse ahora la Zona Económica Especial de Puerto Unión, nuestro lugar como el tercer estado más atrasado de la República estará asegurado.
En Guerrero es cada vez mas difícil administrar el conflicto. La protesta social expresada en cierre de carreteras, bloqueo de vialidades urbanas, toma de edificios y reclamos por motivos hasta insignificantes, revela la fatiga por la sobrevivencia. El video de niños de Chautla “armados con rifles de palo”, es condenable, pero no puede pasarse por alto la razón principal del hecho: llamar la atención por su condición de pobreza y violencia. Y Guerrero está poblado por muchos Chautlas.
La llamada de atención es para todos. No hay que dejar que reviente Guerrero. Todavía estamos a tiempo.
 

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