Dejan solos a transgénero

La falta de clínicas públicas especializadas, así como la estigmatización social que aún permea, ha provocado que personas trans se sometan a prácticas de transformación clandestinas, alerta la...

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23 junio,2019 9:27 am
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Ciudad de México, 23 de junio de 2019. Aunque la edad ideal para que una persona transgénero inicie su terapia hormonal de transición es a los 16 años, los pacientes empiezan este proceso, en promedio, a los 30 años, señala Esmeralda Román, coordinadora de la Clínica Transgénero de la Clínica Especializada Condesa.
La falta de este servicio en clínicas públicas -en el país sólo se realiza en las dos clínicas que dependen del Gobierno de la Ciudad de México- así como la estigmatización social que aún permea, ha provocado que personas trans se sometan a prácticas de transformación clandestinas, alerta la experta.
Además de automedicarse con anticonceptivos, suelen inyectarse biopolímeros en glúteos.
“Son sustancias que se inyectan con un afán estético para tratar de moldear su cuerpo. Les dicen: ‘Te voy a inyectar colágeno’, y creen que es algo natural que el cuerpo produce, pero la mayoría son aceite de cocina, de bebé, para engrasar autos o vitaminas”.
Casi el 20 por ciento de las mujeres trans atendidas en esta clínica se ha aplicado un tipo de esas sustancias.
Para evitar que esta población se exponga a riesgos en su transición, considera, es importante que otros estados abran clínicas transgénero, donde trabaje un equipo multidisciplinario: siquiatras especializados, sicólogos, sexólogos, endocrinólogos, ginecólogos y radiólogos.
Detalla que este tratamiento debe tomarse de por vida y es un proceso lento, con resultados más o menos visibles a los seis meses.
La endocrinóloga indica que en México, en promedio, pueden pasar entre 12 y 16 años para que una persona trans reciba atención médica especializada.
Muchas personas que se automedicaron buscan un médico hasta que presentan eventos adversos, como ansiedad, hipertensión, problemas metabólicos, aumento de peso, dolores de cabeza o malestar general.
Y es que autorrecetarse hormonas puede aumentar el riesgo de sufrir un desequilibrio hormonal y, con ello, afectaciones cardiacas, renales y hepáticas, entre otras.
“Las hormonas siempre tienen que estar en equilibrio, nunca puede haber exceso de hormona ni deficiencia de una hormona. Cuando hay un desequilibrio hormonal, evidentemente representa enfermedad”, advierte.
“No solamente desempeñan la función de reproducción, sino que se encargan de mantener un equilibrio fisiológico en diferentes áreas del cuerpo”, agrega.
La especialista detalla que el cuerpo tiene receptores de hormonas sexuales en el cerebro, sistema cardiovascular, corazón, pulmones, colon, intestino, riñón, vías urinarias y sistema óseo, por lo que es importante administrar una dosis correcta y vigilar las reacciones a ellas.
Lo más grave de iniciar una terapia de transición sin vigilancia médica es que las hormonas pueden agravar una enfermedad mental que no fue tratada.
“Esa es una de las causas de suicidio de algunas mujeres trans, que se automedican, no saben los riesgos de la terapia hormonal, hay un antecedente que no se detectó y no se trató, señala.
Las dos únicas clínicas transgénero públicas que existen en el país:
*Atienden a mil 500 pacientes con terapia hormonal activa.
*Los pacientes tienen entre 16 y 70 años de edad.
*En 2014, registraron 400 expedientes de personas trans.
*A 2019, suman 2 mil 400 casos atendidos.
Fuente: Clínica Especializada Condesa
Texto: Dulce Soto / Agencia Reforma / Foto: Cuartoscuro- Archivo
 

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