Arropado por famosos, presenta Tarantino su cinta “Érase una vez… en Hollywood”, en LA

La película se estrena esta semana en EU en medio de una polémica por acusaciones de misoginia.

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24 julio,2019 8:38 am
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La película se estrena esta semana en EU en medio de una polémica por acusaciones de misoginia.
Los Ángeles, Cal., 24 de julio de 2019. La nueva película de Quentin Tarantino, Érase una vez… en Hollywood, tiene todo para convertirse en el gran filme del verano. Y no sólo por los aplausos que se llevó en el festival de Cannes, que fueron muchos, sino también viendo el poder de convocatoria del director de Pulp fiction y Bastardos sin gloria: la premiere mundial de su nueva cinta, que se celebró este lunes en el Teatro Chino de Los Ángeles, reunió a lo más granado del star system hollywoodiense.
Además de Tarantino, las grandes estrellas de la alfombra roja fueron el trío de protagonistas: Brad Pitt, Leonardo DiCaprio y Margot Robbie, pareja que vuelve a coincidir en la gran pantalla después de El lobo de Wall Street.
Como guiño a la película, ambientada entre finales de los 60 y principios de los 70, la actriz australiana optó por un escotado y vaporoso vestido blanco de Chanel, con mangas abullonadas, muy acorde a la década en la que transcurre el filme, en el que Robbie interpreta el papel de la actriz Sharon Tate, la mujer de Roman Polanski que acabó siendo víctima de la familia Manson en la famosa matanza de agosto de 1969.
Tampoco faltaron actores de la película como las estrellas juveniles Maya Hawke (la hija de Ethan Hawke y Uma Thurman que está triunfando con la tercera temporada de Stranger things) y Sydney Sweeney (una de las protagonistas de la controvertida Euphoria de HBO), Austin Butler, elegido para protagonizar la película biográfica de Elvis Presley, que llegó de la mano de su chica, Vanessa Hudgens; y otras “hijas ilustres”, como Margaret Qualley (su madre es Andie MacDowell); Rumer Willis, la primogénita de Bruce Willis y Demi Moore, que fue con sus hermanas Scout y Tallulah.
El filme, además, marca el último papel del actor Luke Perry, que falleció en marzo.
De Britney Spears a Snoop Dog y Chris Hemsworth
Britney Spears, con un ceñido minivestido rojo, y su pareja, el modelo de origen iraní Sam Asghari (uno de los pocos hombres que arriesgó con un traje de color crudo); una casi irreconocible Noomi Rapace de rubia; Pierce Brosnan y su hijo Dylan (con un look a lo John Lennon); Elsa Pataky y su marido, el Thor Chris Hemsworth, con camiseta y traje muy casual; la modelo Adriana Lima; Don Johnson; el rapero Snoop Dogg; Sofía Vergara (marcando curvas con un vestido negro de escote palabra de honor y con apliques metalizados) y su pareja, el actor Joe Manganiello, fueron otros de los famosos que posaron antes del pase de la película.
El #MeToo, al acecho
El consagrado cineasta podría ver afectada su carrera tras la publicación de una artículo en The Guardian que pide su exclusión de la industria.
El texto, escrito por el periodista Roy Chacko, se encarga de exponer los casos de personajes femeninos que fueron maltratados por el guión y que, aparentemente, demuestran la misoginia del director así como su nulo interés por el ambiente de “despertar” que se vive actualmente en la industria, a partir del movimiento de denuncia #MeToo.
El artículo hace énfasis en los casos de Perros de reserva, en donde no aparece ni una sola mujer como personaje principal y las que sí aparecen son acreditadas como “Mujeres asesinadas”; en Pulp fiction se menciona el ejemplo de Uma Thurman y su papel como Mia Wallace, quien es víctima de una inyección en el corazón; en Kill Bill: Vol. 1 la Novia es violentada una y otra vez de todas las formas posibles; en Los 8 más odiados el personaje de Jennifer Jason Leigh es golpeada en repetidas ocasiones para finalmente ser torturada y ahorcada.
El último caso mencionado, es el de Érase una vez… en Hollywood. Durante la conferencia sobre la cinta en la última edición de Cannes, una periodista cuestionó al director sobre el motivo por el cual decidió no concederle tantas líneas a Margot Robbie como Sharon Tate, personaje que en la ficción y en la vida real es brutalmente asesinado por el clan de Charles Manson.
Tarantino se negó a aceptar la idea de la reportera y fue Robbie quien tuvo que aclarar la situación sobre su aparición en la película y su grata experiencia como la esposa de Roman Polanski.
Quentin Tarantino fue criticado algunos años atrás luego de que saliera a la luz una grabación en donde se comprueba que expuso a Uma Thurman a una situación de alto riesgo durante el rodaje de Kill Bill: Vol. 2; también ha caído en la polémica por sus controvertidas declaraciones respecto al escándalo de Roman Polanski y la violación cometida contra una niña de 13 años, Tarantino aseguró que la niña estuvo de acuerdo con el encuentro y que eso no puede ser considerado como una violación.
Hace algunos días, la actriz estadunidense Olivia Munn, arremetió contra Tarantino y los hermanos Affleck por las numerosas acusaciones que han recibido, pero sobre todo reclamó la falta de seguimiento que han dado las autoridades a estas denuncias: “La mayoría de la gente, cuando falla, tiene que volver al final de la cola y ganarse el ascenso de vuelta a la cima. Pero luego están este tipo de hombres que cuando fallan simplemente dicen: “Lo siento, culpa mía” y vuelven a su anterior posición.
Quentin Tarantino pertenece a una generación que no está conforme con los cambios que se han dado en Hollywood durante los últimos tiempos. El año pasado fue víctima de burlas en las redes sociales por el elenco de Érase una vez… en Hollywood, conformado casi completamente por hombres blancos y tres mujeres blancas. Los internautas preguntaron una y otra vez por las personas negras o la por la adición de minorías.
Las quejas en contra de Tarantino van juntándose como en una gran bola de nieve. The Guardian asegura que ha llegado el momento de marginarlo para siempre.
Un privilegio poco frecuente
Por otra parte, el director Quentin Tarantino exigió a los estudios de grabación los derechos comerciales de Érase una vez… en Hollywood, informó este martes The Hollywood Reporter.
El privilegio de contar con la exclusividad de la explotación comercial de la nueva cinta, financiada por Sony y que llega a los cines estadunidenses este viernes, es una concesión muy poco habitual en Hollywood que tan sólo disfrutan cineastas como George Lucas, creador de Star Wars, y Mel Gibson.
De acuerdo con fuentes citadas por The Hollywood Reporter, en noviembre de 2017 Tarantino negoció con dos productoras, Warner Bros y Sony, ambas dispuestas a cubrir los 95 millones de dólares que solicitaba y a otorgarle varias libertades en el proceso de creación, producción y distribución.
Pero unicamente Sony aceptó entregar a Tarantino los derechos comerciales y de autor de la película, producida y financiada por el estudio.
Así, mientras que la productora controlará la distribución de la película y las de sus hipotéticas continuaciones, el director recibirá los beneficios de toda la explotación comercial que tenga que ver con su última cinta.
Otros directores han contado con ese derecho anteriormente por diferentes motivos, por ejemplo Gibson, quien financió gran parte del presupuesto de La Pasión de Cristo, o Richard Linklater, quien pagó por adelantado su película Boyhood, rodada durante 12 años.
Por este motivo, para Warner Bros la exigencia de Tarantino distaba de los casos descritos y se negó a aceptarla porque podría sentar un precedente en la industria que sería requerido por otros directores, según el testimonio citado por The Hollywood Reporter.
Texto: Redacción / Foto: Twitter
 

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