Ciudad de México, 5 de octubre 2017.- Hace cuatro años cuando el barco de la Selección Mexicana de Futbol hacia agua y prácticamente se había despedido del Mundial Brasil 2014, un agónico gol de último minuto del norteamericano Graham Zusi resucitó al combinado tricolor que, por la vía del repechaje, llegó a la justa mundialista.
Esta vez es diferente, México está ya clasificado y más líder que nunca, mientras que el equipo de las barras y las estrellas ha complicado su calificación. Por azares del destino, en los dos partidos que restan México podría devolverles el “favor” a los norteamericanos.
Estados Unidos y su técnico Bruce Arena enfrentan una situación complicada, a la que no están acostumbrados: cuarta posición del Hexagonal con nueve unidades. Panamá, su rival del próximo viernes en Orlando, es tercero con 10 y está dentro, mientras que Honduras le pisa los talones en el quinto sitio, sólo por tener una peor diferencia de goles.
El plan norteamericano es simple: ganar a los panameños para desplazarlos en la tabla y tener el destino en sus manos en el último duelo contra Trinidad y Tobago, último lugar de la clasificación.
La realidad hasta hoy jueves es que, con los nueve puntos que ha acumulado, Estados Unidos iría por su boleto en el repechaje, pues los pases directos tentativamente están ocupados por México, Costa Rica y Panamá.
Una derrota o hasta un empate contra Panamá en la novena fecha de competición, podría dejar el destino de los norteamericanos en manos de México en la última jornada.
Los partidos de la siguiente fecha del Hexagonal Final son Costa Rica-Honduras, México-Trinidad y Estados Unidos-Panamá. Si la ‘H’ da la sorpresa en suelo tico y EU no logra más que el empate en casa, contra Panamá, quedará fuera de los puestos mundialistas.
Así, que una combinación de resultados en la próxima fecha dejaría el futuro del equipo norteamericano en manos de la Selección Mexicana.
Texto: Redacción
Foto: Página oficial del seleccionado estadunidense
