El bailarín y coreógrafo, junto con Los Hermanos Tavira y la OFA, presentan en el Festival Internacional Cervantino el experimento escénico Matices, que funde la música tradicional con la danza contemporánea.
Guanajuato, 22 de octubre de 2019. La lucha por los 43 normalistas sigue en Guerrero y en todo México; es algo que nos duele profundamente y creo que tenemos que transformarlo por medio del arte, dijo el decano de la danza en Guerrero, Serafín Aponte, en la conferencia de prensa en el Festival Internacional Cervantino, donde se habló de la obra Matices, un experimento escénico en el que anoche participaron también Los Hermanos Tavira y la Orquesta Filarmónica de Acapulco.
En la conferencia de prensa también hablaron Eduardo Álvarez y Cuauhtémoc Tavira. El director de la Orquesta Filarmónica de Acapulco explicó que la preparación de esta obra interdisciplinaria que incluye música y danza les llevó más de un año (entre 2016 y 2017) y que ya se ha presentado antes en las Jornadas Alarconianas taxqueñas, en el teatro Sentimiento de la Nación de Chilpancingo y en el teatro Juan Ruiz de Alarcón de Acapulco.
Por su parte el miembro de Los Hermanos Tavira y compositor de la música de la obra, dijo que la música es enteramente de esa agrupación de música calentana.
Serafín Aponte comentó que la obra Matices es un proyecto de esperanza y nostalgia que funde la música tradicional con la danza contemporánea.
Posteriormente los artistas contestaron a tres preguntas expresas.
–¿Creen que con la cultura se pueden contrarrestar los altos índices de la violencia en Guerrero?
Eduardo Álvarez: No es lo único, pero es un factor importante. La OFA se ha dedicado a llevar la música a todos los rincones del estado durante los 21 años de existencia y hoy tenemos más de diez agrupaciones de niños y jóvenes de distintos puntos del estado que gracias a nuestros conciertos didácticos se interesaron por la música y ahora son ejecutantes de estas agrupaciones.
Sin embargo creo que más importante es la educación que reciben las nuevas generaciones, la escolar y la familiar.
Serafín Aponte: El arte nos abre la conciencia a otros niveles y creo que debemos seguir apuntalando eso.
Cuauhtémoc Tavira: Creo que llevando la cultura a lugares del estado se puede incidir; alguien te puede escuchar, te puede ver y quizá eso le ayude a alejarse del entorno negativo en el que está viviendo. Creo que a través de alguna disciplina podemos abrirle una opción y quizá alejarlo de la violencia.
–Esta es una de las delegaciones de Guerrero más nutridas que hayan ido a festival cultural alguno fuera del estado… ¿Consideran que ese hecho aunado a la cobertura nacional que por naturaleza tiene este festival podría ofrecer a Guerrero la oportunidad de un movimiento o florecimiento hacia afuera de lo que es la cultura guerrerense?
Eduardo Álvarez: Así lo creo, esto puede ser el principio de algo, debemos aprovechar los reflectores por ser el estado invitado al Cervantino y, como lo estamos haciendo, mostrar las propuestas que tenemos en todas las disciplinas artísticas para que de ahí podamos trascender: la plata, las artesanías, la gastronomía, los sones calentanos, la danza, el teatro etcétera, pueden tomar como punto de partida este festival para relanzarse a nivel nacional.
Serafín Aponte: Solamente reafirmar que esto es una provocación. Pero no nos quedamos solamente con el Cervantino, estos son proyectos de largo aliento que se deben seguir trabajando y profundizando. Nuestra misión es también tratar de captar jóvenes para que se interesen, primero, y luego busquen convertirse en profesionales y para eso estamos, para colaborar en su formación.
Cuauhtémoc Tavira: Nosotros desde hace tiempo ya hemos participado en festivales dentro y fuera de México, y hemos ido formando jóvenes que con el paso de los años han ido conformando sus propios grupos de música calentana.
Eduardo Álvarez: Y le agregaría que me he dado cuenta como maestro en el Conservatorio de Música en la Ciudad de México, que hay más de 30 muchachos guerrerenses, no solamente en el Conservatorio, sino también en la escuela Ollin Yoliztli de la Ciudad de México, en el Conservatorio de Las Rosas, en Michoacán, en Toluca, en la Facultad de Música de la UNAM y otros migraron fuera del país a Estados Unidos, España, Suiza y Canadá. Entonces creo que ya hay un movimiento o florecimiento guerrerense en ciertas disciplinas.
–En 2014, un mes después de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, el director del Festival Cervantino, entonces el escritor Jorge Volpi, en su discurso de apertura dijo que “el Cervantino y México están de luto” refrendando el rechazo de la sociedad mexicana hacia la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Hoy veo que la representación guerrerense que participa en este festival parece ajena a esta tragedia, ningún comentario o representación tomando como base la tragedia de Ayotzinapa…
Serafín Aponte: Creo que la lucha sigue y no nomás del pueblo mexicano sino de todo México, tenemos que seguir pensando en eso que nos duele y que de alguna manera tenemos que transformarlo a través del arte. Hace algún tiempo hice e interpreté obras con mucho tinte político… el asunto es que no solamente debe existir como un panfleto, sino como arte verdadero, y dentro del arte verdadero tenemos que seguir creando, y creo que el discurso que traemos en la obra Matices está impregnado de ese sentido rebelde. No podemos renunciar a esos 43 y no podemos renunciar a nuestra conciencia, porque quien renuncia a eso no reconoce su historia y no tiene memoria.
Cuauhtémoc Tavira: Un creador musical se nutre de muchas cosas para componer su música y yo creo que todos los hechos que han pasado nos alimentan para crear. Y en ese sentido la música de Matices incluye algo de eso; a mí la tragedia de Ayotzinapa me marcó para hacer un tipo de música que está ahí en esta obra , ya sea en una frase o en una pequeña melodía.
Texto: Juan Carlos Moctezuma R. / Enviado / Foto: El Sur
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