Pretenden reclamar un papel protagónico pese al descrédito por cometer graves violaciones a los derechos humanos, dice el director de Tlachinollan. El obispo Salvador Rangel acepta no obstante que el presidente no ha podido incluir a todos los sectores en su proyecto.
Chilpancingo, Guerrero, 1 de noviembre de 2019. Las declaraciones del general en retiro Carlos Gaytán Ochoa “desentonan” con la nueva realidad política, y no reconoce como contrapesos del poder tradicional a nuevos actores de la sociedad civil y las nuevas instituciones de defensa de los derechos humanos, ni el papel de las víctimas que reclaman los excesos de los militares en el pasado, señaló el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández.
Por su parte, el obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza admitió que en México “es una realidad” que existe una polarización entre algunos sectores sociales y el presidente Andrés Manuel López Obrador, como lo declaró el general en retiro Carlos Gaytán Ochoa el miércoles pasado en un acto del Ejército, y advirtió que esto está afectando a México “porque perdemos todos”.
En consulta telefónica sobre la presunta polarización política del país, con una ideología dominante, no mayoritaria “sustentada en corrientes pretendidamente de izquierda” y de resentimiento, que denunció el mando castrense en un desayuno oficial militar, el defensor Barrera Hernández indicó que la intención del general es seguir abonando a la impunidad de las fuerzas armadas, reclamando un papel importante, pese al descrédito ganado por cometer graves violaciones a los derechos humanos.
Abel Barrera recordó la participación del Ejército en casos graves de violaciones a derechos humanos, como las desapariciones forzadas, sistemáticas en Guerrero, durante la llamada Guerra Sucia.
“Se cometieron atrocidades que nos colocaron (a Guerrero) en una etapa de barbarie, donde el poder se utilizó para arremeter contra cualquier expresión disidente, política o armada. Esta declaración (militar), es una reminiscencia del pasado, donde quieren posicionar posturas duras, quieren restaurar un régimen donde el Ejército juegue un papel protagónico. Lamentablemente ha sido una época oscura, donde el Ejército arremetió contra población, coludido con el Poder Ejecutivo, que precisamente era el gran poder que no tenía contrapesos”.
En el contexto actual, opinó que las declaraciones del militar, como si fuera un actor político, tratan de abonar a la continuación de la impunidad del Ejército,
Cuestionó que desde la milicia se desapruebe una política que la sociedad organizada ha exigido: implantar un estado de derechos centrado en las víctimas, y sobre todo, que el gobierno atienda los principales planteamientos con respeto a los derechos humanos.
Explicó que la sociedad civil busca construir un sistema democrático con participación ciudadana, donde “(ya) no sean los grupos de poder y las cúpulas “las que estén tomando decisiones en el rumbo en nuestro país”.
Incluso, destacó el nuevo marco jurídico de México que tiene como eje central el respeto a los derechos humanos, en el artículo primero constitucional, y nuevas leyes sobre las desapariciones forzadas y contra al tortura, para contener el uso excesivo de la fuerza de los militares.
“Estas declaraciones desentonan en esta nueva coyuntura política donde el eje central son el respeto a los derechos humanos por las autoridades, y sobre todo, para que los militares se alinean a la legislación y a los tratados internacionales”.
Añadió que si el general considera que el actual presidente de la República está fortalecido para tomar decisiones estratégicas (en las que no coincide) sin contrapesos, recordó que en los años 60, “los militares tenían una carta de impunidad, nunca se les castigó y hasta ahora, no hay un tribunal que juzgue al Ejército por los crímenes del pasado”.
Mencionó como referencia, cuatro sentencias contra México de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por violaciones soldados y mandos por tortura, desaparición forzada y tortura sexual.
Por lo tanto, opinó que las declaraciones que trascendieron a la prensa hace días, “son parte de una tendencia de grupos de poder que no están de acuerdo con la apertura que se ha dado para que la sociedad participe de los cambios, tanto en las leyes como en cambios en las instituciones, y que los principales actores sean los colectivos, padres, madres, víctimas que exigen que se llame a cuentas a los actores estatales. En el caso del Ejército, no puede haber borrón y cuenta nueva”.
Ratificó la posición de activistas sociales, de que la transición de México a la verdadera democracia, pasa por la investigación de los crímenes del pasado. “Son cambios que no favorecen a los cotos de poder, a las cúpulas castrenses, por eso hablan de que se ideologizado está nuevo ambiente democrático”
Consideró apropiado que ahora los militares expresen las opiniones que antes se guardaban, “era parte de este régimen del pasado, se ceñían a los lineamientos, a esta cultura de la sumisión para mantener cotos de poder. Lo que sí vemos es que el general Gaytán, obviamente plantea que la forma como se está ejerciendo el poder es una forma que para ellos desde el punto de vista castrense, es un riesgo para la gobernabilidad, es como decir que hay que volver al pasado de la mano dura, donde el Ejército sí requiere ser un poder dentro del poder para garantizar la gobernabilidad”.
La lucha de poderes, una realidad: obispo
Al término de la presentación del libro. Guerrero 2011: Paradigma e Incertidumbre de Salvador Hernández Jacinto, en las instalaciones del Museo Regional, respecto a la declaración del general Carlos Gaytan Ochoa, el obispo aceptó: “eso es una realidad, siempre hay lucha de poderes”.
Explicó que es lógico que los que fueron desplazados en el actual gobierno van a seguir luchando, van a seguir esforzándose “y sobre todo a nivel político y económico es muy fuerte esta presencia de polarización con personas que de alguna manera se han lesionado sus intereses”.
Aunque añadió que la polarización no es grande porque la votación para López Obrador fue amplia, criticó que el presidente no ha podido insertar en el panorama económico a los empresarios “y esto está afectando a México”.
Agregó que tampoco ha podido integrar totalmente al magisterio que es otra fuerza que está creando polarización “y están todos aquellos personajes de partidos que no están ahora en el poder y claro que ellos están creando polarización. En su opinión vale la pena cuidar este detalle, “acercarse y dialogar con la gente para que México no se polarice porque allí perdemos todos”.
Evade opinar el presidente de la CNDH
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez evadió opinar sobre las declaraciones del general Gaytán Ochoa.
“No conozco las declaraciones del general y no puedo opinarle de algo que desconozco, sería poco serio de mi parte referirme a esto, en todo caso son expresiones del general y habría que preguntárselo a él”, dijo el ombudsman en declaraciones tras la entrega del informe sobre los desaparecidos en Chilapa.
Sobre el tema, también se buscó al senador de Guerrero por Morena, Félix Salgado Macedonio, como presidente de la Comisión de Defensa Nacional del Senado para conocer su opinión, así como al delegado del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, pero no atendieron las llamadas.
Texto: Lourdes Chávez y Zacarías Cervantes / Foto: Zacarías Cervantes
