A mes y medio de la desaparición de Oscar Hernández no hay pistas ni indicios de su paradero, denuncian sus familiares y compañeros.
Chilpancingo, Guerrero, 7 de noviembre de 2019. Familiares de Oscar Hernández Romero, desaparecido el 23 de septiembre pasado, y pobladores de Real de Limón, municipio de Cocula, de donde es originario, demandaron al gobierno federal que retome la búsqueda del activista porque presumen que hay complicidad del gobierno estatal con quienes lo privaron de su libertad.
En un documento enviado a la subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), denuncian que los familiares y compañeros de Hernández Romero suspendieron su búsqueda los primeros días de octubre debido a amenazas del crimen organizado, y que aun cuando denunciaron el caso a las autoridades estatales no tuvieron respuesta.
Denunciaron que a mes y medio de la desaparición del ex trabajador de la minera Media Luna y activista, no hay pistas ni indicios de su paradero, y demandaron que el gobierno federal atraiga las investigaciones del caso ante el riesgo que implica para sus familiares seguir indagando para localizarlo.
En el escrito refieren que Oscar Hernández Romero de 37 años desapareció el 23 de septiembre, cuando se dirigía a su casa de Real de Limón.
Destacaron que Hernández Romero era uno de los trabajadores despedidos de la empresa minera Media Luna, filial de la canadiense Torex Gold, y que desde que desapareció la noche del martes 23 de septiembre en las cercanías de Cocula no se sabe de su paradero.
Cuestionaron la indiferencia de las autoridades estatales a pesar de la denuncia formal y pública, y reprocharon que tampoco los apoyó en las labores de búsqueda, en las que sólo participaron familiares, pobladores de Real de Limón y amigos del desaparecido desde el 25 de septiembre.
Óscar Hernández es parte de un grupo de 200 ex trabajadores de la minera Media Luna que en 2017 demandó a Torex Gold ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje por despido injustificado.
En ese año pobladores y trabajadores que pidieron el cambio del Contrato Colectivo de Trabajo del sindicato de la CTM al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, participaron en un paro laboral y bloqueos a la minera. El ahora desaparecido participó en la protesta.
En el marco de ese movimiento fueron asesinados tres activistas: los hermanos Víctor y Marcelino Sahuanitla Peña y Quintín Salgado Salgado.
Por su parte, la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema), destacó que la desaparición de Oscar Hernández ocurrió en un contexto de agresiones de la empresa a los trabajadores y pobladores.
“La lista de agravios de esta empresa es igual de grande que la impunidad en la que opera este país, desde los desplazados de la comunidad La Fundición que tuvieron que huir del país o rumbo a otros estados para no ser asesinados, la aparición de falsas escrituras de tierras para despojar a los dueños originarios, la reubicación forzada para cerca de 170 familias de La Fundición y Real del Limón, la contaminación del agua ocasionada por la minera que afectó para siempre la actividad económica y la salud de las y los pescadores de la comunidad de Nuevo Balsas”.
Refirió que el historial de esta empresa en la zona incluye varios cierres de operaciones por parte de opositores y trabajadores, en donde siempre está presente algún acto violento perpetrado por los trabajadores de la CTM y el crimen organizado, “el mismo que, desde hace años, opera abiertamente para la empresa controlando entradas y salidas, ofreciendo empleo y sometiendo a sus caprichos a la población”.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: El Sur / Archivo
