De los desplazados por la violencia en Zirándaro donde se reportaron 13 muertos, opina que la situación de fondo son las diferencias de partidos políticos, entre el alcalde y el gobernador
Chilapa, Guerrero, 19 de enero de 2020. El obispo Salvador Rangel Mendoza lamentó el homicidio de 10 músicos indígenas de Alcozacán en Chilapa y pidió a las autoridades una investigación a fondo para conocer la verdad y deslindar responsabilidades.
En tanto que, del caso de Zirándaro -donde familias abandonaron comunidades por enfrentamientos en los que se reportaron 13 muertos-, opinó que la situación de fondo son las diferencias de partidos políticos, entre el alcalde y el gobernador.
En declaraciones al concluir la tradicional misa en la catedral de Chilapa, el prelado dijo que en sus celebraciones ha invitado a la población a respetar la vida pero que desafortunadamente se siguen dando hechos delictivos.
“Este asesinato es algo muy grave, parte de la violencia que se ha tratado de controlar”, expresó, y agregó que las cosas en este municipio iban cambiando, pero qué hay gente que está involucrada desde hace años en la delincuencia y que continúa cometiendo fechorías.
Pidió una investigación a fondo, y añadió que “ojalá se sepa la verdad; le toca a las autoridades definir a los responsables”.
De la situación de Zirándaro, dijo que no ha sido del todo atendida y que hace dos meses la representación de la Diócesis en Tierra Caliente tuvo que acudir a la capital a solicitar al gobernador, Héctor Astudillo, ayuda para que la gente pudiera entrar y salir de sus comunidades para comprar medicinas y alimentos.
Exigió al gobierno del estado prestar más atención a esa región y los medios necesarios para pacificarla.
Texto y foto: Luis Daniel Nava