Celebra desde Zihuatanejo guitarrista de Rodrigo y Gabriela el Grammy ganado con “Mettavolution”

Responden con música a los desafíos sociales y políticos, dice Gabriela Quintero, miembro del dúo.

492 0
1 febrero,2020 9:55 am
492 0

Responden con música a los desafíos sociales y políticos, dice Gabriela Quintero, miembro del dúo.

Acapulco, Guerrero, 1 de febrero de 2020. Para la artista musical Gabriela Quintero, que junto con el también músico Rodrigo Pineda conforman el dueto Rodrigo y Gabriela el haber ganado la semana pasada el Grammy en Estados Unidos, en la categoría Mejor Disco Instrumental Contemporáneo, es la cereza de un pastel cocinado desde hace mucho tiempo.

“Increíble, un sentir de gratitud, una sensación de más inspiración para seguir adelante; este álbum, Mettavolution, es sobre un tema espiritual, un tema que es relevante hoy en día porque como especie estamos enfrentando muchísimos desafíos políticos, sociales, ecológicos, éticos”, comentó en charla telefónica a Zihuatanejo, donde radica desde hace muchos años.

“Este disco tiene este tema de cambio, de introspección de hacer cambios de uno como individuo y el Grammy significa para mí una oportunidad enorme de poder transmitir este mensaje y unir mi voz a otras que ya están haciendo estos cambios”.

Del metal a lo instrumental

La historia de este disco como de su carrera inicia varios años atrás, cuando ambos fueron parte de la banda de metal Tierra ácida.

La originaria de la Ciudad de México relató que “empezamos hace muchos años tocando en una banda de metal en la Ciudad de México y eventualmente nos cansamos; en el intento de querer ser famosos decidimos dedicarnos a las guitarras que nos encantaba y nos fuimos a finales de los 90 a Ixtapa”,  siendo los hoteles y una pizzería su principal escenario, interpretando covers de baladas metaleras y acústicas.

“Nos empezó a caer chamba y ahí empezamos; ahorramos un poquito de dinero y compramos un boleto de ida para Europa siendo nuestra primera parada en Dublín (Irlanda)” donde a manera de aventura conocieron la ciudad, sus recovecos, teniendo que tocar en las calles y sobre todo nutriéndose para algo que ya planeaban hacer: escribir su propia música.

España, Dinamarca, Francia fueron algunos de los países visitados pero fue en Irlanda, a la que regresaron, donde después de hacer amistades tuvieron su oportunidad.

Ello, de la mano del cantautor Demian Rice, que entre otras cosas ha sido nominado a un Brit Awards como Mejor Artista Internacional.

“Un hippie que nos oía mucho”, recordó entre risas.

“Un día lo encontramos así nada más en la calle y nos invitó esa noche a tocar en un lugar prestigioso donde él presentaría su disco ante toda la industria de la música irlandesa”.

Y así fue como esa noche llena de magia del año 2000 conocieron primero a su manager, su primera disquera y consiguieron su primera gira por todo el Reino Unido. 

Zihuatanejo, un refugio

Al paso del tiempo, llegó la hora de firmar con una disquera de Estados Unidos, por ahí del 2005, 2006, y preparar un disco, cuyo germen se gestó en Zihuatanejo donde tienen instalado un estudio, su casa y donde recalan cada vez que pueden.

De hecho, mientras ella colabora con una organización que se dedica a la investigación sobre la migración de ballenas en Guerrero “Rodrigo (también de la Ciudad de México) es una persona que tiene sus principios, nos importa mucho la comunidad y creemos que hacer música es un servicio que puede contribuir a cambiar y trasformar muchos desafíos”.

Por ello, y además y también, no es de extrañar que tengan un tema de nombre Ixtapa o Tamakún, acerca de Roberto Piza Ríos un legendario cuidador de cocodrilos.

“Por esos años lo conocimos; lo vimos hablándole a los cocodrilos a las que bautizaba con nombre de jugadores del América –su equipo de futbol favorito– y sí, nos impactó y teniendo la canción decidimos llamarla así”.

A dicho primer disco, Rodrigo y Gabriela, (2006), le siguieron 11:11 (2009), Área 52 (2012), 9 Dead Alive (2014) y ahora Mettavolution, en el que incluyen arreglos con guitarra eléctrica, aunque son conocidos por sus piezas con la acústica.

Gabriela aceptó que entre giras y producciones no dejan de trabajar, pero acotó que tanto ella como Rodrigo, un aficionado de hueso colorado al futbol, “ya somos zancas, regresamos siempre que podemos a Zihuatanejo, a pesar de que estamos de viaje mucho tiempo”.

El disco ganador

Mettavolution, explicó, reúne el interés de ambos por el budismo, la historia de la evolución humana y “la liberación del potencial que tenemos como especie”.

Lo anterior, expresado a través de dos guitarras acústicas.

“Es un álbum que grabamos hace un año en Los Ángeles bajo la producción de David Sardy; fueron jornadas largas luego de que a lo largo de dos años estuvimos componiendo música, realizando demos y maquetas que luego no nos gustaban como para sacar el disco hasta que un día de repente se alinearon los planetas, empezamos a fluir y a hacer este material”.

Tras ello y al ver el resultado, “fueron nuestras compañías Rubyworks y ATO Records nos inscribieron para el Grammy y nos pusieron en la categoría de Música Instrumental Contemporánea”.

Si bien “nuestra música es muy ecléctica, tiene muchas influencias y es difícil, la verdad, de catalogar”, dijo, “este Grammy es la cereza en el pastel, es algo que sí sentíamos nos hacía falta; nunca nos habían nominado pese a que escribimos y producimos, pero este año con este disco, caray, qué bien se siente”.

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Tomada de su Facebook

In this article

Join the Conversation