Con goles de De Jong, Busquets y Lenglet, el equipo catalán consigue su victoria número 15 en lo que va del campeonato español para llegar a 49 puntos y sigue detrás del líder Real Madrid, que tiene 52 unidades, luego de imponerse fuera de casa 4-1 al Osasuna.
Madrid, España, 10 de febrero de 2020. El FC Barcelona se llevó una victoria vital de 3-2 en su visita al estadio Benito Villamarín ayer para seguir a tres puntos del líder Real Madrid en la jornada 23 de la Liga española, otro día sufrido para el proyecto en zozobra de Quique Setién, rescatado con goles de De Jong, Busquets y Lenglet.
El cuadro azulgrana no encontró por sexto partido seguido los goles de Messi pero el ‘10’ lo enmendó haciendo de asistente en los tres goles. El Barça sacó adelante así un partido que llevaron dos veces por debajo, en un feudo que aprieta. En el 72’, un cabezazo del defensa francés dejó el definitivo 2-3 a pesar de las expulsiones después de Fekir y el propio Lenglet.
Después de la eliminación en Copa del Rey, en el descuento en San Mamés, y la guerra interna por las palabras de Abidal, el Barça salvó el pulso liguero y evitó una semana más de crisis. No tiene un día tranquilo Setién en el Barça, como también cabía esperar por el discreto nivel que arrastraba el equipo y el órdago que supone un cambio de técnico. Su regreso al Villamarín, donde apenas aceptaron su estilo, lo quiso convertir en pesadilla Fekir, al menos en la primera parte, pero se rehizo el Barça como pudo.
El francés robó a Semedo y se fue de todos para forzar un penalti por mano de Lenglet, con el aviso del VAR al árbitro (1-0). Messi y De Jong se asociaron para que el holandés empatara de inmediato, a pesar de que el Betis no regalaba en defensa. El paso al frente del ex del Ajax es lo poco que puede celebrar Setién, que dio una vuelta de tuerca más en su idea con Vidal de falso nueve.
El chileno sin embargo perdió el balón que Fekir llevó hasta el 2-1. El francés se lució en rabonas, pisadas de balón, aunque también dejó sus tacos en el tobillo de Sergi Roberto y en la segunda parte desapareció como el resto del Betis. El Barça sufrió sin poder salir de su campo pero de nuevo vio la luz con un gol de Busquets al borde del descanso en una falta que puso Messi en el área.
El ‘10’ se centró en su faceta de asistente viendo a Joel pararle dos claras ocasiones en el inicio de la segunda parte, una muy parecida al gol que le hizo salir ovacionado del Villamarín el pasado curso. Griezmann no ofrecía soluciones y de nuevo Messi puso la asistencia de gol, a la cabeza de Lenglet.
Con 20 minutos por delante y la facilidad del Barça de tirar partidos aún podía pasar de todo, pero esta vez los de Setién supieron jugar con el balón. Cuando al Betis le tocaba proponer ya por debajo en el marcador se quedó sin Fekir, expulsado por protestar una amarilla, mientras que Lenglet también vio la segunda. Messi se fue otra vez sin gol pero su Barça ganó.
El líder olvida la Copa en El Sadar
Por su parte, el Real Madrid dejó atrás la debacle de Copa y mostró ayer su capacidad de reacción para remontar ante Osasuna en El Sadar para ganar 4-1, un resultado que le permite mantener una semana más el liderato de la competición.
La eliminación en Copa del Rey ante la Real Sociedad (3-4) no afectó al pulso de los blancos, a pesar de que se vieron obligados a nadar a contracorriente.
El tempranero tanto de Unai García a los 14 minutos les hizo despertar de su letargo, pero en solo cinco minutos Isco Alarcón y Sergio Ramos solucionaron la papeleta. Por su parte, el cuadro de Jagoba Arrasate (28) interrumpe una racha de tres jornadas puntuando en su primer partido liguero sin el Chimy Ávila, aunque conservan 10 puntos de renta sobre el descenso.
En esa salida en tromba, Osasuna encontró pronto su premio; antes del cuarto de hora y justo después de que la lesión de Moncayola le hiciese efectuar el primer cambio, Rubén García cabeceó a la perfección un saque de esquina al primer palo, alojando es esférico en la meta lejos del alcance del portero belga.
Lejos de amilanarse, el equipo de Zinédine Zidane respondió igualando la intensidad de los locales.
Llegaron entonces cinco minutos de contundencia blanca. En el 33, Isco cazó un rechace a disparo de Bale para, de primeras, sorprender al guardameta del cuadro pamplonés. Casi sin tiempo para asimilarlo, Osasuna recibió un segundo mazazo en forma del gol de Sergio Ramos, que a la salida de un córner remató de cabeza al fondo de las mallas. al 38’.
De hecho, a punto estuvieron los blancos se sentenciar en una doble ocasión de Isco, desde la frontal, y de Casemiro, que capturó el rechace y se topó con Herrera, pero fue Lucas Vázquez, que había entrado en el campo sustituyendo a Bale, el que finiquitó el choque con un remate cruzado tras un pase en bandeja de Benzema (min.84).
Luka Jovic, ya en el descuento, también se unió a la fiesta. De esta manera, el Real Madrid olvida la eliminación copera, que interrumpió una espectacular racha de 21 partidos sin perder, y mantiene su fiabilidad en LaLiga con su quinto triunfo seguido.
Texto: Europa Press / Foto: Twitter
