La pandemia vino a “dramatizar una situación” de hace décadas, alerta la presidenta de la Red de Espacios Culturales Independientes Organizados de la Ciudad de México, Itari Marta
Ciudad de México, 30 de marzo de 2020. La pandemia del Covid-19 sorprendió a los espacios culturales independientes de la Ciudad de México, cuya operación no depende de presupuestos gubernamentales, viviendo al día y nadando a contracorriente.
Y ahora, con el cierre de foros escénicos, galerías y cines, decretado el 22 de marzo, han entrado a un periodo de completa incertidumbre financiera.
Aún sin una legislación que los regule apropiadamente, con apoyos financieros escasos por parte de las autoridades y una base de trabajadores en condiciones de por sí precarias, estos espacios están ya inmersos en una contingencia sin fecha de término.
“Este asunto del Covid lo único que está haciendo es dramatizar una situación que nos viene sucediendo desde hace décadas”, explica la gestora cultural y artista escénica Itari Marta, presidenta de la Red de Espacios Culturales Independientes Organizados de la Ciudad de México (Recio).
Según un estimado de la organización, que agrupa a 15 espacios culturales independientes de la capital, las pérdidas que les representa un mes de cierre ascienden a casi 10 millones de pesos.
Más allá de la cantidad expresada por esta cifra, que es alta para los recintos, la pérdida de los ingresos de taquilla y consumo afecta no sólo a la operación de los lugares, sino a cientos de artistas que hacen uso de estos espacios para presentar su trabajo.
La pandemia encuentra a estos sitios en lugares financieros distintos, pero siempre complicados, como en el caso del Foro Shakespeare, que dirige Itari Marta, y apenas llevaba tres meses abierto tras un periodo de cierre.
“Todos nuestros ahorros nos los gastamos en ese tiempo que estuvimos cerrados y, de hecho, ya era una situación bastante difícil de sostener”, lamenta la actriz y directora escénica. “No sabemos cómo vamos a subsistir en estos meses que vamos a estar cerrados o, por lo menos, en este mes”.
En el periodo de cierre dictado por las autoridades, que vence el 19 de abril pero podría extenderse indefinidamente, el Shakespeare tenía ya 30 contratos con agrupaciones escénicas para la presentación de obras.
Con la intención de reprogramar todas sus funciones, pero en la incertidumbre por la disponibilidad de las compañías, emerge un impasse para el foro y los artistas, que se deben a la asistencia del público.
“El tiempo no perdona. Justamente ése es el tema con el teatro: que el tiempo no perdona tanto en escena como en cartelera. Es voraz con los que hacemos artes vivas”, ahonda Itari Marta.
En este mismo caso se encuentran las 20 compañías cuyas obras ya estaban programadas para este mes en el Teatro La Capilla, cuya misión es ofrecer un espacio digno a las compañías emergentes que, por estar al inicio de sus carreras, tienen menos estabilidad financiera.
“Es muy grave para todos los trabajadores independientes, para todos los artistas que dependen de la taquilla para poder pagar la renta y comer. Es gravísimo”, dimensiona Boris Schoemann, director del foro.
De acuerdo con el creador escénico, el problema puede dimensionarse mejor si se considera que cada compañía suele tener, al menos, una decena de integrantes, por lo que los artistas afectados por el cierre de La Capilla ascendería 200 personas.
“Si bien no paga todos los gastos mensuales de La Capilla, nos permite pagar una buena parte de ello, entonces tendremos que recurrir a ahorros míos o a ver de dónde para completar la nómina y poder pagar renta, servicios y nómina de los 15 empleados de La Capilla”, ahonda Schoemann.
El foro, espacio longevo cuya encarnación actual llega a su 20 aniversario en este año, nunca se había enfrentado a una situación igual, incluyendo la pandemia de la influenza AH1N1 en 2009.
“No lo sentí para nada tan grave ni tan fuerte en ese entonces”, compara Schoemann. “No recuerdo para nada una situación como la de ahora, donde no se sabe cuánto tiempo va a durar, donde todo está mermado de una manera increíble. Creo que estamos en una situación mucho más grave”.
Para el centro cultural La Titería, sede de la compañía Marionetas de la Esquina, su situación financiera le permite costear el mes de cierre propuesto por las autoridades. Pero si éste llegara a extenderse, no obstante, la situación se agravaría considerablemente.
“Estaríamos en una posición de riesgo de cerrar”, calcula Amaranta Leyva, quien escribe las obras de la compañía y contribuye a la administración del foro.
Ofrece la Secultura federal apoyo
Mediante una convocatoria a nivel nacional, la Secretaría de Cultura (Secultura) federal dará apoyos de hasta 150 mil pesos para un número entre 60 y 80 espacios escénicos independientes.
Cada foro deberá proponer un proyecto escénico de pequeño formato para ser presentado por medios digitales.
La convocatoria, que se cierra el 30 de abril, plantea que el apoyo será únicamente para los proyectos que acaten en sus procesos las recomendaciones sanitarias de sana distancia, con un máximo cinco integrantes.
Texto: Francisco Morales V. / Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma
