Chilapa, Guerrero, 5 de mayo de 2020. Este domingo, la pandemia de coronavirus logró que más de mil artesanos y comerciantes suspendieran la instalación del tianguis dominical en esta ciudad, que inició hace 439 años.
La medida, que según el Ayuntamiento de Chilapa fue acordada con los comerciantes, se extenderá los siguientes dos domingos, el 10 y 17 de mayo.
Hace cinco años, precisamente en mayo de 2015, el tianguis resistió la crisis de inseguridad provocada por la lucha de dos grupos del crimen.
El tianguis dominical de Chilapa es reconocido nacional e internacionalmente, por ser un centro de comercio regional de cientos de pueblos nahuas que comercializan artesanías de palma, sillas de madera, ropa típica bordada, petates, semillas, animales de traspatio, chivos, cerdos, ganado, gastronomía, bebidas, postres y una amplia variedad de frutas y verduras.
El cronista de la ciudad, el profesor Luis Aguilar Nava, ha apuntado que el tianguis data del año 1581.
El viernes pasado, por la tarde, en un escueto comunicado, el Ayuntamiento publicó que la medida tenía la finalidad de “reducir la movilidad de personas, evitar contagios y propagación de la
enfermedad en el municipio”.
Hasta este domingo por la noche, en Chilapa, el número de personas contagiadas era de ocho y una defunción.
Eva Flores, lleva 30 años bordando las famosas blusas, huipiles y camisas nahuas características de Acatlán. Ayer por la mañana, se presentó al tianguis debido a que su líder de comerciantes no le avis
de la medida. No obstante, dijo que después del mediodía levantaría su mercancía, por la falta de clientes y visitantes.
A lo ancho del tianguis, que se instala en las amplias banquetas y dos tramos del bulevar Eucaria Apreza, llegaron unos ocho comerciantes de hamacas, sillones de concha estilo Acapulco, vendedora
de palma tejida, un puesto de sombreros y los de sillas de madera, elaboradas en el reclusorio de Chilapa.
Así como dos locales de gastronomía típica, los que desde el pasado domingo 29 de marzo reportaron que sus ventas cayeron en más del 50 por ciento.
–¿De qué manera le está afectando esta contingencia?– se le preguntó a doña Eva Flores.
“Muchísimo, porque ya no tenemos venta. Nomás estamos trabajando, bordando, bordando, bordando y hasta ahorita no podemos sacar nuestra mercancía. Ya no vemos nada de dinero”.
Doña Eva y su familia tienen un plan para resistir esta crisis y la falta de venta los siguientes dos domingos.
Texto y foto: Luis Daniel Nava
