Pese a la pandemia funcionan normal rutas del transporte y sin acatar medidas sanitarias

Las diferentes modalidades de transporte circularon ayer en horarios considerados como “pico”, y a pesar de que el miércoles, líderes de taxis colectivos y azul con blanco revelaron...

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29 mayo,2020 11:22 am
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Acapulco,Gro/28Mayo2020/ La mayoría de la gente sigue utilizando el servicio más económico de transporte público de la ruta Centro- Renacimiento en el Acapulco.Foto: Jesús Trigo

 

Acapulco, Guerrero, 29 de mayo de 2020. En medio de la pandemia por el Covid-19 y las restricciones para salir de casa, cientos de acapulqueños aún utilizan el servicio público como taxis, taxis colectivos, camiones urbanos y el Acabús, que ayer recorrieron sus rutas sin ningún problema y con pasaje.

Las diferentes modalidades de transporte circularon ayer en horarios considerados como “pico”, y a pesar de que el miércoles, líderes de taxis colectivos y azul con blanco revelaron que hay choferes contagiados de coronavirus que siguen trabajando por necesidad económica.

A las 7 de la mañana, decenas de personas esperaban transporte en paradas como la del Acabús del edificio Oviedo, en el Zócalo, así como en la de Las Hamacas o la del Hiper Soriana de Costera.

Taxis colectivos de las rutas Colosio y Coloso hacían sitio en espera de llenarse o al menos llevar lo más posible de pasaje.

En todos los casos, la mayoría de la gente usaba cubrebocas –al igual que los choferes–que, según las reglas de la sana distancia, resulta inútil pues mientras atrás viajan siempre tres pasajeros, los taxis colectivos permiten a dos más en el asiento delantero.

A las 10 de la mañana la situación era la misma en paradas como la de la plaza Galerías Acapulco, afuera de Walmart Costera y la Base Naval, donde también taxis azules y colectivos hacían sitio para conseguir el poco pasaje que a esa hora hay.

En un recorrido en la ruta Costera-Colosio se pudo observar que efectivamente eran pocos los taxis colectivos que a esa hora circulaban.

A la entrada de la unidad habitacional Luis Donaldo Colosio, sobre la avenida principal, era escasa la circulación de taxis, pero no la de vehículos particulares.

Cerca del monumento a Colosio, ya adentro de la unidad, tampoco se vio movimiento de trasporte público, e incluso en donde existe un sitio tampoco había un solo automóvil.

Al mismo tiempo, el camión urbano que hace la ruta desde la unidad habitacional hasta el Zócalo –con salidas más pausadas– operaba con normalidad llevando en promedio unos 20 pasajeros.

A las 6 de la tarde, el panorama cambió: algunas unidades del Acabús que recorren la Costera se veían llenas de gente y sin guardar la distancia.

Niños, adultos mayores, gente sin tapabocas se amontonaban en las terminales para abordar, a pesar de que allí hay quien toma la temperatura y da indicaciones sobre cómo abordar, pero que no impide que la gente suba sin acatarlas.

Hasta que bajen contagios reanudarán el servicio, dice líder de camiones de ruta Hospital-Vacacional

El presidente del Bloque 3 de camiones urbanos de la ruta Hospital-Vacacional, Julio Solano, dijo que se esperará a que la curva de contagios de coronavirus vaya bajando para reanudar el servicio.

En breves declaraciones por teléfono, el transportista indicó que antes de brindar el servicio las autoridades deben dotar de kits de limpieza y sanitización a los camiones urbanos.

Sostuvo que los choferes suspendieron el servicio porque, aseguró, no quieren ser particípes en la propagación del Covid 19, y pidió a las autoridades dotarlos con cubrebocas, gel antibacterial y sanitizar las terminales antes de reiniciar.

A finales de marzo, los camiones de la ruta Hospital-Vacacional suspendieron el servicio por el coronavirus, y la falta de apoyo de las autoridades de los tres órdenes de gobierno.

El trayecto comprende de la calle Andrés Urdaneta, en el fraccionamiento Hornos, y pasa por el Mercado Central y hospitales hasta la zona suburbana. Son 82 camiones urbanos con una tarifa autorizada de 9 pesos.

A causa de la contingencia apenas sacan para comer y pagar placas, señalan taxistas

Taxistas coincidieron en que nunca habían tenido tan pocos ingresos como ahora, pues sólo sacan para comer y pagar las placas de los vehículos que conducen por la ciudad, donde el trabajo ha disminuido un 80 por ciento.

Señalaron que los han llamado ridículos por usar caretas y productos de limpieza para desinfectar los vehículos que conducen, para evitar el contagio y la propagación de virus Covid-19. Ninguno de los entrevistados pertenece a una organización del transporte público.

Francisco Hernández lleva 38 años dando el servicio de taxi en Acapulco. Empezó a los 17 años y no recuerda una situación similar a la que se vive actualmente, en la que a veces si lleva tres pasajes puede considerar que fue un día “buenísimo”.

Francisco vive con su esposa y un hijo de 21 años que estudia arquitectura en el Tecnológico de Acapulco. Por él es que han ocupado el salario de su esposa para el pago de servicios como agua, energía eléctrica, internet y televisión por cable, lo último, aceptó, es más por entretenimiento.

Desde que inició la emergencia por el coronavirus, el cierre de playas y negocios, se notó una disminución del pasaje al bajar el número de personas circulando en las calles.

“Como operadores no tenemos otro ingreso, es nuestra fuente de trabajo y quedó como un 10 por ciento de la gente en la calle y no todos usaban el servicio”, externó Fernando, quien se vio obligado a seguir conduciendo su taxi azul para tener ingresos.

El sale de su casa a las 8 de la mañana para ir a dejar a su esposa a la oficina de la constructora en la que sigue trabajando, y durante las horas que ella labora él da vueltas por la ciudad. A las 4 de la tarde va por ella para irse juntos a su casa. “Salen una o dos vueltas buscando pasaje, y si logro hacer tres dejadas es mucho, es un día buenísimo en el que me quedan uno 100 pesos de ganancia”.

De los 100 pesos ganados una parte lo usa para poner gasolina al taxi que conduce y con el resto comprar algunos alimentos: “prácticamente vivimos al día, andamos rascándole a todos lados, nos estamos atrasando en los pagos semanales que no estamos cumpliendo”.

Para Fernando la situación es muy caótica. Sabe que hay personas en peores casos que el suyo, lo cual consideró indignante y lamentó que las autoridades de los tres niveles e gobierno no hagan nada para ayudarlos.

“No hay de dónde podamos sacar agua del pozo, el pozo está seco”, señaló, y recordó que la mayoría de los habitantes viven del turismo.

Fernando usa cubre bocas, careta y guantes de látex para trabajar. Se ha encontrado con quienes se burlan de todo lo que usa: “me miran diciendo está payaso, otros me han dicho viejo ridículo, de algo tenemos que morir”, y por eso se detiene para hacer comentarios a quienes se suben sin cubrebocas porque la gente está “muy intolerante”.

En este momento su familia está en espera de los resultados del estudio que le hicieron a uno de sus hermanos el lunes, y lamentó que en la clínica del IMSS, de la colonia Emiliano Zapata, no le hayan dado información del protocolo a seguir, sino que sólo lo enviaron a su casa y le dijeron que se mantuviera aislado, lo que les preocupa porque en la casa hay otras personas de riesgo.

Noé Perea es taxista desde hace 20 años. También se ha encontrado con quienes se han burlado y lo han llamado ridículo por usar careta de plástico por protección; “ellos con su creencia y yo con la mía”, porque le han dicho que el coronavirus no existe.

Desde que inició la emergencia sanitaria optó por usar mascarilla, y cada vez que se baja un pasaje limpia los asientos con cloro. También mete los billetes de 50 y 20 pesos, así como monedas en un bote con agua y jabón que trae, mientras que los de más denominación en otro que no vuelve a agarrar hasta que llega a su casa y ahí los lava. “Me dedico a lavar dinero”, bromeó.

De 18 clientes que tenía diariamente actualmente lleva a seis o cinco, dependiendo el día.

A diferencia de Francisco, que es concesionario, Noé renta placas para trabajar el taxi, por lo que además de compra de comida tiene que pagar el permiso. “Nos estamos viendo muy apretados con disciplina y haciendo maniobras”, es como está teniendo para comer él y su familia, y han ido buscando los alimentos más económicos.

Al acabarse sus ahorros, Leonel Becerra Burgos, de 62 años, fue obligado a salir a trabajar. Tiene entre tres y cuatro clientes a los que le da el servicio y lo que gana también es sólo para alimentos de él, su familia y el pago de las placas de la concesión que renta.

“Ahí andamos con precaución para salir para traer para la comida, aunque no hay nada, nada más voy por mis clientes que están trabajando”, indicó.

Leonel es parte del grupo de riesgo, por eso al iniciar la emergencia sanitaria por el coronavirus se quedó en su casa un mes. Al acabarse el dinero ahorrado decidió salir a trabajar en lo que lleva haciendo 35 años, desde 1985.

Recordó que otro periodo en el que tampoco se pudo trabajar fue en 1997, cuando sucedió el huracán Paulina, pues no se podía circular porque el puerto estaba destrozado y se determinó en esa época el Hoy no circula.

Para protegerse Leonel solamente usa cubrebocas y trae un bote con gel antibacterial que usa cada vez que recibe dinero. Regresando a su casa se baña y separa la ropa que usó porque allí viven sus papás y sabe que ellos pueden estar en riesgo también si él no se cuida. “Los estamos padeciendo, pero esperamos que esto termine pronto”.

De los tres taxistas solamente uno dijo saber de casos de otros conductores que se han enfermado, e incluso de una persona que falleció pero no saben si estaban en labores o estaban en sus casas.

Don Fernando Hernández consideró irresponsable las declaraciones del presidente de la Comisión Mixta de Transporte “Garibaldi”, Fidel Núñez Burgos, quien confirmó que hay choferes del transporte público enfermos que siguen laborando. “Si lo saben ¿por qué no los reportan para confinarlos y cómo sabe que están contagiados?”.

No debe parar el transporte público, pero sí endurecerse medidas sanitarias, dice regidor

El regidor presidente de la Comisión de Transporte del Cabido, Luis Miguel Terrazas Irra, consideró que no debe de pararse el transporte público, sino trabajar de manera coordinada el gobierno municipal con la Dirección de Transporte y Vialidad del estado, para determinar el uso obligatorio de cubrebocas en los conductores y revisiones constantes para detectar síntomas de Covid-19.

Propuso pruebas Covid a todos los conductores y aquellos que salgan negativos, que den el servicio.

Además, un programa de apoyo que le permita a los transportistas hacer cuarentena  porque la mayoría de ellos van al día, y revisar programas para otros sectores que también que los haya para el transporte.

“En el presupuesto que aprobamos para el ejercicio fiscal 2020 propuse que del fondo de 8 millones para empleo temporal se contemple el transporte público y de ahí se puede apoyar a los transportistas”, dijo.

El regidor convocó a los conductores del transporte público a ser responsables y reportar cuando se sientan mal: “entendemos que salen porque requieren trabajar, porque necesitan llevar alimento a su casa, pero si ellos se cuidan y cuidan a la gente menos consecuencias económicas habrá”.

El Sur publicó el jueves que dirigentes transportistas propusieron que se pare el servicio en todo el municipio para evitar la propagación del virus, debido a que a que consideraron que el programa Hoy no circula no funcionó porque todavía hay movilidad de automóviles.

Vía telefónica y consultado al respecto, Terrazas Irra pidió no parar el transporte en su totalidad porque hay quienes requieren movilizarse, sin embargo sí consideró importante que se tomen medidas más drásticas como el uso obligatorio de cubrebocas, así como revisión de los conductores. “Los transportistas tienen que colaborar porque si no van a seguir los contagios. Acapulco lamentablemente es la ciudad con más contagios”.

Externó que se debe de restringir sobre todo la circulación de los choferes que ya se encuentren infectados y sigan dando el servicio público.

Sugirió que se podría aplicar el Hoy no circula para el transporte público y las autoridades de Salud verificar la temperatura de los choferes, e incluso no permitir que vayan llenos los vehículos, que se tenga cierto número de personas, además de sanitizar los vehículos constantemente.

Recordó que se solicitó al Ayuntamiento que parte del presupuesto de Salud se destine a compra de cubrebocas para entregar a los transportistas a quienes han apoyado el gobierno del estado, pero no ha sido suficiente. “Sociedad y gobierno trabajando juntos se podrán aminorar los contagios” recalcó.

Texto: Argenis Salmerón / Mariana Labastida / Foto: Jesús Trigo

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