En un mensaje videograbado, Yesenia Zamudio dice que deja las oficinas porque “hay gente infiltrada del gobierno”
El Sur / Ciudad de México, 19 de septiembre de 2020. Después de dos semanas de permanecer en las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), las integrantes del Frente Nacional Ni Una Menos, encabezadas por Yesenia Zamudio, abandonaron las oficinas en las que suele despachar la presidenta del organismo, Rosario Piedra Ibarra.
El retiro de los familiares de las víctimas de violencia feminicida y de desaparición ocurrió después de que el jueves 17 Yesenia se entrevistó con funcionarias del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, encabezadas por la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
En la cuenta de Facebook de Zamudio –madre de la joven estudiante del Instituto Politécnico Nacional (IPN) María de Jesús Jaimes Zamudio, víctima de feminicidio– se anunció que las familias de víctimas que llegaron con ella abandonaron las instalaciones de la CNDH, dejando “la ropa y la despensa”.
En un mensaje videograbado, la líder del Frente Nacional Ni una Menos denunció haber recibido amenazas en su contra por parte de personas que se infiltraron en la ocupación de la CNDH.
Explicó que dejó las oficinas del organismo porque “hay gente infiltrada del gobierno”, quienes la habrían amenazado a ella y a su familia, de ahí que dejó las instalaciones de la CNDH en el centro de la Ciudad de México “por seguridad”.
La activista también puso en evidencia la confrontación con el Bloque Negro, el grupo de feministas que acompañaron la toma de las instalaciones de la CNDH, en la calle de Cuba 60.
En su cuenta de Facebook resaltó que en su momento asumió la responsabilidad de la toma de la CNDH “para que no detuvieran a las compañeras del Bloque Negro”, pero durante la toma advirtió una actitud “separatista” de las feministas que no admitieron la presencia de hombres.
La activista exhibió las diferencias entre su grupo y las feministas del Bloque Negro, que apoyan a Erika Martínez, madre de una niña abusada sexualmente.
Los conflictos entre ambos grupos, de acuerdo con la versión de Yesenia, radican en la autoría de la toma de las instalaciones de la CNDH.
Yesenia insistió que ante las amenazas contra ella y su familia es que decidió retirarse, y con ella salieron otras familias que forman parte del Frente Nacional Ni una Menos.
Feministas aseguran que seguirán recibiendo a madres de víctimas
Las colectivas feministas que tomaron la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) seguirán con el proyecto de que sea una casa de refugio para víctimas, en especial de violencia de género, mientras que Yesenia Zamudio, fundadora de Ni Una Menos, se retiró, y con ella varias familias de desaparecidos de Guerrero.
Las diferencias de organización y métodos desde hace unos días provocaron la ruptura que finalmente se concretó este jueves, aunque cada grupo seguirá sus luchas.
La toma de la CNDH fue llevada a cabo también por colectivas de feministas muy jóvenes, que se identifican como anarquistas o radicales y se cubren el rostro ante el temor a represalias. La principal colectiva de ellas es Bloque Negro, que sí tiene como cara visible y sin capucha a Erika Martínez, madre de una niña abusada sexualmente a los 7 años, que esta vez no fue recibida en Segob, aunque había participado en el encuentro anterior, la semana pasada.
Estas jóvenes apostaron más bien a crear un refugio solo para mujeres y enfocarse en la violencia de género, y que la ocupación del edificio sea separatista, es decir, que no se permita la presencia de hombres, al estilo de las tomas que ha habido en el último año de varios planteles universitarios contra el acoso sexual. Esto para garantizar que sea un espacio 100% seguro y libre de violencia machista.
Encapuchadas realizan disturbios en instalaciones de CU
Un grupo de jóvenes encapuchados -en su mayoría mujeres- irrumpió la madrugada de ayer en Ciudad Universitaria para exigir la liberación de Elis Hernández, alumna presa supuestamente por realizar destrozos en instalaciones de la UNAM.
De acuerdo con reportes de vigilancia local, los encapuchados ingresaron a CU alrededor de las 3:00 horas, y permanecieron ahí por más de dos horas.
El grupo de más de 15 personas ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras, donde quemó papelería, realizó pintas y colgó mantas con la exigencia de libertad para Elis, quien se encuentra presa en el penal de Almoloya.
Los elementos de seguridad señalaron que los jóvenes también saquearon oficinas, lanzaron petardos, rompieron vidrios y vandalizaron vehículos de Vigilancia UNAM.
Los manifestantes advirtieron que este tipo de acciones continuarán hasta que se libere a Elis. Ninguna autoridad de la UNAM se pronuncio al respecto.
Vigilantes de la UNAM exigen aumento salarial tras actos de vandalismo en CU
Al advertir que la constante llegada de grupos anárquicos a planteles de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) representa un riesgo, vigilantes de esta casa de estudios exigieron un incremento salarial.
Esta madrugada, un grupo de jóvenes encapuchados -en su mayoría mujeres- irrumpió en Ciudad Universitaria en demanda de la liberación de una estudiante que realizó una quema en la FES Acatlán.
“Ahora ya tenemos lesionados, ahora tenemos pandemia, señores. Esto es solamente lo que les digo, es un llamado a la unión a los compañeros de los cinco turnos de vigilancia para hacer la fuerza y solicitar esta retabulación o el complementario al salario”, dijo un vigilante.
Su intervención secundó a los gritos de otros trabajadores: “¿Qué quiere vigilancia? ¡Solución!”.
Otro empleado señaló que lo solicitado es una petición justa por el riesgo para ellos que se ha incrementado en los últimos años.
“¿Qué quiere vigilancia? La retabulación del departamento de Vigilancia por los riesgos que tenemos nosotros cotidianamente en nuestras labores que hacemos de todas las funciones. Queremos la retabulación al Departamento de Áreas Comunes, compañeros”, expuso.
“La unión y unidad de los cinco turnos dará fuerza para solucionar y obtener la retabulación de nosotros que siempre hemos luchado y tenemos en las mesas de trabajo avanzadas”.
La petición fue enviada esta mañana al Rector Enrique Graue; a Luis Agustín Álvarez-Icaza Longoria, Secretario Administrativo de la UNAM; a Marco Antonio Domínguez, Director General de Personal; y a Celedonio Santana, director de Relaciones Laborales.
En la carta, remarcaron que, esta coyuntura y debido a que en estos momentos se presenta la Revisión Contractual del personal administrativo de base de esta institución, se les solicita que se retabule el puesto de vigilante, vigilante radio operador y vigilante operador de unidad móvil.
También que se autorice un complementario por riesgo de trabajo a todo el personal que presta sus servicios en el departamento de vigilancia DGAPSU.
Finalmente, que se contrate para cada trabajador adscrito a este departamento un seguro de gastos médicos mayores “debido al inherente riesgo de sus funciones”.
“Debido a los lamentables hechos sucedidos durante la madrigada de hoy 18 de septiembre de 2020 en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México conocidas como Base 1 de Vigilancia de la UNAM, los trabajadores del Departamento de Seguridad Universitaria nos manifestamos categóricamente en contra de los actos de vandalismo”, señala el documento respaldado por el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM).
“En todo momento este departamento se ha conducido y ha respetado los derechos y la libertad de expresión de todos y cada uno de los integrantes de esta universidad, así como de cualquier persona que asista por diversos motivos a las instalaciones de la UNAM, por lo cual, el personal se mantuvo a distancia y a la expectativa de los sucesos reportando en todo momento a las autoridades correspondientes”.
Texto: Redacción / Agencia Reforma / Foto: Cuartoscuro
