Arturo Martínez Núñez
La visita y primera reunión entre el delegado especial del CEN de Morena, Senador Salomón Jara, y un grupo de dirigentes, legisladores, autoridades locales y miembros de la dirigencia y del consejo estatal, marca el inicio de la recta final de la culminación de una ruta por la unidad entre los aspirantes a abanderar a Morena en la lucha por la gubernatura de Guerrero en la próxima primavera.
El senador Jara es un experimentado político Oaxaqueño, idóneo para la tarea que le asignaron. Oaxaca y Guerrero son pueblos hermanos, cuyos hábitos políticos son muy similares. Salomón Jara tiene mucha mano izquierda, capacidad de diálogo, de construcción, de tolerancia y de inclusión, además de una probada capacidad organizativa. Sabe lo que es ganar elecciones, pero también ha experimentado en carne propia perderlas por falta de organización, guerras fratricidas, divisiones y grillas improductivas.
En la reunión del domingo se escuchó a todo aquel que quiso hacer uso de la voz: algunos plantearon preguntas y dudas pertinentes, mientras que otros y otras, persistieron en su fallida estrategia de acusar sin sustento, denostar, tirar la piedra y esconder la mano, es decir persistir con la guerra fría, lanzar ataques y hacerse las víctimas; hacer campañas en contra del compañero y pedir al mismo tiempo que haya civilidad.
En política como en la vida, la verdad siempre se abre camino y triunfa. Por eso aquellas y aquellos desesperados por brincar al siguiente espacio para rescatar su mediocre desempeño en las responsabilidades hasta ahora encomendadas, se toparán con el muro de la realidad. En vez de meter las narices en la institución del compañero, cada uno de los actores, debe de ocuparse de sus propias responsabilidades; en vez de señalar los posibles actos ilegales del compañero, los actores deben de limpiar su propia casa y prepararse para ser revisados minuciosamente, sobre todo aquellos que han tenido la responsabilidad del uso de recursos públicos.
Sin duda la llegada de Salomón Jara, quien más tarde se reunió con otros compañeros, que aunque no son de Morena, habrán de participar –y son bienvenidos a hacerlo– en el proceso de Morena, significará un bálsamo y un punto de encuentro para materializar la unidad que en los hechos ya existe en las bases de Morena y en el pueblo, y que solo se pone en riesgo por las rencillas, las rupturas, las ambiciones personales y los intereses de grupo.
Morena, como lo dijimos en este mismo espacio la semana pasada, saldrá fortalecida, unificada, decidida y victoriosa, a alcanzar el triunfo de la mano del pueblo de Guerrero. Nuestra única alianza verdadera, nuestra única alianza permanente, nuestra única alianza irrevocable es con el pueblo de Guerrero y con el proyecto de la 4T.
Réquiem por Don Víctor Flores Olea
Víctor Flores Olea, falleció al alba del 22 de noviembre del 2020. Politólogo, profesor, autor, fotógrafo aficionado, aunque con gran calidad artística, ensayista de primer nivel, novelista, editor, diplomático, embajador, servidor público constructor de instituciones, hombre amable, sencillo, generoso y tremendamente sabio.
Con la muerte de Víctor Flores Olea, termina la generación del medio siglo que tanta gloria le dió a nuestro querido país. Víctor fue catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, autor de una obra amplia y de artículos de fondo que fueron piedras angulares para el análisis y la compresión de la realidad nacional. En la última etapa de su vida, Víctor fue un aliado de la 4T.
De Víctor Flores Olea se pueden decir muchas cosas, embajador en la Unión Soviética, representante de México ante la Unesco, ante la ONU, director fundador del Conaculta.
Tuve el grandísimo honor de compartir varias veces el pan y la sal con él en Acapulco, lugar al que amaba con pasión y cuyos atardeceres contemplaba maravillado cada uno como si fuera el primero, cada uno como si fuera el último. Víctor pudo ver un último amanecer en su querido Acapulco.
Hay una anécdota: alguna vez don Xavier Olea Muñoz, me contó cómo, tras dejar el gobierno interino de Guerrero a la llegada de Rubén Figueroa Figueroa, el presidente de la República, entonces José López Portillo, le pidió que se fuera del país un tiempo para evitar cualquier problema; Xavier partió rumbo a Europa y decidió visitar a Víctor Flores –que aunque era más joven que él, era su tío– que a la sazón se desempeñaba como embajador de México ante la Unión Sovietica. Xavier llegó a la residencia del embajador y en una comida que se convirtió en larga tertulia trabó amistad con un alegre camarada soviético con el que compartieron litros de vodka y puros Davidoff a decir de Xavier los mejores del mundo, por encima de los cubanos que tanto presumían los soviéticos. Al probar los Davidoff, el camarada soviético no tuvo más opción que darle la razón a Xavier ante lo cual Xavier regaló al tovarish la caja de puros. Después de esa larga juerga, salieron a la calle en los gélidos fríos de Moscú, como dos alegres compadres intercambiando tarjetas de presentación sin saber el origen, ni el destino de cada uno de ellos, años después Xavier recibiría un telegrama con los parabienes del anónimo compañero de bohemia, que a la postre resultó ser el jefe maximo de la KGB.
De ese tamaño las vivencias las anécdotas y la vida de Víctor Flores Olea, cuyo cuerpo se fue deteriorando con la edad, auque su mente permanecía con la lucidez que siempre lo caracterizó.
Descanse en paz un mexicano ejemplar, un hombre polifacético, un hombre renacentista que tuvo la amabilidad de acompañarnos a nuestra boda y que siempre mostró para nosotros una generosidad y una amistad que hoy lamento mucho no haber podido disfrutar con mayor intensidad.
Víctor Flores Olea es el creador del sistema cultural actual, que aunque está en proceso de permanente mejora, en esencia conserva el diseño originalmente planteado por Víctor para Conaculta, hoy, la Secretaría de Cultura.
Descanse en Paz Víctor Flores Olea.
