Con un doblete de Luis Romo, un golazo de Rafael Baca y un tanto de Roberto Alvarado, el equipo cementero gana 4-0 en el juego de ida de semifinales a los felinos, que necesitan ganar por el mismo marcador en la vuelta el próximo domingo en el estadio Olímpico y que La Máquina no les anote para avanzar a la serie por el título
Ciudad de México, 4 de diciembre de 2020. La Máquina prácticamente se estacionó en la final del torneo Guardianes 2020 tras golear anoche 4-0 a Pumas, en el estadio Azteca.
A Cruz Azul le bastaron 12 minutos para dejar en la lona a unos felinos que permitieron lo que en todo el torneo no habían sufrido: cuatro goles, además de sumar su segunda derrota del semestre.
Los celestes anotaron en el primer minuto luego que el guerrerense Orbelín Pineda metió el balón al área con un cabezazo, tras un rechace en tiro de esquina, que Roberto Alvarado controló y definió ante Julio González.
Ese golpe de entrada tumbó a los universitarios porque al 7’ Rafael Baca metió riflazo desde fuera del área para ampliar la ventaja, en un tanto que generó que su DT Robert Dante Siboldi explotara en júbilo.
Alvarado aprovechó otra falla auriazul, le dejó con la cabeza el esférico a Luis Romo para que éste rematara en los linderos del área, al 12’, e hiciera el tercero.
Todavía al 95’, Romo volvería a aparecer sin marca para definir solo ante González y sellar el pasaporte a la final.
La Máquina no triunfaba en casa desde la Jornada 9, y Siboldi no le había ganado como técnico a Pumas en cinco duelos previos: tres empates y dos derrotas, con diferentes clubes.
La mala noticia para los celestes fue la lesión de su lateral Adrián Aldrete, quien salió al 20’ tras lastimarse del tobillo izquierdo.
Para el complemento, Pumas se acercó un poco al arco celeste pero sin peligro, con débiles disparos de Juan Pablo Vigón y Juan Iturbe que controló el portero Jesús Corona.
La Máquina estuvo más cerca de ampliar ventaja porque al 64’ Alvarado mandó guardar el balón al fondo de las redes con potente disparo, tras un rechace de Julio González a remate de Jonathan Rodríguez.
Sin embargo, el silbante Jorge Isaac Rojas pitó fuera de lugar en el amanecer de la jugada en pies de Alvarado.
Cruz Azul puede perder hasta 3-0 con Pumas el domingo en el Olímpico Universitario y aun así estará en la final, dos años después de su última aparición en dicha instancia.
Muestra el Azul hambre y garra
Robert Dante Siboldi le arrebató la media cancha a Pumas con mucha garra y presión, esa que le faltó a los felinos.
El técnico de Cruz Azul apostó por la misma media cancha de la ida ante Tigres y le volvió a dar su recompensa.
Ignacio Rivero, Rafael Baca y Luis Romo no dejaron a los felinos tener el balón y presionaron desde la salida. Orbelín Pineda, ausente en la vuelta ante el club norteño debido a una molestia muscular, fue otra vez punzante en la generación de futbol.
Además de las desatenciones individuales, Andrés Lillini equilibró un poco la balanza en media cancha hasta que sacó a Facundo Waller y metió a Juan Manuel Iturbe, pues el paraguayo se atrevió poco a poco a ir al frente.
Lo mismo ocurrió con Sebastián Saucedo tras la salida de Alan Mozo, quien tuvo uno de sus peores partidos.
Entonces los felinos sí combinaron para ir al frente, pero no supieron cómo hacer daño.
Siboldi se dio el lujo de ajustar en media cancha para descansar a Pineda, metiendo a Yoshimar Yotún, y le dio un envión a Romo.
El volante mexicano se atrevió a pisar más el área como bien lo sabe hacer y por eso se apuntó un segundo tanto, ya en compensación.
Siboldi demostró que tiene más tablas que Lillini, a quien simplemente se le cayó el Puma.
Texto: Félix Zapata / Agencia Reforma
