Walter Kempowski: un héroe para el futuro

Adán Ramírez Serret   Hay un grupo selecto de autores, un cúmulo distinguido entre los talentosos, para quienes escribir para el presente es vislumbrar el futuro. Ven la...

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29 enero,2021 4:57 am
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Adán Ramírez Serret

 

Hay un grupo selecto de autores, un cúmulo distinguido entre los talentosos, para quienes escribir para el presente es vislumbrar el futuro.

Ven la posteridad –escriben sobre ella–, porque ponen en escena una asimilación alegórica –más que una muestra literal–, de lo que sucede en el aquí y el ahora, transformando el presente, lo que nos sucede, en símbolos que buscan elucidar el futuro.

¿Por qué sucede todo esto y si acaso quiere decir algo? ¿Qué significó la Segunda Guerra Mundial y en quiénes nos transformó?

Es el caso de artífices como Samuel Beckett, quien es el Gran Autor sobre la Segunda Guerra Mundial, sin jamás hablar de ella; George Orwell, con Rebelión en la granja y 1984, novelas que representan la gran reflexión sobre el totalitarismo del siglo XX, sin jamás, tampoco, hacer alusión al terror en específico –la Rusia estalinista o el nazismo alemán–, sino que parecen ser una consecuencia de ellos, una terrible puesta en escena de lo peor del capitalismo y el comunismo; y, por supuesto, el caso de Walter Kempowski, (Rostock, Alemania 1929-2007), quien escribe una obra sobre el fin del mundo que significó el triunfo de los rusos sobre los nazis, sin jamás caer en el melodrama.

Kempowski, es uno de los grandes autores alemanes, sin duda uno de los más importantes junto a Ernst Jünger, quien hasta antes de este libro, traducido por la maravillosa editorial española Los Libros del Asteroide, no habíamos tenido la oportunidad de leer en español.

Se trata de un autor sutil, que sitúa esta melancólica novela, Todo en vano, en el oeste alemán a principios de 1945, cuando el ejército nazi está siendo derrotado por los aliados y en específico, por los rusos. Y el pueblo tiene que abandonar el país porque será hecho pedazos en breve por las bombas de los aliados.

La novela, sucede en una casa situada en esta frontera, la del norte pegada a Ucrania, y que es testigo del éxodo del pueblo alemán, algunos nazis y otros inocentes, quienes van en la huida de su país. La vida como la conocían, se acabó, y hacia adelante sólo existe un escalofriante futuro.

Así, esta novela, a partir de una casa habitada por una estirpe burguesa y educada, tan anacrónica como el nazismo y la nobleza, muestra el fin de un mundo que tiene la certeza que este concepto se acabó.

Todo en vano, en una novela en donde desfila una sociedad de aristócratas, obreros, artistas, revolucionarios y demás, que se encuentran en el último lugar, en donde aún persiste el mundo que habitaban, con una viuda casta, un niño refinado y una servidumbre ucraniana.

Todo en vano es una novela extraña, pues a pesar de ser muy dura, da calma, porque la obra parece escrita desde cierta resignación, desde cierta sabiduría que admite al mundo como un lugar terrible, pero que, con todo, puede ser un lugar en el que hay momentos, que por breves que sean, están plagados de belleza y felicidad, pues a veces no se necesita más que una casa, comida y muebles, más gente justa que crea en el mundo.

Todo en vano, parece escrita para este presente, en donde necesitamos un optimismo desencarnado. Es una novela escrita para este futuro por héroes que creyeron en la literatura y en cómo contar la violencia.

Walter Kempowski, Todo en vano, Barcelona, Libros del Asteroide, 2020. 352 páginas.

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