Covid y campañas

Jorge Camacho Peñaloza   La cantidad de asistentes a los actos electorales tiene poco que ver con el voto. Joseph Napolitan. Tal parece que uno de los principales...

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29 enero,2021 5:23 am
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Jorge Camacho Peñaloza

 

La cantidad de asistentes a los actos electorales tiene poco que ver con el voto.

Joseph Napolitan.

Tal parece que uno de los principales protagonistas del proceso electoral que tendremos en el país y el estado, además de los candidatos y electores, será el Covid-19; las campañas electorales no serán como siempre, el virus obligará a los candidatos, partidos, asesores, consultores y estrategas a ser más creativos, en el entendido de que los procesos electorales son un periodo en el que los que aspiran a un cargo de elección entran en competencia por el voto ciudadano que sólo lo obtendrán sí, y sólo sí, logran convencer al electorado con sus propuestas, mensajes, oferta o carisma.

Para empezar ya no habrá actos multitudinarios, mítines o reuniones con público numeroso, hacerlo sería irresponsable y eso seguramente que será uno de los parámetros del electorado para empatar con los candidatos: a quienes no les importe la salud y la vida de los guerrerenses y sigan realizando eventos con grupos nutridos de gente, serán señalados de irresponsables, de que su ambición por el cargo los lleva a hacer eventos sin importarles la salud de las personas, que les interesa más llegar al poder que cuidar la vida de la gente.

Los candidatos no podrán saludar estrechando la mano de las personas o abrazar a la gente, a los niños o adultos mayores para sacarse la foto en diferentes locaciones como una plaza pública, un salón de clases o en una casa particular y exhibir su don nato de gente, nobleza y sencillez, y por supuesto el gran amor que cada uno de ellos tiene hacia el electorado, tendrán que ideárselas para hacer notar esa gran virtud de otra forma, como por ejemplo declamar una poesía de gran dramaturgo y poeta guerrerense Juan Ruiz de Alarcón en sus redes sociales.

Los espectaculares, carteles y pasa manos reducirán su rentabilidad ante un menor flujo vehicular en las calles y de gente en los espacios públicos. El confinamiento, el quédate en casa y la sana distancia obligarán a buscar otros métodos para visibilizar sus sonrientes y estilizados rostros para que el electorado lo lleve en su mente y de ser posible hasta los vean en sus sueños.

Sin duda, el recurso que hoy más que nunca, por la pandemia, será el más recurrente, es el de las redes sociales; tendrán que acudir a una buena asesoría de campañas online en redes sociales, páginas web, blogs y campañas 360 o 2.0. Es decir, contratar a estrategas de social media con los que diseñen acciones que les permitan viralizar sus mensajes, propuestas y oferta política al mayor número de ciudadanas y ciudadanos que navegan por la internet.

En tiempos de pandemia las redes sociales, Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, Telegram, YouTube, TikTok, etc., están llamadas a ser no sólo un medio de conexión y conversación entre las personas, de creación de redes de seguidores, canal de exposición de la propuesta y mensajes de campaña, sino campo de batalla y micropantalla en donde el electorado se informará y conocerá qué están proponiendo y haciendo los candidatos, qué se está diciendo de ellos, tanto sus seguidores como sus opositores, se tendrá pues en la palma de la mano, con teléfonos inteligentes, el día a día de todos los candidatos.

Este predominio de las redes sociales no reduce la necesidad de una buena imagen, un buen video, un buen discurso y planteamiento de los candidatos, pero sí exacerba la necesidad de diseñar una comunicación más contundente, no la del día a día como cualquier usuario de redes, sino la de un candidato que está buscando convertirse en una persona clave en la vida de la sociedad para los próximos tres o seis años, y eso no se va a lograr sino con una comunicación derivada de un análisis profesional que resulte en los diagnósticos correctos de los que se desprendan las estrategias correctas.

El punto es que el Covid-19 obligará a hacer campañas más serias, profesionales, con más esencia y menos apariencia, en ellas el electorado tendrá menos tiempo de atención a los mensajes de las campañas porque estas tendrán que competir con todo el cúmulo de información que en las redes encuentra de su interés y no precisamente político y electoral, los candidatos requerirán de una oferta política de mayor calidad que atraiga y empate con el electorado.

Asimismo, en tiempos de pandemia la estructura territorial de los partidos volverá a ser otra vez importante, ante la reducción de la movilidad del candidato, la militancia y redes de simpatizantes serán determinantes para llevar el mensaje del candidato, la estrategia del multinivel como mecanismo para armar redes de persuasión, aunque seguirán siendo sólo uno de los recursos y no el más determinante del éxito de la campaña.

Pero lo más importante va a ser sin duda el estado de ánimo del electorado, impactado por el Covid-19, la crisis económica derivada de la suspensión de actividades que ha generado desempleo, del confinamiento de los consumidores, por la inseguridad, el temor al contagio, la expectativa de la vacunación. El candidato que mejor lea el estado de ánimo de la población estará en mejores condiciones de ofrecer un compromiso de respuesta a sus necesidades y anhelos.

Vuela vuela palomita y ve y dile: A los candidatos que le echen ganas a sus campañas, que se asesoren bien, porque en tiempos de pandemia les va a ser difícil echar a andar sus tradicionales mañas.

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