Naipyidó, Myanmar, 23 de marzo de 2021. La Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP) estima que son 261 los fallecidos tras otra jornada de represión por parte de la junta militar en las protestas que se desencadenaron por el golpe de Estado en Birmania.
Cuatro personas más murieron, entre ellas un niño de 13 años, en el municipio Chanmyathazi, en la ciudad de Mandalay, en el norte del país, ayer en una serie de redadas en las que las fuerzas de seguridad de la junta militar abrieron fuego, dejando además 40 heridos, según el medio independiente The Irrawaddy.
Los militares allanaron algunos barrios residenciales de la ciudad para eliminar los bloqueos de carreteras preparados por algunos residentes que se unieron a las protestas. En su intervención, las autoridades utilizaron balas de goma y granadas paralizantes para reprimir a aquellos civiles que se oponían a ellos, informa ‘The Irawaddy’.
Además, las fuerzas de seguridad prendieron fuego a varios vehículos de residentes en los distritos donde se desarrollaron las redadas.
“No solo están matando a los manifestantes contra el golpe. También están matando a civiles en todas partes”, lamentó una manifestante, para denunciar que “nuestra familia no está segura en nuestra casa”. “Los militares son verdaderos terroristas”, agregó.
A estos fallecidos, se suman otros ocho, entre ellos un menor de 16 años, en otra redada que se produjo el domingo por la noche en el mismo municipio, una acción que también dejó una treintena de heridos por el uso de balas reales, según el mismo medio.
Mientras las protestas continúan, son 2 mil 682 los detenidos desde que comenzó el golpe, mientras que 2 mil 302 personas están siendo perseguidas activamente, tal y como recoge el último balance de AAPP.
En este contexto, Estados Unidos anunció ayer sanciones contra varios oficiales de alto rango por la represión contra los manifestantes que continúan movilizándose en el país asiático contra el golpe de Estado del pasado 1 de febrero.
En concreto, entre los individuos sancionados están el jefe de la policía birmana, Than Hlaing, nombrado para el cargo al día siguiente del golpe de Estado, y el comandante de la Oficina de Operaciones Especiales, el teniente general Aung Soe. Asimismo, menciona a las divisiones de infantería ligera 33ª y 77ª.
Washington destacó que estas sanciones están coordinadas con la Unión Europea, que también sancionó a once ciudadanos birmanos relacionados con el golpe de Estado y la violencia de las fuerzas de seguridad. Reino Unido y Canadá también publicaron sanciones.
Texto: Europa Press
