En la Semana Guerrerense del Emprendedor, hablan productores de mezcal y de mermeladas y afirman que el principal reto de sus empresas es encontrar canales de distribución
Nota y foto: Karla Galarce Sosa
Acapulco, Guerrero.- La falta de dinero ha sido el principal obstáculo al que se enfrentan productores guerrerenses para mejorar sus productos y sus empresas, se dijo en la Semana Guerrerense del Emprendedor que concluyó ayer en el Centro de Convenciones Acapulco.
Dos productores que asistieron a dicha actividad, coincidieron en que la mayor dificultad es hallar recursos para mejorar sus empresas y encontrar canales de distribución.
Con año y medio en el mercado, Mezcal Borgua tienen puntos de distribución importantes en los hoteles Princess y Pierre, además que habrá una tienda que se llamará Rincón Guerrerenses en el condo hotel Torres Gemelas.
El representante de la marca, Heladio Borgua Ruiz, explicó que la colocación del producto ha avanzando de forma importante hasta colocarse en países como España, Bélgica y Argentina.
“Estamos listos para exportar porque contamos con la marca registrada en el padrón de bebidas alcohólicas. El gobierno nos está apoyando en publicidad, hemos estado en la Ciudad de México, Ixtapan de la Sal, Querétaro, y León; hemos tenido avance, aunque tuvimos complicaciones al inicio por la economía”, dijo.
Contó que comenzó “jugando” con los sabores de dos mezcales naturales y frutales, de ahí que hubiera una fusión entre las frutas tradicionales que se producen en la entidad y su mejor bebida: el mezcal.
Señaló que la comida, la bebida y la fruta identifican a Guerrero, fueron el punto de partida para el proyecto.
“Nos dimos a la tarea de conocer más de todo eso. Mezcales Borgua se dio a la tarea de conocer sus frutas, sus bebidas y su comida. De ahí que las combinaciones frutales con mezcal sean el resultado de nuestro producto. Mezcales Borgua identifica cada región con una fruta distinta, y es lo que se manda al mercado. Comenzamos con un capital de 30 mil pesos pero hubo un tiempo en que requeríamos más de 100 mil pesos para comprar más materia prima para elaborar el producto, además de maquinaria”, contó Heladio Borgua.
Para conseguir los recursos que necesitaban, dijo que la familia apoyó en ello, pues el gobierno los apoya en únicamente en la publicidad, no obstante que el director del Instituto Guerrerense del Emprendedor (Inge) ofreció apoyo para ampliar el negocio que ya forma parte de la marca Orgullo Guerrero.
Otro producto expuesto en la zona de exhibición de la Semana Guerrerense fue Maracusá, una sociedad cooperativa de chilpancinguenses que comenzó hace dos años como una iniciativa familiar.
La joven María Antonieta Medina Hernández explicó que se trata de una empresa familiar, cuyo negocio que es administrado por su esposo, y cuyo secreto para la elaboración de las mermeladas lo tiene su hermana. Sus suegros y cuñados también participan en otras tareas.
Su padre, quien realizaba gestoría con productores de frutas, tuvo la idea de dar un valor agregado a las producciones que muchas veces se desperdiciaban, sin embargo, no vio cristalizado el sueño porque falleció.
Narró que al comenzar el proyecto, fue el mango el fruto que les abrió la puerta a la iniciativa, luego se sumaron la flor de jamaica, el maracuyá y la piña para hacer mermeladas que ahora ofrecen una gama con subderivados para diabéticos, que son las mermeladas de maracuyá con stevia.
Comenzaron con 5 mil pesos, después con la Secretaría de Fomento y Desarrollo Económico (Sefodeco) recibieron asesoría con tablas nutrimentales, código de barras, el registro de marca, y después surgió el Inge y ahora forman parte de la marca Orgullo Guerrero.
“Primero queremos enfocarnos en el mercado nacional porque no tenemos la capacidad para exportar. Queremos entrar al mercado gourmet que es el que nos interesa. Comenzaron a comprarnos los familiares, los conocidos pero por comentarios en las ferias de emprendedores”, dijo Medina Hernández.
La materia prima para la elaboración de las mermeladas de Maracusá como el mango o la flor de Jamaica, provienen de la Costa Chica y de la Costa Grande: la piña es de La Montaña y el maracuyá es de Xaltianguis.
“Toda la materia prima es de Guerrero, excepto los frascos que son adquiridos en la Ciudad de México”, concluyó.
