Madrid, España, 22 de octubre 2017.- Hasta hace poco tiempo el Valencia era un equipo sumergido en una profunda crisis, pero en cuestión de meses se transformó en la sensación de la Liga de española de fútbol tras firmar su mejor comienzo de campeonato en 70 años.
Los hinchas del conjunto levantino se frotan los ojos al comprobar los números de su equipo: segundo clasificado tras nueve jornadas, invicto esta temporada, 21 puntos a favor, 25 goles anotados y apenas 10 recibidos. Unos registros no vistos en Mestalla desde hace siete décadas.
El triunfo del sábado por 4-0 ante el Sevilla fue la constatación del conjunto de Marcelino García Toral, que igualó el mejor arranque de Liga del Valencia en toda su historia. El contraste con la pasada temporada es brutal, pues a estas alturas llevaba tres empates y seis derrotas.
Ante el Sevilla sumó su quinta victoria consecutiva, algo que no sucedía desde la temporada 2010-11. Además, tiene a varios futbolistas en un momento absolutamente emergente, como son los casos del delantero italiano Simone Zaza, con ocho goles, o el media punta portugués Gonçalo Guedes, jugador cedido por el París Saint-Germain y una de las grandes sensaciones de este inicio de campaña.
“Hacemos un gran trabajo y estamos muy felices, hay que aprovechar este momento. El Valencia pasó por años difíciles y ahora han cambiado muchas cosas”, reconoció el central Gabriel Paulista tras la goleada al Sevilla.
Efectivamente, cuesta creer la metamorfosis sufrida por el Valencia en apenas unos meses. Al final de la temporada pasada, en la que tuvo hasta tres entrenadores distintos, parecía un equipo derruido y un club en llamas.
Con el singapuriense Peter Lim como propietario, el Valencia tocó fondo en una campaña en la que sólo pudo garantizarse la permanencia en el tramo final. Lay Hoon Chan dimitió como presidenta y Anil Murthy, otro de los hombres de confianza de Lim, se hizo con el cargo.
Pero más que eso, lo importante fueron las contrataciones de Mateu Alemany como director general y Marcelino como técnico. El primero aportó cabeza en los despachos y el segundo propuso disciplina y compromiso en el campo.
Con esfuerzo visible en el césped y buenos resultados, el Valencia recuperó en un tiempo récord el afecto de la grada, algo que parecía muy lejano.
“La afición puede estar eufórica porque le gusta el equipo, le atrae, se identifica con una serie de valores más allá del juego. Es lógico que haya euforia. Les damos las gracias por este apoyo, el ambiente fue extraordinario y la despedida y el recibimiento fue de poner los pelos de punta”, relató Marcelino tras la goleada al Sevilla.
¿Es el Valencia alternativa para pelear la Liga española? Los números actuales y el momento de forma así parecen indicarlo, pero el propio Marcelino lo desmintió hace una semana. “Es imposible pelearle el título a Barcelona, Real Madrid y hasta Atlético. Nosotros sólo estamos empezando un proyecto”, manifestó.
Y el sábado amplió su visión: “Esto es muy largo, muy difícil, todos van a querer ganarnos por primera vez. Dentro del vestuario hay que tener ilusión y ambición, pero no euforia porque nos va confundir y llevar a no jugar como un equipo”.
Pero por lo pronto, el Valencia consiguió un logro no menor: recuperar el afecto de los suyos y el respeto de los enemigos. Quizá sea el comienzo del regreso de los buenos tiempos para un club histórico del fútbol español.
Texto de DPA/ foto de Valencia CF (Facebook).
