Migrantes se aglomeran en busca de asilo en las inmediaciones de la Comar en Tapachula

Desesperación en las interminables filas. Muchos intentaron buscar empleo, pero ante la falta de oportunidad, decidieron autoemplearse en la vía pública mientras esperan

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16 julio,2021 8:12 am
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Desesperación en las interminables filas. Muchos intentaron buscar empleo, pero ante la falta de oportunidad, decidieron autoemplearse en la vía pública mientras esperan

Tapachula / Escobedo, NL, 16 de julio de 2021. Desorden, aglomeraciones, gritos, falta de medidas sanitarias y desesperación privan en las interminables filas de migrantes en las inmediaciones de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en esta ciudad.

Joseph Pierre, de Haití, lleva una semana esperando en una asfixiante fila, no sólo por el calor, sino porque migrantes igual que él están pegados cuerpo a cuerpo para no perder su lugar.

Tras cruzar el río Suchiate hace apenas ocho días con su esposa y dos hijos, se dirigió directamente a las oficinas de la Comar, donde ha tenido que dormir así, a la intemperie, junto a cientos de extranjeros que hasta se han peleado por su lugar en la formación.

Pilliph Jean, también haitiano y quien lleva un mes en México, cuenta que pasó siete días afuera de la Comar para ser atendido.

Durmió en la banqueta, que señala y en la que se observan cartones, plásticos y algunas colchonetas.

Haitianos organizan tianguis migrante en Tapachula

En su larga espera en busca de asilo y para obtener algunos pesos que ayuden a su manutención, los migrantes haitianos armaron un tianguis en el centro de esta ciudad, donde ofrecen servicios y productos que van desde pedicure, corte de pelo y costura, hasta calzado.

Muchos de ellos intentaron buscar empleo, pero ante la falta de oportunidad, decidieron autoemplearse en la vía pública.

Comenzaron unos cuantos en el llamado sendero peatonal del Centro Histórico de Tapachula, pero debido a la inconformidad de los empresarios fueron reubicados a dos calles, en los alrededores del Mercado Sebastián Escobar, donde ya son al menos medio centenar.

Ysemy Lector, haitiano de 29 años de edad, corta cabello a sus connacionales bajo una sombrilla en un espacio de un metro cuadrado.

Ahí utiliza de silla un banco de plástico y un pequeño espejo colgado en la pared. En una soga impresiones a color sobre los tipos de corte y en el piso dos estuches con sus utensilios.

Les cobra de 30 a 50 pesos por un corte que regularmente cuesta 80 o 100 pesos en una peluquería local.

Son muy pocos los mexicanos que les compran o usan sus servicio, reconoce.

Mariot Pierre instaló una máquina de cocer en la entrada de una tienda de autoservicio donde arregla playeras, pantalones y camisas para sus paisanos de Haití.

En un buen día logra ganar 400 pesos, mientras que un día malo 100. Dinero que considera insuficiente para el sustento de su esposa y dos hijos.

Tiene apenas un mes en México, después de vivir seis años en Brasil, y dice que por fortuna ya inicio el trámite de solicitud de refugio por lo que ahora toca esperar a que proceda.

Raisa Louis arregla las uñas y los pies. El servicio de spa cuesta 200 pesos y lo utilizan tanto hombres como mujeres.

“(Los haitianos) más piden (servicio en) los pies porque pasan mucho tiempo caminando o parados esperando”, dice Louis en una breve entrevista, ya que habla muy poco español.

En el tianguis haitiano hay además productos de belleza, ropa, artículos de telefonía, verduras y otros.

Un joven grita en haitiano criollo, su lengua materna, para ofrecer recargas de saldo, así como chips de distintas compañías de telefonía celular.

Los empresarios locales critican el crecimiento del comercio informal, ya que dicen representa caos para la ciudad.

Elmer Aquiahuatl, de la Asociación de Comercios Establecidos y Propietarios de Inmuebles de Tapachula, urgió a los gobiernos de los tres niveles a abordar el fenómeno migratorio desde un enfoque integral, en beneficio tanto de esa población como de los residentes.

La Policía de Apodaca rescata a 12 migrantes y detiene a cuatro presuntos polleros

Elementos de la Policía de Apodaca encontraron a 12 migrantes, incluyendo a cinco niños, y detuvieron a cuatro hombres que presuntamente los tenían privados de su libertad en una casa.

El operativo se realizó alrededor de las 15:50 horas del miércoles en un domicilio de la calle Lomas de Bulgaria, en la Colonia Lomas de la Paz.

Los detenidos fueron identificados como César, Brandon, Javier y José, de quienes no se proporcionó su edad. Fueron puestos a disposición de un agente del Ministerio Público Federal.

De los migrantes, un hombre aseguró ser de origen guatemalteco. Y de Honduras son tres hombres, tres mujeres y cinco niños de entre 3 y 9 años.

Los centroamericanos señalaron a los cuatro hombres como las personas que los estaban cuidando y vigilando para que no salieran.

Los uniformados trasladaron a los indocumentados para una revisión médica y luego los entregaron a funcionarios del Instituto Nacional de Migración.

César, Brandon, Javier y José, fueron notificados de su detención y quedaron bajo investigación.

Texto: Edgar Hernández / Agencia Reforma

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