#8M: “Soy mujer, madre y bióloga”; una historia que debería ser lo común y no lo excepcional

Lo más importante es que hagan lo que les guste y satisfaga, dice la morelense Nancy Yáñez. “No se la crean cuando alguien les diga que no es...

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8 marzo,2022 9:15 am
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Lo más importante es que hagan lo que les guste y satisfaga, dice la morelense Nancy Yáñez. “No se la crean cuando alguien les diga que no es para ustedes por ser mujeres, en la actualidad hay muchos apoyos gracias al trabajo de otras mujeres que lucharon para que las mujeres del presente y futuro enfrenten menos adversidades”

ONU Mujeres

Ciudad de México, 8 de marzo de 2022. La contribución y el liderazgo de las mujeres y las niñas en los esfuerzos de respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático, así como en el trabajo de cuidado y en la defensa del territorio, son fundamentales para construir un futuro más sostenible para todas las personas. Por eso, este Día Internacional de la Mujer bajo el lema: “Igualdad de género hoy, para un mañana sostenible”, las Naciones Unidas han hecho un llamado a generar iniciativas para que las mujeres y las niñas estén en el centro de la recuperación sostenible indispensable ante la crisis climática y ambiental.
Para la organización internacional, ellas son líderes eficaces y poderosas que impulsan el cambio con el propósito de lograr la mitigación y la adaptación climática y, por tanto, deben tener voz y participación igualitaria en la toma de decisiones relacionadas con el cambio climático. Nancy Yáñez Corrales es un ejemplo de esto.
De 44 años y originaria del estado de Morelos, Nancy es bióloga egresada de la UAM-Xochimilco, con maestría en Ciencias en Conservación y Aprovechamiento de Recursos Naturales del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Además, es tesorera del consejo directivo de Biodiversidad y Desarrollo Social, y responsable de proyectos y del emprendimiento Mayeh Artesanías.
“Mi infancia estuvo ligada a actividades agropecuarias debido a que crecí buscando madrigueras, nidos, panales y recolectando hierbas, insectos y hongos porque nos gustaba y es parte de la gastronomía regional. En esta etapa comprendí la importancia de los productos que la naturaleza nos bridaba. Estudié el nivel medio superior en el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario CBTa 190 y fue el parteaguas en mi vida porque comprendí que quería estudiar una carrera que involucrara plantas y animales, pero no quería ser agrónoma ni veterinaria porque mis hermanos mayores ya estaban estudiando para veterinarios”, cuenta Nancy.
Hacer valer su trabajo y profesionalismo no le ha resultado sencillo. Un primer obstáculo a superar fue la creencia de que estudiar no era para las mujeres, ya que en ellas recae el trabajo de cuidados que se hace en los hogares y muchas veces eso aumenta la probabilidad de que no concluyan la carrera o no ejerzan después de graduarse.
Posteriormente, ya ejerciendo su carrera como bióloga, muchas veces en las comunidades no tomaban con seriedad lo que decía ella como mujer, a diferencia de lo que decían sus compañeros hombres.
“Cuando ingresé al servicio público en una dependencia de gobierno federal del sector ambiental el jefe inmediato quería que le preparara y sirviera café… Sólo lo hice una vez porque le serví su taza con mitad de café, mitad de agua y sin azúcar; no me lo volvió a pedir”, recuerda Nancy.
“Además, en la misma dependencia tuve problemas: discriminación y hasta persecución por ser madre y haber solicitado horario corrido para poder estar con mi hijo. No pedía trabajar menos, solamente hacerlo de manera consecutiva porque mi hijo ingresaba a la guardería antes de las 8:00 am, salía a las 3:00 pm y a las 4:00 pm lo dejaba con una persona que lo cuidaba hasta las 7:00 pm. Por eso –recalca– decidí trabajar de manera independiente”.
Nancy es una de las egresadas del programa Avancemos por la Igualdad, el cual surgió en 2018 de la alianza entre ONU Mujeres y Grupo Danone, con su marca Bonafont, en México. El programa está enfocado al empoderamiento económico de las mujeres y a la reactivación económica de las comunidades afectadas por los terremotos de 2017 en Ciudad de México y Juchitán, Oaxaca, a través de negocios innovadores que pueden ser, también, ahorradores de tiempo, como cocinas económicas, estancias de día, guarderías y lavanderías automáticas.
“Por mi trabajo en la consultoría ambiental Biodiversidad y Desarrollo Social (Biosoc, AC) en comunidades, con el manejo de sus recursos naturales, sobre todo donde cuentan con áreas de conservación, comencé a apoyar a algunas mujeres en la búsqueda de canales de comercialización de sus artesanías, vinculando la conservación y las artesanías con criterios bioculturales que se tienen en la elaboración de éstas; poco a poco se fueron acercando más mujeres porque tenían sus productos acumulados por la pandemia.
“Lo hice a través de redes sociales con familiares y amistades, pero algunas personas me pedían cosas de un día para otro. Fue justo cuando en la capacitación del programa Avancemos por la Igualdad me pidieron establecer mis metas a corto, mediano y largo plazo, cuando por primera vez dije en voz alta que quería establecer un espacio físico de exhibición y distribución de artesanías elaboradas del corazón y manos de mujeres artesanas para contribuir a la reactivación económica de sus familias, sobre todo mujeres de las comunidades con las que trabajamos proyectos de cuidado y protección del ambiente, enfatizando en los servicios ambientales”, menciona Nancy.
El programa al que se refiere ha demostrado que trabajar en el empoderamiento económico de las mujeres con un enfoque de resiliencia, permite que ante nuevas crisis como las provocadas por la pandemia por Covid-19, los negocios de las emprendedoras innoven y se reinventen de manera oportuna, contribuyendo a la recuperación de sus comunidades.
“Algo que me quedó muy claro en el programa –continúa Nancy– es que entre nosotras podemos y debemos ayudarnos. Cada día aplico los conocimientos que adquirí, como calcular costos, fijar precios, llevar un registro de mis ingresos y egresos, control del inventario”, entre otros.
Asimismo, Nancy destaca que ha sido un reto ser mujer y madre profesionista del sector ambiental, donde “en su mayoría son hombres, y siempre me ha gustado usar vestido, falda, tacones y pintarme las uñas, y cuando algunas personas me ven subestiman mi capacidad de desempeño en campo, como subir y caminar en el bosque o capturar algún ejemplar.
“Soy bióloga con maestría en conservación y aprovechamiento de recursos naturales, no tengo un sueldo fijo ni prestaciones, pero estudié lo que quise, ejerzo mi profesión en la conservación y manejo de los recursos naturales en proyectos comunitarios con acompañamiento de Biosoc, ejerzo mi maternidad con mis dos hijos, contribuyo a la economía de mi familia y a la reactivación económica de las familias de 15 artesanas a través mi emprendimiento con 53 personas beneficiarias indirectas”, resume Nancy.
La construcción de sociedades más justas e igualitarias nos brindará mejores condiciones para hacer frente a los desafíos presentes y futuros. Sin igualdad de género hoy, no es viable un futuro sostenible e igualitario. “Cada una podemos contribuir desde nuestro entorno para el cuidado y protección del ambiente, no necesariamente tienen que ser biólogas, pueden ser ingenieras, licenciadas o desempeñar algún oficio con conciencia ambiental en el uso de sus recursos en su vida diaria”, finaliza la ambientalista morelense.

Texto: Ciudad de México

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