La investigación por la muerte accidental ocurrida en el set de la película “Rust” está “a punto de terminar”, anuncian autoridades estadunidenses
Ciudad de México, 27 de enero de 2022. “Sí, yo era quien sostenía el arma. ¿Qué necesitas?”.
Alec Baldwin le responde así a un oficial que investiga qué pasó en el rodaje de Rust, un western que está protagonizando en el Bonanza Creek Ranch, popular locación para ese género fílmico en Santa Fe, Nuevo México. Es el miércoles 20 de octubre de 2021.
El icónico actor, de 63 años en ese entonces, viste como vaquero. Está hablando por celular e interrumpe la llamada. Al ser interrogado se muestra receptivo, abierto a cooperar con la policía luego de haber disparado un arma que no debería tener balas reales, pues están prohibidas, sino de utilería. Su semblante lo muestra entre asustado y desencajado.
Apenas unos minutos antes, en el ensayo de una escena al interior de una capilla de madera, hirió a dos compañeros de un balazo: a la cinefotógrafa Halyna Hutchins, entre abdomen y pecho, y al director del filme, Joel Souza, en un hombro.
Hutchins, de 42 años, muere poco después de recibir atención médica, en el hospital. Souza recibió el alta a los tres días.
Seis meses luego del fatal accidente, que le dio la vuelta al mundo y removió cimientos en Hollywood sobre los protocolos de seguridad en las filmaciones, el alguacil de Santa Fe, Adan Mendoza, liberó varias pruebas recabadas en la escena del crimen al interrumpirse el rodaje de Rust, cuyo productor más visible era Baldwin.
Entre los varios videos destaca uno, de poco más de tres minutos, que muestra a la directora de fotografía –ucraniana, casada con un estadunidense y madre de un niño de nueve años– aún con vida. Tendida en el piso de la capilla, mueve la cabeza y los brazos mientras recibe, postrada junto a Souza, primeros auxilios de paramédicos.
Numerosas imágenes, clips y entrevistas e interrogatorios a testigos, además de Baldwin, salieron a la luz.
La investigación criminal está “a punto de terminar”, afirmó ayer Mendoza, en un comunicado que acompañó el material divulgado. “Estimamos que se tratará de semanas y no meses”.
“Estamos esperando algunas cosas para el informe final, como el análisis de la pistola, de las balas, las huellas digitales y ADN. También, a que el forense termine su informe y más análisis de la información contenida en los celulares (de los implicados, especialmente Baldwin)2.
Una investigación paralela del Departamento de Salud y Seguridad en el Trabajo del estado de Nuevo México concluyó que los productores de la cinta mostraron “apenas indiferencia” ante evidentes fallas de seguridad que colocaron en riesgo a sus trabajadores.
“Nadie reconoció haber llevado municiones al set”, agregó Mendoza sobre que un asunto clave del caso es determinar de dónde salieron las balas reales.
El diario The New York Times aseguró que la autoridad optó por publicar los archivos a raíz de múltiples solicitudes de los medios y porque los investigadores querían mostrar qué información quedaba pendiente antes de que el caso pudiera pasar a los fiscales.
Mendoza reconoce que el actor manipuló el arma, pero aún no se toma la decisión de imputar cargos.
“Vamos a trabajar con la oficina (del fiscal de distrito) para determinar si hubo negligencia criminal o cargos penales”.
Baldwin aseveró que el asistente que le dio la pistola le dijo que estaba descargada y agregó que no apretó el gatillo.
Varias demandas civiles se acumulan por este caso. La familia de Hutchins demandó a Baldwin y al resto de productores de la película por daños “sustanciales”. Trabajadores del set también presentaron acciones judiciales contra ellos por el impacto emocional de la tragedia.
La encargada de armas del filme, Hannah Gutierrez-Reed, demandó al proveedor de municiones acusándolo de dejar balas reales en los cartuchos de utilería.
“Siento que alguien es responsable por lo que pasó, y no puedo decir quién es, pero sé que no soy yo”, dijo Baldwin en una entrevista pasada.
Texto: Agencia Reforma
