¿Qué rol tendrá la inteligencia artificial en el mundo laboral

La automatización ofrece múltiples y asombrosas posibilidades, sin embargo es inevitable formularse la pregunta de si el trabajo humano pronto se volverá innecesario

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14 enero,2023 10:26 am
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La automatización ofrece múltiples y asombrosas posibilidades, sin embargo es inevitable formularse la pregunta de si el trabajo humano pronto se volverá innecesario

Madrid, España, 14 de enero de 2023. Un generador de textos que imita a Shakespeare o redacta trabajos y notas completas o un generador de imágenes que crea ilustraciones impresionantes a partir de descripciones breves: estas son solo algunas de las múltiples y asombrosas posibilidades que ofrece actualmente la inteligencia artificial (IA).

Algunas de estas nuevas alternativas, incluso, generan miedo. Porque finalmente es inevitable formularse la pregunta de si nuestro trabajo pronto se volverá innecesario, si la inteligencia artificial puede realizarlo de manera más rápida y efectiva.

“La cuestión de la automatización es algo que, como centro de producción, nos interesa desde hace décadas”, afirma Frank Riemensperger, miembro de la presidencia de la Academia Alemana de Ciencias e Ingeniería (acatech).

La automatización afectó principalmente y desde siempre a las actividades repetitivas y repetibles, precisa. Según Riemensperger, la inteligencia artificial entra en juego cuando las tareas pueden modelarse a partir de datos.

Un ejemplo son los servicios de asesoramiento al cliente, de los cuales pueden hacerse cargo cada vez más los chatbots. En las últimas semanas, el modelo de procesamiento del habla GPT-3 ha demostrado de forma impresionante lo bien que puede funcionar.

Según Sascha Stowasser, director del Instituto de Ciencias del Trabajo Aplicadas (ifaa) de Alemania, la IA puede utilizarse para sustituir actividades que pueden ser reproducidas de manera económica. Por ejemplo, influye el hecho de que una actividad solo esté disponible en contadas ocasiones en las empresas o pueda ser sustituida en forma masiva.

Stowasser señala que algunos sectores se ven fuertemente influenciados. El experto en ciencias del trabajo menciona, por ejemplo, el sector financiero y la industria de seguros, donde circulan muchos datos.

El uso de la IA, dice el director del ifaa, no se detendrá ante profesiones con elevados requisitos de cualificación. Los médicos, por ejemplo, difícilmente pueden analizar datos de imágenes mejor que una máquina. Un algoritmo puede elaborar un dictamen judicial mucho más rápido que un abogado, que necesita días para hacerlo.

Ya sea la composición de la música para una película o una columna deportiva en redes, “afectará en principio a cualquier perfil profesional. En todas partes donde haya muchos datos, puede llegar la IA y hacerse cargo de esa actividad”, indica.

¿Existen motivos justificados para entrar en pánico? Según Stowasser, no los hay. “El médico por ejemplo vuelve a ser lo que era”, afirma. “Actúa como interfaz con las personas y lo ideal es que tenga más tiempo para volver a explicar”.

Los temores de que la tecnología arrebate puestos de trabajo ya se registraron previamente, en tiempos de la introducción de la máquina de vapor o de la computadora.

“El escenario de masas que pierden su empleo nunca se concretó. Espero también un panorama similar con la IA”, afirma Stowasser.

Vera Starker, psicóloga empresarial, consultora y cofundadora del laboratorio de ideas Next Work Innovation (NWI), es algo menos optimista respecto de la situación.

“Si se sustituyeran todos los trabajos en los que esto es teóricamente posible, habría muchos puestos que ya no necesitaríamos en las próximas décadas”, especifica.

Este escenario no se vería compensado ni siquiera por los puestos de trabajo que quedan sin cubrir debido a la escasez de personal cualificado, ya que no hay correspondencia en cuanto a las cualificaciones, opina. “Desde mi punto de vista, solo estamos al principio de lo que está por venir”, concluye.

Sin embargo, Starker advierte que el miedo no es buen consejero. Por lo tanto, insta a los empleados a forjarse su propia opinión y averiguar cuánto pesa el potencial de sustitución en su propio perfil laboral.

Los empleados deben contemplar esta próxima bifurcación del camino como una oportunidad. A partir de sus investigaciones, los trabajadores pueden sopesar por sí mismos: ¿Qué oportunidades hay para mí en el desarrollo actual? ¿Qué me gustaría hacer quizás profesionalmente?

Según la experiencia de Sascha Stowasser, las empresas rara vez planean sustituir procesos o actividades enteras por inteligencia artificial.

“Debemos ser conscientes de los temores de la gente, pero no sobreestimarlos. De hecho, no se puede demostrar que los despidos masivos se deban a los sistemas de IA. Las empresas tampoco tienen intención de utilizar la IA para medidas de racionalización a gran escala”, señala.

Stowasser afirma que, en un escenario ideal, algoritmos potentes deberían ayudar a las personas altamente ocupadas a gestionar su trabajo. Para que esta perspectiva se cumpla, según el experto, los empleados deben mostrar a futuro sobre todo curiosidad y apertura hacia las nuevas tecnologías.

No obstante, explica que no por eso cualquiera debe ser programador o experto en inteligencia artificial. Pero los trabajadores, dice, pueden aprender un buen manejo de la IA y reconocer, por ejemplo, cuando esta produce “datos basura”.

Según Frank Riemensperger, la cuestión del perfeccionamiento incumbe por partes iguales a las empresas y a los propios trabajadores.

“Lo que nos conviene a todos es capacitarnos en cómo funciona una nueva tecnología”, dice. Sin embargo, aclara que el manejo de la IA no se producirá en una única gran transformación, sino que se irá introduciendo continuamente en nuestra vida cotidiana.

Texto: Amelie Breitenhuber (dpa)

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