El propósito y misión de la red es apoyar, acompañar y defender a quienes de pronto se ven en una situación de víctimas, a través de una estrategia integral de intervención psicosocial, psicoemocional, psicocultural, y desde una perspectiva de género, explicó Griselda Triana, esposa del periodista Javier Valdez, baleado fatalmente en mayo de 2017. “Esta red no debería de existir si las autoridades hicieran la parte que les corresponde”
Ciudad de México, 28 de abril de 2023. Con el propósito de buscar la verdad, el acceso a la justicia, la reparación integral y la preservación de la memoria, fue presentada Tejidos Solidarios, la primera red nacional de familias de personas periodistas asesinadas y desaparecidas en México y cuyas integrantes son originarias de Michoacán, Oaxaca, Chihuahua y Sinaloa, hasta el momento.
Con la presencia de organizaciones civiles y familias de personas periodistas asesinadas y desaparecidas, miembros de Tejidos Solidarios explicaron este jueves, durante una conferencia de prensa efectuada en el Centro Cultural Casa de Francia, que la organización se sostiene por “la colectividad y los lazos de apoyo y empatía entre quienes hemos atravesado circunstancias similares”.
Tejidos Solidarios es una iniciativa de la organización Propuesta Cívica, que defiende y promueve los derechos humanos y la libertad de expresión. Sara Mendiola, directora ejecutiva, explicó que la red, que ya ha realizado dos encuentros, surgió en 2020.
“Nace de la experiencia de nosotros como organización cuando acompañamos a periodistas (que fueron) víctimas de asesinatos, desaparición, víctimas de agresión por su labor”, dijo. Esto ha implicado, contó, el acompañamiento a las familias. “De la experiencia de representación legal nos dimos cuenta que era necesario unir a las familias que representamos”.
Si bien existen familias en otros contextos de violencia en el país que exigen justicia, mencionó, “no identificábamos a familias de periodistas que fueran parte de esos colectivos. Ese fue un elemento fuerte en la construcción de esta red de fortalecimiento emocional y psicológico de las personas que acompañamos y representamos”.
Sin embargó, detalló, no se trata solamente de construir rutas de acceso a la justicia que son “muy tortuosos y en el camino las familias se van desgastando”, ni de lograr sentencias “que ayuden a combatir la impunidad de delitos cometidos contra periodistas”, también se trata de atender a las familias en este proceso que es largo y rudo.
“Buscamos con las familias un proceso de fortalecimiento y empoderamiento, dotarlas de herramientas para el trabajo en colectividad”, explicó.
La red cuenta ya con un sitio web (www.tejidosolidarios.com), pero Propuesta Cívica seguirá brindando acompañamiento al grupo, cuya creación, se dijo, “es un producto de años de trabajo y esfuerzo”.
Buscarán a más familiares
El propósito y misión de la red es apoyar, acompañar y defender a más familias de periodistas víctimas de desaparición y asesinato en todo el país, pero a través de una estrategia integral de intervención psicosocial, psicoemocional, psicocultural y desde una perspectiva de género, puntualizó Griselda Triana, esposa del periodista Javier Valdez, asesinado en Culiacán, Sinaloa, el 15 de mayo de 2017.
Son importantes, planteó, la interseccionalidad y los derechos humanos para lograr el fortalecimiento y desarrollo de los mecanismos de resistencia de las familias.
Triana expuso que la visión de la red es contribuir a consolidar todos esos mecanismos para familiares de este tipo de víctimas. “Las familias de periodistas asesinados y desaparecidos nos encontramos prácticamente en todo el territorio nacional”, aunque, por ahora, la red está conformada por familiares de los estados de Michoacán, Oaxaca, Chihuahua y Sinaloa.
“Somos muchas más”, insistió Triana, en previsión de que se unan a la red más integrantes que necesiten apoyo en sus procesos de duelo y dolor.
“Esto es algo que ya hemos visto en los dos encuentros que hemos tenido. Al principio, las familias están aisladas, invisibilizadas, y para muchas de ellas es difícil compartir lo que ha pasado en esos años. Pareciera que las emociones se quedan suspendidas en el tiempo”, dijo junto a Tania Valdez Triana, la hija que tuvo con Javier Valdez.
En los encuentros previos, añadió, han compartido experiencias, “hablamos de nuestro dolor. Es importante consolidar los mecanismos de acompañamiento y afrontamiento”.
El objetivo central, remarcó, es “impulsar la vinculación entre las familias en distintos estados. Aspiramos a que muchas más familias en determinados momentos puedan ser beneficiarias del trabajo de la red”.
Una red que “no debería de existir”
En su intervención, Sara Mendiola indicó que Propuesta Cívica propuso que el punto de arranque de la red sería fortalecer a las personas desde lo individual, lo familiar y lo colectivo. “Nos enfocamos en el desarrollo de eventos que llamamos eventos nacionales, donde reunimos periódicamente de manera física a la red, y nos hemos esforzado por crear espacios de convivencia, de sanación, de atención psicoemocional, de esparcimiento, de reflexión y consolidación”.
Asimismo, Propuesta Cívica creó un plan terapéutico para atender a las familias en sus necesidades emocionales y psicológicas, con el objetivo de ayudarlas a afrontar las consecuencias de los impactos traumáticos derivados de las violaciones a los derechos humanos de las que han sido víctimas.
“Buscamos dotar de herramientas y del fortalecimiento adecuado para poder transitar a una etapa de empoderamiento y posicionamiento, y que se conviertan en autoras directas de sus procesos de acceso a la verdad, justicia, reparación integral, no repetición y memoria colectiva”, agregó Mendiola.
Informó que se ha diseñado una segunda etapa de fortalecimiento de herramientas metodológicas que ayuden a la red a crear una institucionalización con fortalecimiento interno para un correcto funcionamiento como organización de la sociedad civil.
Resta mucho por hacer, reconoció, “estamos apoyando a la red de Tejidos Solidarios para que se convierta en una red legal y en organización civil (…) vamos a fortalecer su desarrollo, su fortalecimiento institucional, para que las familias puedan lograr todos los objetivos que ellas han establecido y han planeado ejecutar”.
Adelantó que la red hará otro encuentro en el mes de mayo, en el que las familias que acudan “serán capacitadas en todos estos procesos e instrumentos para su correcto funcionamiento”.
Aparte, Griselda Triana dijo que es necesario conocer qué sucede con el resto de familias no visibles de personas periodistas asesinadas y desaparecidas.
“He documentado que las familias están completamente invisibilizadas, en el olvido, presentan una serie de afectaciones tremendas, por ejemplo, en el tema de la salud. Salud física y salud mental. No tienen acceso a ningún tipo de atención de esta naturaleza, lo cual impide que puedan salir adelante”, alertó.
Si siguen luchando, continuó, es “porque desarrollan mecanismos de resiliencia que ni ellas saben de qué se trata. Conforme pasan los años hacen acciones para sobrevivir. No queremos eso, sino que vivan de manera digna”.
Otra situación es que las familias dejan de creer en instituciones “que las abandonan, revictimizan, criminalizan y estigmatizan. Para las familias poder ser parte de esta red les abre otras puertas, como es la esperanza de que sus vidas puedan cambiar”.
Declaró que la red busca incidencia política y coordinar acciones con autoridades y organizaciones de la sociedad civil que brindan acompañamiento legal. “Será vital para nosotras el acompañamiento que podamos recibir desde la sociedad civil. Somos la primera red de periodistas asesinados y desaparecidos en México, es muy importante ese acompañamiento”.
Por último, denunció que los periodistas asesinados y desaparecidos deberían “de estar aquí. Esta red no debería de existir si las autoridades hicieran la parte que les corresponde”.
Dejar el miedo y metabolizar el dolor
“Para nosotras Javier (Valdez) fue una parte muy importante. Él nos puso el nombre de rastreadoras. Era nuestra conciencia. Era hombre, periodista, y nos enseñó a defendernos, nos enseñó la unidad. A partir de eso varias mujeres hicimos una familia. El grupo de las rastreadoras es una familia unida”, compartió Mirna Nereida Medina, fundadora del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas Rastreadoras de El Fuerte.
Reconoció que ella no puede dejar de buscar y que el grupo ha encontrado unos 600 cuerpos en nueve años. “Es parte de mi terapia. Apoyar a las compañeras es algo que me llena de satisfacción”. Brisa Breach, hermana de la periodista Miroslava Breach Velducea, asesinada el 23 de marzo de 2017 en la ciudad de Chihuahua, Chihuahua, dijo que compartir experiencia con las familias mostró “que tenemos gran semejanza en los procesos de duelo, de dolor, de rabia, de sufrimiento, de impotencia. Es un arduo proceso la búsqueda de la verdad y procuración de justicia para nuestro ser amado”.
En su caso, indicó, la red se convirtió “en una forma de metabolizar nuestro dolor, ser consciente de nuestros sentimientos, de reconocerlos y ver la manera en qué estaban afectando nuestra vida y buscar al mismo tiempo formas de salir adelante, de fortalecer. La afectación no es sólo personal, también es en nuestro ámbito familiar y la forma en que nos relacionamos con el resto de parientes y la sociedad en general”.
Muchas veces los familiares no denuncian por temor a que un familiar sea dañado o algo más grave suceda, admitió, pues con frecuencia autoridades municipales y estatales están involucradas en los crímenes y eso crea desconfianza.
Estela Méndez, esposa del periodista desaparecido Ramón Ángeles Zepeda, contó que la red le ayudó a dejar a un lado el miedo que generó en su vida el crimen contra su pareja.
“Pensé que algo iba a pasar a sus hijos. La red ha sido fundamental para todos los que han vivido la experiencia de una pérdida. He llegado a entender que la desaparición es más fuerte que asesinatos. Con mis hijos, no sabemos dónde lo dejaron, a dónde se lo llevaron, pero gracias a esto, a la red, hemos podido salir, sobrellevar colectivamente”.
Recalcó que la red busca que “ya no existan más periodistas desaparecidos y asesinados, y tampoco queremos más familias sufriendo”.
Texto: Guillermo Rivera
